Ronald Weinland

LA CREACIÓN DE DIOS

En una de las últimas entradas hemos hablado un poco sobre la historia de la Iglesia y sobre el proceso que Dios ha usado para guiar al Sr. Herbert W. Armstrong para ver, y enseguida corregir, el día de la semana en el que el Pentecostés siempre debe ser observado.

Ese episodio de nuestra historia nos enseña mucho acerca de cómo Dios trabaja con Su Iglesia y la dirige – probándola y refinándola. Aunque sólo tenga sido mencionado brevemente en la referida entrada, hay un aspecto de esta parte de nuestra historia que abordaremos con más detalles en la presente entrada. Este aspecto está relacionado a la grandiosidad del proceso de la creación que Dios está llevando a cabo dentro de la Iglesia.

Inmediatamente después de que una persona es bautizada, ella recibe la imposición de manos por parte del ministerio, recibiendo así el Espíritu de Dios en su vida. Es en este momento que somos engendrados por Dios, recibiendo Su Espíritu en nuestro espíritu – la mente de Dios en nuestra mente. Esto es el principio de la creación activa de Dios de ELOHIM, en la persona recién-bautizada. Es a partir del momento que uno es engendrado por Dios que la vida gana un increíble significado y un propósito. La plenitud de algo así no puede ni siquiera comenzar a ser comprendida por la persona que lo experimenta en el momento que ella lo experimenta.

Esta experiencia consiste primero de un “llamado”, a través del cual una persona es atraída a la Iglesia de Dios. La persona comienza a recibir el conocimiento de la verdad y se convence de que la debe obedecer. Luego, comienza a ver la necesidad del perdón de todos los pecados pasados, y por lo tanto, la necesidad de ser bautizada. Junto con este deseo de ser bautizada y de recibir el perdón de los pecados, esta persona empieza a darse cuenta de que necesita del espíritu de Dios en su propia vida.

Este proceso que acabamos de describir es fundamental para que uno empiece a desarrollar la comprensión y el entendimiento espiritual. Uno no tiene la capacidad de comprender la magnitud de lo que está sucediendo realmente en ese momento. Esa apreciación y comprensión espiritual es algo en lo que podemos crecer con el tiempo. Tal comprensión, profundo agradecimiento, y la admiración (reverencia) de nuestra parte, crecerán y se desarrollarán en un proceso permanente de maduración espiritual. Esto es algo que no sólo ocurre de forma individual, como un proceso de crecimiento particular, sino que es un proceso de crecimiento y desarrollo de “la Iglesia”. Un proceso que Dios también viene madurando a través del tiempo.

Una Iglesia en Crecimiento
Las personas pueden madurar espiritualmente, y “la Iglesia” también madura como el instrumento a través del cual Dios está creando Su Familia. Al saber cómo Dios ha trabajado con la humanidad en los últimos 6.000 años, teniendo como objetivo principal durante todo ese tiempo la creación de los 144.000, podemos observar que el método (el proceso) que Dios tiene usado en la creación de ELOHIM, ha sido también un proceso de maduración (o un método de crecimiento para el desarrollo). Durante este período de tiempo, Dios ha ido revelando progresivamente, cada vez más, acerca de Su propósito y plan. Dios sigue construyendo, y al hacerlo, Su plan sigue desarrollándose, incluso en lo que se refiere a los medios de crecimiento, desarrollo y maduración de la propia Iglesia. A falta de una expresión mejor: ¡Esto es impresionante! Lo que Dios hace y cómo Él lo hace – como Dios crea ELOHIM – es de hecho algo que debe nos llenar de asombro. Para ver todo esto más claramente, es importante dar un paso atrás y simplemente mirar cómo Dios ha estado desarrollando este proceso (de continua maduración) por medio del cual Él está creando Su Familia.

En los primeros 4.000 años, Dios trabajó principalmente con una sola persona (o sólo unos pocos) a la vez. La estructura en la que el proceso de la creación de Dios podría ser incrementado y crecer de forma dinámica, de una manera más madura, tuvo que ser edificada (construida) meticulosamente y con gran exactitud, durante un largo período de tiempo, con el fin de construir lo que era necesario para dar una gran estabilidad y un marco adecuado a lo que vendría a seguir.

