Ronald Weinland

EL DÍA DE LA VENIDA DE CRISTO

La entrada del 20 de abril de 2012, empieza con la siguiente afirmación: “Como los lectores de este blog ya saben, yo he declarado que el día 27 de mayo de 2012 es la fecha en que Jesús Cristo regresará como Rey de reyes sobre todos los gobiernos en esta tierra”.

La Iglesia de Dios – PKG (preparando para el Reino de Dios) esperó por ese específico día físico como siendo el tiempo literal del regreso de Cristo y aguardó fielmente Su venida hasta la última hora del Sabbat en el día 26 de mayo.

El pueblo de Dios ha pasado por muchas etapas difíciles a lo largo de nuestra historia. Lo que acabamos de vivir ha sido uno de esos momentos difíciles. Este tipo de acontecimientos pueden ser muy inquietantes, y tienden a mover a las personas a reflexionar intensamente sobre la base bíblica de sus creencias. En esos momentos, una persona generalmente toma decisiones que reflejan más cabalmente sus elecciones personales y convicciones más profundas, acerca de lo que van a abrazar y lo que van a rechazar con respecto a su creencia religiosa.

En situaciones normales las personas muchas veces “siguen la corriente” y dejan que “la vida siga su curso” siguiendo el camino que ellas siempre siguieron. Pero los momentos de crisis, pruebas y/o traumas tienden a traer un cambio brusco a lo que se llama de “el flujo normal de la vida”, porque las personas en tales situaciones deben de enfrentarse a la dura realidad de que la vida cambia. Y eso exige que tomen decisiones respeto al curso que irá determinar la dirección que su vida va a tomar. La vida deja entonces de simplemente “seguir su propio curso”.

Hay momentos en la vida de uno que nos obligan a examinar nuestras propias ideas, creencias y pensamientos. Esos son los momentos cuando grandes pruebas se cruzan en nuestro camino. Estos momentos de profunda introspección están casi siempre relacionados con conflictos en nuestra esfera de relacionamientos personales, tanto entre una persona y otra, como entre una persona y su ocupación (con el empleador, con el trabajo mismo o con los compañeros de trabajo), o entre una persona y sus creencias religiosas (su relación con Dios).

Estos momentos de autoexamen pueden venir a consecuencia de la muerte de un ser querido, de la pérdida del empleo, de crisis en el trabajo, de un divorcio, de una infidelidad en el matrimonio, de una crisis financiera, de una relación con alguien que es adicto a las drogas o el alcohol, de experiencias traumáticas en tiempos de guerra, etc. Esto también ocurre fácilmente durante una época de lucha religiosa, cuando pasamos por momentos de pruebas y confrontación que están asociados con los cambios en nuestra más profunda convicción personal acerca de nuestra relación con Dios.

Todo esto nos molda y nos forma, haciendo de nosotros quienes somos y define la manera que elegimos vivir nuestra vida. Tales episodios en nuestras vidas influencian nuestras respuestas a las experiencias de la vida futura, que determinan nuestro comportamiento, nuestra confianza, nuestras creencias, nuestras convicciones, nuestra moral, nuestras aspiraciones y como no, también nuestros prejuicios y nuestra manera de juzgar.

En mi vida, el momento más difícil que yo ya he vivido hasta ahora, fue cuando toda la Iglesia de Dios experimentó la apostasía profetizada de 2 Tesalonicenses 2. Fue en aquel entonces que la Iglesia comenzó a dispersarse y las personas se vieron obligadas a tomar decisiones que irían influenciar sobremanera el curso que sus vidas tomarían.

