Ronald Weinland

Ayer, mi mujer estuvo hablando con una persona que estaba “espiritualmente intranquila”. Esta persona estaba molesta porque tiene la impresión de que algunas personas en la Iglesia se preocupan demasiado acerca de la profecía, ya que este es el asunto de gran parte de sus conversaciones. Este individuo también ha dicho que como nada ha pasado el 4 de abril, algunos podrían abandonar la Iglesia.

Esa fecha, que ha sido mencionada en una entrada, está relacionada con un período de tiempo, dentro del día profético de un año, cerca de la tres de la tarde (15:00), que fue cuando Jesús murió en el día del Pésaj. Esa fecha no fue mencionada como siendoel día en que la segunda trompeta sonaría o como la fecha de algún gran evento asociado con él toque de esta trompeta. Esa fecha fue dada como una cuestión de sobriedad acerca de los tiempos proféticos en que vivimos y la necesidad de estar constantemente alerta y en guardia – tanto física como espiritualmente.

Así que mi pregunta es: “¿Por qué?” ¿Por qué esos no pueden ser tiempos en que la profecía sea una parte primordial de las conversaciones? Si uno se dedica a hablar de estos temas, ¿significa eso que esta persona deja de lado el amor, el cuidado y la preocupación por los demás, al no participar en conversaciones más informales o más personales? ¡Qué tontería! Para mí, como siervo de Dios y ministro en la tierra de Su Iglesia, esto simplemente refleja la seriedad espiritual de esta persona, dado los tiempos sumamente proféticos en los que vivimos.

No hay un momento más profético para el cumplimiento que ahora. Nunca ha habido y nunca habrá un tiempo en que más profecías serán cumplidas que este tiempo del fin. Una inmensa parte de la profecía contenida en las Escrituras es para este período de tiempo en que vivimos. Discernir el tiempo en el que estamos viviendo es algo que debe nos estimular y concientizar de la necesidad de estar cada vez más cerca de Dios. El hecho de que sepamos en que tiempos vivimos debe nos motivar en nuestrosesfuerzos para estar más en armonía con Dios y vivir y practicar más plenamente Su forma de vida hacia los demás. Esto es especialmente cierto cuando comprendemos que Satanás y el mundo demoniaco están nos atacando constantemente con todo lo que tienen. ¿Usted cree, con todo su ser, que eso es verdad? Porque si usted no lo cree, usted es un blanco perfecto y fácil.

Si usted cree que hay grandes batallas espirituales que están se librando en este momento, entonces, ¿qué está haciendo usted para protegerse y proteger su propia vida espiritual y su relacionamiento con Dios? ¿Hay algún pecado secreto en su vida? ¿Está usted orando diariamente y estudiando regularmente la Palabra de Dios, leyendo la Biblia y escuchando sermones que han sido dados antes y/o leyendo la verdad que Dios ha puesto a su disposición en nuestros diferentes sitios web?

Si usted es un ministro, ¿cuando ha sido la última vez que usted ha examinado y vigorizado a si mismo sobre como ser un mejor instrumento al servicio de Dios? Y si esas batallas que se están librando en el mundo espiritual son reales, porque estos seres saben que su tiempo es cada vez más corto, ¿cree usted que usted es uno de sus blancos? Cada uno de ustedes es un blanco, ¡y usted no puede valerse por si mismo!

Entonces, ¿cuando ha ayunado usted por última vez? ¿Cuándo ha sido la última vez que buscó arrepentimiento, en ayunas, para que usted pudiese verse a si mismo más claramente y para ver más nítidamente las cosas que usted debe cambiar en su vida, en lugar de ver tan claramente cuáles son los problemas en la vida de otras personas? Para la naturaleza humano es muy normal mirar hacia los otros y no a nosotros mismos. Sin embargo, ver a uno mismo es la mayor batalla espiritual de cada uno de nosotros.

Un Relacionamiento Personal con Dios
Así que, “¿qué pasaría si” alguien abandonase la Iglesia de Dios por algo tan trivial como lo que ocurrió o dejó de ocurrir el 4 de abril? Si algo tan pequeño es razón para que uno abandone la Iglesia de Dios, entonces no hay nada que usted pueda hacer para cambiar eso. Esta es una elección que Dios nos permite hacer, porque Él no trata decontrolar la vida de nadie. Es una cuestión espiritual, que tiene que ver con un relacionamiento personal con Dios. Nadie, excepto nosotros mismos, tiene el control sobre este relacionamiento. Algo que Dios me ayudó a aprender hace mucho tiempo es que la vida espiritual de cada persona está en las manos de esta persona y de nadie más. Algunos pueden influir fácilmente en la vida de estas personas (especialmente los más cercanos a ellas), haciéndolas dudar, sospechar y se cuestionar sobre los demás, pensando mal de ellos, y tantas otras cosas que hacen daño en la vida. Porque esta es la tendencia y reacción natural del razonamiento humano egoísta.