Después de esos 4.000 años, Jesús Cristo vino para cumplir el papel de nuestro sacrificio del Pésaj, y también para dinamizar este “proceso de maduración” de la creación. Él vino para ser la “piedra principal” de la creación de Dios. Una vez que Jesús ha sido “asentado” en el lugar que le corresponde dentro del proceso de creciente desarrollo de la creación de Dios, un gran paso adelante ha sido dado en ese proceso: el establecimiento de la “Iglesia”. En ese momento, el proceso de creación de ELOHIM ha sido poderosamente incrementado.

“Fue así como los que recibieron su (de Pedro) palabra fueron bautizados, y ese día se añadieron como tres mil personas.” (Hechos 2:41).

En ese día de Pentecostés en el año 31 DC, cuando Pedro dijo esas palabras, cuando tres mil personas fueron añadidas a la Iglesia en un sólo día, el método de desarrollo (creación) de ELOHIM dio un gran paso hacia delante (madurando). A medida que los apóstoles eran inspirados a enseñar y escribir lo que luego serían Las Escrituras, este proceso en el desarrollo de ELOHIM era más y más perfeccionado. Juan fue el último apóstol vivo de los primeros apóstoles, y mismo siendo ya mayor, siguió como líder de la Iglesia. Mientras escribía el libro del Apocalipsis y las 3 epístolas (I, II y III Juan) Dios le bendijo con un profundo entendimiento espiritual de temas como el anticristo, de la manera cómo Él y Cristo habitan continuamente “en” una persona que ha sido engendrada pelo Espíritu de Dios , y sobre el tema del amor (ágape) en sí. Esta enseñanza madura, dada a través de Juan a la Iglesia, ayudó a la Iglesia a avanzar aún más en el proceso de creación, y ayudó a “poner” a la Iglesia en el camino en el que ella seguiría, dentro de esta estructura básica (establecida en el tiempo de Juan), en los siguientes 1.800 años. Pero durante la Era de Sardis, la Iglesia comenzó a perder lo que Dios le había dado.

La Preparación para el Milenio
Después de trabajar 4.000 años en una forma más individual, la creación de ELOHIM avanzó considerablemente, por que Dios ha creado (ha construido) un segundo poderoso medio a través del cual grandes números de personas podrían ser creadas para poder hacer parte de Su Familia, en los siguientes 1.900 años. Cuando Dios llamó al Sr. Herbert W. Armstrong y comenzó a trabajar a través de él para restaurar la verdad a Su Iglesia, Dios comenzó a hacer mucho más aún. Dos grandes fases en este proceso de la creación de Dios habían estado siendo desarrolladas durante los últimos 6.000 años. En la primera fase Dios trabajó más directamente y sólo con un individuo (o con algunos pocos) a la vez. La segunda fase, que se estableció con la primera venida de Cristo, llevó a la fundación de la Iglesia. A través del Sr. Herbert W. Armstrong y de esta última era de la Iglesia de Dios – PKG, Dios ha estado preparando el próximo gran paso hacia adelante, algo que es casi incomprensible, que será dado por Su Iglesia, en el Milenio.

Por medio del Sr. Herbert W. Armstrong Dios no sólo ha restaurado grandes verdades a la Iglesia, dándole una gran capacidad para difundirlas, a través de un crecente mundo tecnológico, sino que también empezó a construir la estructura para la edificación de un continuo y crecente tercer método de desarrollo para “la Iglesia”.

Después de ser moldeado y formado para liderar la Iglesia de Dios durante la Era de Filadelfia, Dios inspiró al Sr. Armstrong para que escribiera el libro El Misterio de los Siglos. Este libro describe, de la manera más detallada y madura que nunca, el plan, el propósito, y la obra de Dios a través de los tiempos. Este libro es el producto final de la acumulación de todo lo que Dios ha estado moldeando, enseñando, y revelando al Sr. Armstrong durante más de cinco décadas. El Misterio de los Siglos refleja una madurez mucho más grande, que Dios había desarrollado dentro de Su Iglesia, con el fin de prepararla para lo que Él iba a construir sobre eso, después de la Apostasía. El trazo claro y conciso de la obra de Dios a través de los siglos, que figura en ese libro, fue el marco y el catalizador que permitió que el remaneciente de la Iglesia de Dios fuera tan rápidamente restablecido después de la Apostasía. Todo eso ha sido diseñado por Dios, y Él está trabajando para edificar y preparar Su Iglesia para la siguiente gran fase de Su creación, en constante desarrollo, de ELOHIM.