En aquel momento, casi un tercio de la Iglesia decidió volverse hacia alguna forma del “cristianismo tradicional”, que fuera más de su gusto. Hubo miles de personas afectadas por ese episodio traumático, que decidieron personalmente que la religión, cualquiera que fuera, ya no sería un factor importante que podría afectar el curso de sus vidas. Entonces, finalmente, el tercer grupo de personas, las decenas de miles de personas restantes, tomaron decisiones que reflejaban el deseo de mantener, de una u otra forma, aquello en lo que habían creído anteriormente. Sin embargo, esto por sí mismo resultó ser la causa de un trauma aún más grande que el primero, dividiendo esas personas en más de 600 grupos y organizaciones dispersos y divergentes entre si. Todos diferentes uno de los otros en sus convicciones, aunque reflejen alguna semejanza con las doctrinas fundamentales del pasado.

El Pentecostés del 27 de mayo de 2012 
El día de Pentecostés de 2012 resultará ser de suma importancia para el retorno de Jesús Cristo. Como profeta, Dios me da la interpretación profética y profecías adicionales que no fueran mencionadas previamente en las Escrituras. Dios no hace eso de golpe, pero de manera “progresiva”, como en la construcción de un “edificio”, implicando un proceso de creciente revelación de Su voluntad. Es así cómo Dios ha guiado a Sus profetas a lo largo de los siglos. Es por eso que mucho de lo que ha sido dicho por los profetas nunca ha sido la revelación “completa” y final de un asunto hasta que sea el tiempo de Dios para el cumplimiento real de una profecía. Esto ha dado siempre a críticos y no creyentes ocasión para tergiversar y se burlar de aquello que no entienden en la profecía.

Así que, en muchos aspectos, mi trabajo como un profeta es muy sencillo, ya que lo único que tengo que hacer es hablar y escribir lo que Dios me da. Al igual que los profetas de la antigüedad, que ni siempre entendieron lo que Dios les había ordenado escribir, hasta que Él les revelase más. Las personas esperan que un profeta de alguna manera lo sepa todo. Lea las historias de los profetas y usted descubrirá rápidamente que no “lo sabían todo” y que ni siempre entendían todo lo que Dios les había dado. Jesús Cristo fue la única excepción, e incluso Él no dijo todo lo que sabía.

Muchas de las profecías dadas por Dios, de una manera similar a cuando Jesús Cristo hablaba en parábolas, no son dadas para ser fácilmente entendidas. Dios es la fuente, y Él tiene un propósito para el “cuándo” y “cómo” Él da la profecía. Primero Él da la profecía y después revela los eventos proféticos. Así, podemos encontrar en la Biblia muchos ejemplos de tales cosas. Más sobre esto se tratará en los sermones futuros.

Durante el ministerio de Cristo los discípulos siempre desearon conocer el significado de sus parábolas y profecías. Cuando se le preguntaba, Cristo generalmente les daba una respuesta muy básica que les satisfacía en el momento. Sin embargo, los discípulos no llegaron a comprender verdaderamente muchas de estas parábolas, dado que son de naturaleza espiritual, hasta que recibieron el Espíritu de Dios en el Día de Pentecostés en el año 31 DC. Pero incluso viviendo el resto de sus vidas como apóstoles de Dios, sirviendo a la Iglesia primitiva, no pudieron entender nada de lo que es profético en su naturaleza, por que era el propósito de Deus revelar estas cosa solamente ahora, en este fin de los tiempos en los que estamos viviendo.

El apóstol Juan, quien escribió el libro de Apocalipsis, no entendió ni el 10% de lo que escribió. Ezequiel recibió la profecía acerca de Israel y de su cautiverio por los asirios después de que Israel ya hubiese sido llevado cautivo por ellos. Él fue ridiculizado como un profeta, porque las personas de su tiempo no entendían que estas profecías eran para un tiempo futuro.

Daniel escribió muchas cosas sobre el fin de los tiempos y quería saber el significado de aquello que él mismo escribió. Sin embargo, Dios le dijo que cerrase el libro y que siguiese su camino, porque esas profecías no eran para él ni para el tiempo en que vivió.

