Ronald Weinland

SENTIDO DE URGENCIA

Ha sido mencionado en una de las entradas anteriores que estábamos en el mediodía en el día del Eterno y que de ese momento en adelante las sombras de la tarde se extenderían hasta que este día llegue a su fin.

Fue a partir de este ejemplo, de las sombras de la tarde se extendiendo, que Dios declaró que habría un tiempo en que Él ejecutaría Su juicio sobre Israel. Creemos que estamos en este momento en este día profético y que durante este período Dios ejecutará Su juicio final sobre todo el mundo, para marcar el comienzo de una nueva era.

La referida entrada fue escrita a modo de amonestación a la Iglesia de Dios, para recordar la importancia de estar espiritualmente en guardia y listos. También fue escrita para alentar un mayor grado de sobriedad en lo tocante a la realidad de los horribles acontecimientos del tiempo del fin, que de veras pueden tener lugar en cualquier momento. Concientizarse de eso y mantener esta concientización no es algo fácil, pero necesario.

Solamente con el Espíritu de Dios podremos nos mantener firmes en el propósito de no perder el foco y ser constantes en la fe. Esto es algo que se hace aún más urgente para nosotros cuando le agregamos el hecho de que hay un mundo espiritual maligno, que está muy agitado y cuyo objetivo es distraernos de nuestro enfoque espiritual. Estos seres intensifican todos sus esfuerzos para desviar nuestra atención hacia nosotros mismos. Su tiempo es corto y ellos lo saben. Usted necesita “ver” esta realidad como una guerra que está se librando en un gran campo de batalla. Usted debe enfrentar esta batalla como la mayor batalla espiritual en la alguna vez ha estado involucrado.

El Sr. Herbert W. Armstrong usaba de forma consistente el sentido de urgencia que le fue dado, en lo que se refiere a la obra de Dios y la participación de la Iglesia en ello. Todos debemos aprender de su ejemplo, ya que más que nunca, todos necesitamos tener el mismo sentido de urgencia en nuestra vida espiritual y aferrarnos constantemente a él, hasta el día del regreso de Cristo, no importando cuando eso vaya ocurrir.

El mundo rechazó el Pésaj de Dios
La Iglesia de Dios ha sido guiada por un fuerte deseo por el regreso de Jesús Cristo. Durante las décadas pasadas, Dios ha revelado claramente a la Iglesia que el mundo se precipita hacia la próxima y última guerra mundial, que será seguida rápidamente por la intervención de Dios para poner fin a esta guerra, evitando así que la humanidad se aniquile a sí misma.

Así que, mantenemos nuestros ojos fijos en el reloj de este fin de los tiempos, que no se detiene. Dios nos ha concedido muchas ocasiones de fijarnos en ejemplos de las Escrituras que nos motivan, nos inspiran, e incluso nos desconciertan, ayudándonos a crecer espiritualmente y a mantener nuestro foco en la carrera que estamos corriendo. La entrada anterior, a la que me referí en el comienzo, es un buen ejemplo de esto, porque menciona Escrituras que hablan de cómo Dios ejecutará Su juicio sobre Israel, después del mediodía de este Día del Señor, cuando las sombras de la tarde empiecen a extenderse.

Es obvio para nosotros que el mediodía en este día profético no ha sido el comienzo de la ejecución del juicio de Dios y tampoco la reanudación del toque de las trompetas del Apocalipsis. Eso no ha comenzado. Continuamos luchando la batalla que tenemos ante nosotros y procuramos estar más alerta y en guardia. Sabemos que este tipo de eventos pueden comenzar a tener lugar en cualquier momento, cuando Dios quiera que eso pase. Sin embargo, en la presente entrada, se nos está dando otro marco importante en el tiempo, que hemos de considerar, a pesar de que todo todavía podría comenzar antes de esa fecha.

Nos acercamos rápidamente a la temporada de la observancia del Pésaj y los Días de los Panes sin Levadura. Es a partir de este período que empieza el recuento final para el Pentecostés (contar 50), que anuncia la coronación del Cordero Pascual como Rey de reyes. Vamos a considerar algunos de esos versículos relacionados con nuestro sacrificio del Pésaj, que vino por primera vez como un cordero y que pronto vendrá como un león. La ejecución del juicio de Dios sobre Israel y el mundo tiene mucho que ver con su rechazo a Su Hijo.

Este es el relato de la muerte del Hijo de Dios.

“Desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? (que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?).” (Mateo 27:45 – 46).

“Pero Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Entonces el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo; la tierra tembló, las rocas se partieron.”

(Mateo 27:50-51).Desde el mediodía hasta las tres de la tarde de aquel día del Pésaj, Jesús Cristo entró en la etapa final de su tortura agonizante, que llegó a su fin después que un soldado le atravesó el costado con una lanza (Juan 19:34), de su cuerpo salió agua y sangre, y luego él murió. El Padre de Cristo marcó aquel momento trayendo la oscuridad sobre toda la tierra cuando Su único Hijo estaba muriendo, una muerte cruel y horriblemente injusta. El mundo siempre ha sido cruel con aquellos que Dios ha enviado.

¿No sería, de hecho, más que justo, que este Día del Eterno, también conocido como el Día de la Venganza de Dios, igualmente incluyera la respuesta de Dios al mundo, de acuerdo con la “hora” de la muerte de Su Hijo?

En este Día del Eterno, las ‘tres de la tarde’ llegarán en el 4 de abril. Sin embargo, los relatos de la muerte de Cristo mencionan que esto ocurrió alrededor de las tres de la tarde, y siendo así eso podría ocurrir un poco antes o un poco después. En todo esto, la Iglesia de Dios sigue vigilando (física y espiritualmente), con gran interés, esperando a ver cuando Dios empezará a ejecutar Su justo juicio sobre el mundo, para que el orgullo y la maldad puedan ser abatidos y la humildad empiece a prevalecer.