Pero un verdadero relacionamiento espiritual con Dios es diferente. En este relacionamiento uno debe elegir luchar en contra de su propia naturaleza, y buscar a Dios activamente, para que la naturaleza de Dios pueda gobernar en su vida. Esto es el resultado de una elección personal y una participación activa. Un verdadero relacionamiento espiritual con Dios viene del esfuerzo genuino y comprometido, luchando con el fin de permanecer en Sus caminos, en unidad de espíritu.

Pero, “¿qué pasaría si” la segunda trompeta realmente hubiera sonado el (o cerca del) 4 de abril? ¿Sabe usted con seguridad si esto realmente ha pasado? ¡Yo no! A lo mejor ha sonado y algo se puso en marcha en esos momentos, con el fin de cumplir lo que esa trompeta determina. ¿Está usted vigilante (física y espiritualmente), permaneciendo en guardia en la batalla, y sobrio en su creencia en este tiempo del fin? Como un ministro, que está alerta y en guardia, ha mencionado, hasta mismo el día 9 de abril podría ser un día crucial, ya que a partir de está fecha faltan apenas 40 días para el Pentecostés, y esto sigue siendo “alrededor” de las tres de la tarde (15:00). Estas observaciones son muestras de un estado de alerta espiritual y sabiduría para ayudar a uno a mantenerse en este estado, con sobriedad de mente. Eso no significa que vamos a ver algo concreto en el día 9 de abril, o que algo de importancia ocurrirá en esta fecha, pero es algo que hace parte de nuestra postura de estar listos y sobrios.

¿Qué pasaría si Corea del Norte hubiera puesto algo en marcha el 4 de abril? ¿O si hiciera algo el 9 de abril que diera lugar a un cumplimiento más tarde? Simplemente no lo sabemos, pero como parte de nuestra profunda y permanente convicción de que Cristo está prestes a volver, buscamos estar alerta espiritualmente y siempre en guardia en lo que se refiere a nuestra propia condición espiritual. Esto es algoespiritual, que ni usted ni yo podemos dar a los demás. Sólo uno mismo puede buscar y se esforzar para que esto se haga realidad, para que la verdad sea un ejemplo en su propia vida. Y así, otros con la misma mentalidad, podrán ser alentados e inspirados, porque usted está siendo bendecido en poder reflejar una parte de la vida de Dios para con los demás en la comunión que tenemos la bendición de poder tener los unos con los otros.

No hay excusas para que ninguno de ustedes ignore la gran guerra espiritual que ahora está siendo librada. Su capacidad y el grado en que usted puede ver esto depende de su verdadera condición espiritual y de su relacionamiento con Dios. ¿Las batallas y pruebas a su alrededor han aumentado o disminuido en los últimos meses en comparación con años anteriores? ¿Son las batallas en todo el Cuerpo de Cristo hoy menores que un o dos años atrás? Jesús Cristo comparó las dificultades que experimentaríamos en la vida antes de su regreso con las de una mujer en trabajo de parto. Las dificultades y el dolor no disminuyen a medida que se acerca el nacimiento, pero aumentan.

Las batallas que tenemos delante de nosotros son reales. Su condición espiritual y su relacionamiento con Dios son reales, sean ellos fuertes o débiles. Si son débiles, ¡entonces su vida está en grave peligro! Usted y sólo usted puede buscar y se esforzar para tener un fuerte relacionamiento con Dios Todopoderoso. Dios nos ofrece ese relacionamiento, pero ésta es una decisión personal de cada uno, que debe ser acompañada de un esfuerzo activo de nuestra parte, si queremos mantener este relacionamiento. Tal relacionamiento no es algo que “simplemente sucede”.

Y “¿Qué Pasaría Si …”
Dios está diciendo a Su iglesia que hay decisiones que deben tomarse ahora. La realidad y la verdad es que esto es lo que usted está haciendo de todos modos, mismo que usted no lo diga. “¿Qué pasa si” el 19 de mayo es simplemente otro día de Pentecostés, sin el cumplimiento de la resurrección de los primeros frutos y del regreso de Cristo? ¿Le causa esta simple pregunta pánico, angustia o temor? Si es así, ¿por qué hay pánico, y por qué hay miedo? ¿De dónde viene eso? Y ¿cuál es la causa de eso?