El apóstol Pablo no entendió la profecía que él mismo registró en 2 Tesalonicenses 2. Y en lo tocante a eso, tampoco lo entendió el apóstol de Dios para la Era de Filadelfia, el Sr. Herbert W. Armstrong, ya que estas cosas no fueron escritas para su tiempo. El Sr. Armstrong entendió parte de lo que Cristo habló proféticamente en Mateo 24, especialmente el versículo 14, que se aplica a una “obra” que Dios le comisionó para llevar a cabo, pero no tenía la menor idea del significado de los versículos siguientes, especialmente el versículo 15, que habla de cosas que tendrían lugar en un tiempo posterior al suyo. La siguiente era de la Iglesia de Dios, la Era de Laodicea, experimentaría la “abominación de la desolación” que destruiría el “templo espiritual” de Dios, la propia Iglesia, después de la apostasía de 2 Tesalonicenses 2.

¿Quién cree o entiende estas verdades proféticas tan fáciles y tan básicas sobre Mateo 24 y 2 Tesalonicenses 2, como acaban de ser explicadas? ¿A lo mejor los críticos de la Iglesia de Dios – PKG? ¿Y que decir de las enseñanzas del Sr. Herbert W. Armstrong? ¿Será que las personas en la Iglesia de Dios, que se encuentra dispersa en tantas diferentes organizaciones, creen que estos acontecimientos tengan algo que ver con ellas? A lo mejor algunos pocos crean parcialmente en esto, pero no todos. La gran mayoría, con toda seguridad, no puede creer lo que acabo de escribir.

Muchos no creen en las Eras de la Iglesia. La mayoría cree que la apostasía (el repudio de la verdad de Dios), de 2 Tesalonicenses 2 aún no ha tenido lugar y acredita que el Papa de la iglesia católica sea el “hijo de perdición”. Ellos no comprenden la verdad más básica de que estos versículos están hablando de una persona especifica, el Sr. Joseph Tkach, Sr., quien fue “asentado en autoridad” sobre el ministerio terrenal de la Iglesia. Debido a que este hombre se volvió en contra de las verdades de Dios, llevando la Iglesia de Dios a esta profética “apostasía”, él se convirtió en el “hombre de pecado” y el “hijo de perdición” que traicionó el líder espiritual de la Iglesia, Jesús Cristo. Las acciones de este hombre, traicionando a Jesús espiritualmente, superaron con creces el pecado de la primera traición física de Jesús Cristo por Judas Iscariote. La traición espiritual de Joseph Tkach, Sr. fue muchas veces peor que la traición física de Judas.

Aún sigue siendo el 27 de mayo de 2012 
¿Quién cree en lo que he dicho como profeta de Dios y apóstol de los últimos tiempos a la Iglesia de Dios? Sólo aquellos que apoyan y/o forman parte de la organización física de la Iglesia de Dios – PKG, creen que el 27 de mayo de 2012 sea el día del regreso de Cristo. Todos los demás consideran eso como una tontería y la prueba de que yo me he equivocado y también la evidencia que yo no soy un verdadero profeta de Dios. Estas mismas personas no creyeron esto antes y ahora sólo están más convencidas de que llevan la razón.

¡Los que creían antes son los mismos que todavía creen hoy! La mayoría responde a esto diciendo: “¿Cómo puede ser eso?” “¿Qué quiere decir con esto?” Este seria un comentario diplomático, pero otros ciertamente estarán aún más seguros de que yo simplemente he perdido por completo la razón y que estoy loco.

Hay personas que me acusan de “espiritualizar” las cosas. Sin embargo, todo lo que implica el proceso de personas que son llamadas por Dios, son bautizadas en agua y reciben el Espíritu de Dios, y luego empiezan a crecer como hijos engendrados de Dios, son asuntos de naturaleza completamente espiritual. Una vez que este proceso se inicia en la vida de una persona, ese mismo proceso la llevará al momento en que finalmente su cuerpo físico será cambiado por uno espiritual y esa persona podrá nacer en la Familia de Dios Elohim.