Si sólo se tratara de otra celebración de Pentecostés y nada más llegara a suceder el 19 de mayo, ¿dejará la Iglesia de Dios de existir? ¿Estará entonces en otra parte o ya está en otra parte? ¿Las verdades de Dios dejarán de existir o cree usted incluso que no las tenemos? ¿Está usted seguro de eso? ¿Tiene usted dudas acerca de estas cosas? Si es así, ¿por qué? Usted y sólo usted puede contestar a estas preguntas delante de Dios.

Entienda usted eso o no, el hecho es que usted ya ha estado contestando a estas preguntas mediante la manera en que usted está viviendo en estos momentos. Afortunadamente, la mayor parte del pueblo de Dios en los últimos meses ya ha respondido a estas cuestiones relativas a la fecha de 19 de mayo de 2013. Este entendimiento espiritual trae la paz, la audacia de la fe y la confianza de espíritu de que nuestra vida no gira en torno a una fecha específica para el regreso de Cristo, sino que gira en torno de la manera en que uno vive ante Dios y ante los demás. Lo que es espiritual gira alrededor de la forma de vida que Dios nos da para vivir. Si no vivimos de tal manera, entonces fechas, profecías, verdades, o el retorno de Cristo tienen poco significado. (1 Corintios 13).

Es normal sentir algo de miedo y pánico acerca de 19 de mayo, debido a probaciones que aún desconocemos respeto a nuestras financias, nuestro trabajo, nuestra familia, amigos, etc. Pero eso es algo que enfrentaremos cuando venga, al igual que hemos hecho con otras pruebas en el pasado. No hay nada que podamos hacer acerca de ese“qué pasaría si” a menos que, o hasta que, esto sea una realidad. Y entonces, como siempre, con la ayuda de Dios, seguiremos adelante, enfrentado esas probaciones.

Pero si tenemos temor y pánico a causa de persistentes dudas, interrogantes (no preguntas), e incertidumbre, entonces Jesús Cristo le dirá – ya le está diciendo: “¡Oh hombre de poca fe!” La fe, o sea, vivir según lo que Dios nos da para que creamos en ello, es algo que viene de Dios y es espiritual. No es algo que usted pueda dar a nadie, tampoco obtener de nadie, excepto de Dios, a través de un relacionamiento activo y muy personal con Él.

En cuanto a mí, creo que estamos en el Día del Eterno. Yo vivo en esta fe, al igual que lo he hecho en relación al 27 de mayo. Cuando ese día llegó y se fue, la Iglesia estaba todavía aquí y seguía muy viva. Las vidas espirituales y los relacionamiento de los hermanos con Dios no desaparecieron, pero en las semanas que siguieron los relacionamiento entre Dios y la mayoría de los hermanos se han fortalecido. ¿Cómo eso ha pasado? Eso ha sido el fruto y el resultado del Espíritu de Dios obrando en los que se sometieron al proceso y por lo tanto recibieron una mayor convicción, fuerza y más cualidades del carácter de Dios. Todo eso ha sido diseñado y orquestado por el Maestro Alfarero, Dios Todopoderoso.

Algunos no lo han hecho tan bien en estos últimos meses, pero para Dios nunca es tarde para que se arrepientan de lo que les ha estado impidiendo de seguir adelante. Si usted no sabe lo que le está impidiendo, ponga en practica la herramienta espiritual del ayuno como se describe en Isaías 58 y busque la ayuda de Dios para identificar el pecado y para arrepentirse. Tener un relacionamiento sincero con Dios, en espirito y en verdad, es algo que está solamente en nuestras propias manos.

Yo no creo en un “¿y que pasaría si…?” con respecto a 19 de mayo, pero basta con decir que si eso venir a pasar, al igual que con el 27 de mayo, yo seguiré adelante de la misma manera. Porque yo sé que la Iglesia de Dios seguiría existiendo y seguirá adelante, a la espera de la orientación de Dios y de Cristo, en una mayor y más fuerte verdad. La “presente verdad” y nuestra comprensión cambiarían un poco, como siempre pasa cuando Dios nos revela algo nuevo. Entonces, como siempre ha pasado, todo se hará más claro, para que podamos seguir creciendo constantemente y para que podamos estar más en unidad con Dios. Estamos luchando en una gran guerra espiritual y seguimos avanzando hacia adelante. El pueblo de Dios es el pueblo “de Dios”, y NO hay miedo en ninguno de ellos, pero sólo el crecimiento de la fuerza espiritual, la audacia, la paz y la confianza de que Dios conduce a Su pueblo, a Su manera y en Su tiempo perfecto. Nuestras vidas no giran en torno a conjeturas como “qué pasaría si”, sino que en torno a “lo que es”, como una forma de vida para ser vivida en espíritu y en verdad delante de nuestro grande y amoroso Padre.