La esencia de la palabra escrita de Dios, las parábolas, profecías y enseñanzas de Jesús, son todas de naturaleza espiritual. Los que no son bautizados, y todos los que están espiritualmente dormidos (que no tiene el flujo del espíritu de Dios constantemente en su vida en este momento), no pueden “ver” lo que es básico y verdaderamente espiritual. Por lo tanto, el verdadero significado “espiritual” de Mateo 24 y 2 Tesalonicenses 2, como hemos explicado, no puede ser “visto” por estas personas. Y así, lo que oyen les suena como una “espiritualización” de algo que sólo pueden ver de una manera “física”.

Jesús habló muchas cosas que las personas no podían “oír” o “ver”. Habló de cosas físicas que sólo tenían un significado espiritual. En una ocasión, un grupo de seguidores simplemente dejó de seguirlo porque ellos también se preguntaron lo mismo: “¿Cómo puede ser eso?” Sin duda, hubo uno que otro que pensaba que él también había “perdido la razón o que estuviese completamente loco.”

Cristo dijo: “Porque mi carne es la verdadera comida [el alimento] y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.”(Juan 6:55-56)

Él les estaba hablando acerca de lo que sucedería después de Su muerte, durante la ceremonia anual de la Pascua en la Iglesia. Las personas deberían de tomar una pequeña porción de pan sin levadura (símbolo espiritual de Su cuerpo y de Su vida) y beber una pequeña porción de vino (símbolo de Su sangre y de Su vida).

“Muchos de sus seguidores escuchando esto, dijeron: Dura es esta palabra. ¿Quién la puede oír?” (Juan 6:60)

En otras palabras: tal cosa es simplemente demasiado difícil de creer que pueda ser verdad. Sus comentarios reflejaban la actitud y la creencia de que nadie podía esperar escuchar tal cosa y que simplemente no había ninguna credibilidad en lo que Él hablaba. La narración sigue y menciona que después de eso muchos dejaron de seguirle. Todo lo que podrían comprender era físico y ningún judío jamás comería carne humana o bebería cualquier tipo de sangre.

Esas eran las reacciones a las enseñanzas de Cristo una y otra vez. El mundo no puede entender lo que Él estaba diciendo, por que todas Sus enseñanzas son de naturaleza espiritual. Las profecías son espirituales en la revelación, aunque involucren eventos físicos. De la misma manera como Cristo habló de las cosas físicas que tenían un significado espiritual. Por lo tanto, ¡Sí!, Dios me ha dado la responsabilidad de enseñar el espíritu de Su palabra, pero esto no puede ser torcido para que se pueda decir que las cosas son “espiritualizadas” y que no tienen ningún fundamento o revelación de Dios.

La fecha del 27 de mayo llegó y pasó, así que ¿cómo puedo decir que este sea todavía el día del regreso de Cristo? La respuesta es una cuestión de la revelación de Dios, que es de naturaleza espiritual, pero con un resultado físico definido. Es profético. Yo no sabía de esto cuando Dios me dijo que este era el “día” del regreso de Cristo. Yo lo había visto de manera física hasta que Dios me reveló que esto era algo espiritual. En el sermón de Pentecostés (del 27 de mayo), se declaró claramente que el trabajo de los dos testigos había llegado a su fin. Esta labor terminó al final del Sabbat semanal del día 26, después de se cumplir el periodo de tiempo de 1.260 días de testimonio, como Dios había determinado.

Esa comisión, en esa fase de la obra de Dios se ha completado, como la comisión del Sr. Herbert W. Armstrong (Mateo 24:14) se completó a finales de la Era de Filadelfia, después de su muerte. Ahora que el trabajo de los dos testigos está concluido, hay una fase final de la obra de Dios que necesita ser llevada a cabo antes que Su Hijo, literalmente, regrese como Rey de reyes. Entonces ¿cómo es que se puede decir que el 27 de mayo es el “día” de Su venida y todavía ser verdad? La respuesta es emocionante e inspiradora para aquellos que creen en Dios. Pero no tiene ningún sentido para aquellos que no creen en Dios. ¡Es así de simple!

Aunque yo tenga cumplido mi tarea como uno de los dos testigos de Dios para el tiempo del fin, mi trabajo como profeta y apóstol continúa. Todo lo que fue escrito en el libro2008 – El Testigo Final de Dios será ahora manifestado a este mundo como un asunto del propio Dios. El tiempo de ser un “testigo” ante Dios fue concluido, y como siempre ha pasado en los últimos 6.000 años, nadie cree en eso, excepto los pocos a quienes Dios ha llamado y revelado Sus palabras.

El Día de Dios 
¡Ahora es el turno de Dios! ¡Esta es la “hora de ajustar cuentas” con un mundo incrédulo! El día de Dios ha llegado, y es el mismo día del regreso de Cristo.

En un reciente sermón intitulado, “La misericordia de Dios”, hablamos de la profecía de Ezequiel 12, que está relacionada con este período de tiempo. Desde el principio de los tiempos, Dios ha dado profecías a través de Sus siervos, para que fuesen registradas, sobre el fin de la era de la humanidad y el comienzo de la era del gobierno de Dios en la tierra a través de Su Mesías (del griego= Cristo).

La última profecía que Dios nos ha dado en el final de este período de 6.000 años está contenida en una tarea que Dios encargó a Sus dos testigos del tiempo del fin y que debería ser llevada a cabo en el corto período de tiempo de 3 años y medio. La acumulación de todas las profecías para el tiempo del fin, registradas a lo largo de 6.000 años de historia, es ampliada en el libro 2008 – El Testigo Final de Dios.

Del mismo modo como Dios inspiró todo lo que está registrado en ese libro, Él también reveló la fecha en la que Él quiso comunicar al mundo el momento del regreso de Su Hijo a esta tierra como Rey de reyes. Este fue un día profético dado por Dios. Fue el día de Pentecostés de 2012. Pero, lo que Dios aún no nos había revelado es que este día seria un día profético. Y por este motivo nosotros estábamos preparados para un acontecimiento de un día literal en un plano físico. El día 27 de mayo de 2012 vino y se fue, pero sigue siendo el día profético del regreso de Cristo.

Las personas pueden menospreciar, ridiculizar y condenar todo lo que quieran, y su frustración e incredulidad son bastante comprensibles. Pero yo sólo puedo dar lo que Dios me ha dado. Ese es mi trabajo. Para aquellos que creen en Dios, nosotros Le seguimos para donde Él quiera y como Él nos guíe. Seguimos avanzando en el “camino” por el que Dios nos está guiando.

En el libro de Ezequiel Dios declara que el tiempo vendrá cuando las personas ya no podrán decir que lo que Él ha hablado a través de sus profetas “ha fracasado” o que ha sido “aplazado” (que es para un tiempo futuro). Esto es exactamente lo que ha sucedido en los últimos años, sobre todo a medida que nos acercábamos al 27 de mayo de 2012.

En efecto, las personas en la Iglesia que se encuentra dispersa han hecho muchas declaraciones sobre lo que está escrito en el libro 2008 – El Testigo Final de Dios, que viene de Dios a través de uno de sus profetas. Se ha dicho en repetidas ocasiones que “todo lo que está escrito ha fallado, que los truenos y la trompetas no han sonado”. Así que, la conclusión de los demás es que yo no soy un profeta y toda la profecía que he dicho no se ha cumplido.

A medida que avanzamos en el tiempo y este año profético va pasando, las personas en la Iglesia dispersada se convencen cada vez más de que el momento del regreso de Cristo aún está muy lejos. Creen que aún tardará mucho tiempo antes que los acontecimientos del fin de los tiempos tengan lugar y antes que Cristo pueda regresar.

Dios declara a través de Ezequiel que el “tiempo” de la profecía ya no será visto como distante y lejos en su cumplimiento. Dios dice que las personas ya no podrán decir que “toda la profecía ha fallado”. La razón de todo esto es porque hay un momento en el que Dios declara que realizará todo lo que Él ha dicho y todo lo que Él ha dado a través de Sus profetas. También dice que cuando estas cosas empiecen a suceder: “Ustedes sabrán que yo soy el Eterno”. (Sinopsis de Ezequiel 12:20-28)

“Por tanto, diles: Así dice el Eterno Señor. No tardará ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se cumplirá, dice el Señor Eterno”. (Ezequiel 12:28)

De Pentecostés a Pentecostés
Dios tiene un gran propósito en “cuándo” y “cómo” Él revela Su palabra. Los Días Sagrados anuales de Dios revelan cosas que involucran Su plan de salvación que se está se desarrollando para la humanidad.

El Pesaj (la Pascua) revela la hora exacta de la muerte de Cristo como el Cordero de la Pascua, sacrificado por la humanidad, que tuvo lugar el día del Pesaj (la Pascua) del año 31 DC. La ofrenda de la “gavilla” representa la hora exacta en que Jesús Cristo subió al Padre para ser recibido como la “gavilla” en la mañana del domingo durante los Días de los Panes sin Levadura, después de haber sido resucitado, al final de la tarde del sábado, en el año 31 DC.

Pentecostés contiene un gran significado y el cumplimiento de los eventos que son parte del Pentecostés ocurre exactamente en el mismo día. Fue en el día de Pentecostés que los israelitas recibieron la ley, directamente de Dios, en el monte Sinaí. Luego, en Pentecostés del año 31 DC, el poder del espíritu Santo de Dios fue derramado sobre la Iglesia (revelando la única manera por la cual la ley de Dios pude ser cumplida. Los israelitas no podían vivir de acuerdo con la ley de Dios, aunque tengan recibido esta ley). Ese día fue el comienzo de la Iglesia y se inició la preparación de los 144.000 “primeros frutos” que reinarán con Jesús Cristo a su regreso. Todos los 144.000 regresarán con Él en el día de Pentecostés.

El día de Pentecostés (27 de mayo de 2012) que la Iglesia acaba de observar es el “día” de la venida de Cristo, como Dios dijo que sería. Pero este “día” es un día profético.

Dios dio una profecía de Daniel (la profecía de las setenta semanas) que trata tanto de la primera como de la segunda venida de Cristo. En esta profecía (que es entendida por muchos en el cristianismo tradicional como se tratando solamente de la primera venida de Cristo), Dios dijo que el Mesías sería “cortado” en la mitad de la semana. La semana de la cual se habla es la última semana de la profecía de las setenta semanas. Incluso muchos de los que son conocidos en el mundo como estudiosos de la Biblia, entienden que eso se trata de una semana profética de siete días, y que Cristo sería “cortado” en la mitad de la semana, o sea, a los tres años y medio de su ministerio, cuando fue muerto como nuestra Pascua.

Dios revela, a través de la inspiración a Sus siervos, el significado de tales definiciones como “día profético”, que significa un año literal en el tiempo. Incluso hay ocasión en que Dios muestra que un “día profético” significa mil años en el tiempo real.

El apóstol Pedro citó una profecía del libro de Joel en el día de Pentecostés del año 31 DC. Esta profecía tiene que ver con el comienzo del cumplimiento del significado contenido en el día de Pentecostés. Era el principio del establecimiento de la Iglesia de Dios del Nuevo Testamento, cuando el espíritu Santo comenzó a ser derramado sobre las personas que hacían parte de ella.

Después de profetizar sobre el derramamiento del Espíritu de Dios, un evento que en realidad comenzó en la Iglesia el día de Pentecostés del año 31 DC, Joel sigue profetizando sobre acontecimientos que tendrían lugar en el fin de los tiempos. Estos mismos acontecimientos son mencionados en el libro 2008 – El Testigo Final de Dios. Dios ha revelado ahora el momento profético para que estos acontecimientos tengan lugar.

“En el cielo y en la tierra mostraré prodigios: sangre, fuego y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.” (Joel 2:30-31)

Este “Día del Señor” es un día profético que tiene la duración de un año literal en su cumplimiento. Todo comenzó en el día de Pentecostés de 2012 y terminará en el día de Pentecostés de 2013. Dios ha revelado que el 27 de mayo de 2012 fue el “día profético” para el regreso de Su Hijo como Rey de reyes. Pero ese “día” tardará un año para ser totalmente cumplido. Esto es tan cierto como la profecía de que Cristo sería cortado en la mitad de la semana, tres días y medio, desde el comienzo de su ministerio. Estos tres días y medio llevaron un total de tres años y medio para se cumplir.

Los caminos de Dios no son nuestros caminos (Isaías 55:8). La humanidad viene rechazando a Dios a través de los tiempos, a excepción de aquellos que Dios ha llamado a Su propósito y a quienes Él ha revelado Sus verdaderos caminos. Dios tiene el derecho y la prerrogativa de hacer las cosas de la manera que Le plazca. Él puede revelar Sus palabras a través de Sus profetas de la forma que Él quiera hacerlo.

Hay mucha gente que simplemente “odia” esas declaraciones proféticas porque odian a los caminos de Dios. Lo escrito en el libro 2008 – El Testigo Final de Dios no se trata de mis propias ideas o mis propios caminos, pero son revelaciones de Dios a uno de Sus profetas. Los que odian a Dios también odian a Sus profetas y consideran a ellos, a sus acciones y sus palabras como arrogantes y orgullosos. Eso es algo que no puedo evitar y yo desearía que eso no fuera así. No es muy agradable ser la comodilla de la gente y tener que soportar su odio y su burla. Sin embargo, acepto de buen grado todo lo que Dios me da y que me permite compartir en las obras que glorifican a Él y a Su Hijo.

Ninguno de los profetas de Dios y ninguno de los del pueblo de Dios puede probar o demostrar a los demás aquello que es verdadero y que precede de Dios. ¡Ese es el trabajo de Dios! Él declara que Él hará eso. Y para las personas que viven en este tiempo del fin, Él lo hará durante este profético “Día del Señor”, que estará se cumpliendo durante todo un año, de Pentecostés a Pentecostés.

Ahora los truenos de Apocalipsis se vuelven progresivamente más fuertes y las trompetas del Apocalipsis sonarán dentro de este año. Sólo Dios puede probar Sus propias palabras a la humanidad. La primera trompeta comenzó a sonar el 14 de diciembre de 2008, y ahora las demás trompetas están a punto de sonar.

Dios dice de Sus dos testigos que Él los hará “estar de pie” a la vista de los demás. Dios probará las palabras y la obra que ha hecho a través de ellos. Esto también es cierto para toda la Iglesia de Dios, que como testigos reflejan la obra de Dios a través de todo Su pueblo en este tiempo del fin. Él hará que todo Su pueblo “esté de pie” a la vista de todos los demás en este mundo, a Su tiempo y a Su propia manera.

Dios hará que Sus palabras “permanezcan firmes” a la vista de todos los que viven en esta tierra. Dios tiene un plan para librar a millones de personas y para llevarles a Su nueva era que está llegando: el reinado milenario de Su Hijo sobre toda la tierra.

Durante este profético “Día del Señor”, Dios también va a ofrecer la liberación a 63.000 personas que fueron bautizadas en la Iglesia de Dios antes de la apostasía de 1994. Sin embargo, esto también significa que durante todo este “día profético” Dios hará temblar Su Iglesia dispersada con la muerte de 7.000 personas específicamente nombradas por Aquel que no les permitirá vivir en el Milenio. ¡El último día de Dios ya ha comenzado!