No quisiera que usted entendiera mal la manera cómo se está utilizando el término “Iglesia” y su proceso de constante desarrollo en esta entrada. Esto no significa que las personas que están en la Iglesia de Dios hoy, sean más maduras que las personas que estaban en la Iglesia de Dios en el pasado. Eso no es cierto. Dios moldea, forma, y hace la obra de la creación (de ELOHIM) en cada persona que permanece en Él y en Cristo, para que cada uno pueda ser llevado al punto de madurez individual en el que pueda ser transformado de mortal a inmortal, en Su Reino. Sin embargo, el desarrollo del proceso (sobre todo dentro de la Iglesia) por el cual las personas pueden crecer y ser moldeadas con mayor rapidez, es el resultado de la revelación progresiva de Dios y del proceso creativo a través del tiempo.

Una vez que la construcción del plan de Dios y de Su proyecto de más de 4.000 años ha sido concluida y registrada en las Escrituras, nuestro sacrificio del Pésaj, que se convertiría en el Mesías, reunió las partes fundamentales del plan de Dios para que miles de personas pudiesen ser moldeadas, de una manera más madura (proceso de desarrollo) y eficaz. Pero mismo así, no serían muchos los llamados, ya que sólo 144.000 iban a ser desarrollados, moldeados y creados para estar en el Reino de Dios, en la venida de Cristo.

Dios ya ha concluido la construcción de la estructura de Su gobierno espiritual y de Su sacerdocio para el Milenio. Cuando terminó la fase de la construcción de Su Reino, Él también preparó, simultáneamente, los eventos finales para Su Iglesia en el tiempo del fin. Eventos que han sido plenamente vividos por la Iglesia, y que servirán como una especie de piedra conclusiva de toda la historia, la experiencia y la enseñanza, que allana el camino para la siguiente gran fase de la creación de Dios. Después de 6.000 años, la estructura completa del sacerdocio y del gobierno de Dios para los próximos 1.100 años, ahora ha sido establecida. A través de este período de tiempo, el propio proceso de la creación ha sido totalmente perfeccionado y desarrollado, para permitir que aquellas personas que vivirán durante ese tiempo que ahora está delante de nosotros – millones y billones de personas simultáneamente – sean más rápidamente y más fácilmente creadas en ELOHIM.

Dios acaba de nos enseñar el poder de este proceso madurado de creación, que ha sido experimentado por nosotros, en Su Iglesia, en los últimos cinco años. El más impresionante de todo eso, es que todo ha sido realizado durante la era del reinado de Satanás, y además, en el momento que el mismo Satanás y sus demonios atacaron al pueblo de Dios y trataron de causar daños en nuestro medio. La controversia de Dios sobre Sión, que ha durado milenios y milenios, ha sido resuelta. Dios “es Todopoderoso”, y todo pasa como Él lo dice. ¡Lo que hemos vivido es algo realmente increíble!

De Pentecostés a Pentecostés
Todo lo que hemos abordado hasta aquí, ha sido para traernos a este punto. Hemos crecido y ahora abrazamos una increíblemente significativa, maravillosamente hermosa y única expresión: de Pentecostés a Pentecostés. Esta expresión que usamos ahora, en este momento en la historia de la tierra, está llena de la visión, del enfoque y de la gran expectativa que tenemos del cumplimiento de la promesa de Dios, registrada por Daniel, sobre la conclusión de este tiempo del fin, y el establecimiento de Su Reino en este mundo.

En entradas anteriores, hemos hablado de la maravilla de la creación de las galaxias, en las que hay una gran cantidad de complejidades en el universo, que proclaman la majestad y la suprema grandeza de Dios Todopoderoso, que es nuestro Padre. Sin embargo, la creación de la humanidad dentro de ELOHIM, es la mayor de todas las maravillas, por excelencia. David habló de las estrellas en el cielo y reflexionó sobre la importancia que Dios debió de dar a la humanidad, para que Él se recordase de ella (de la humanidad). Todo lo que conocemos y podemos ver del universo hoy en día, haz con que lo que David supo y vio entonces, parezca muy poco. Nuestro aprecio, agradecimiento y admiración hoy en día también deben ser mucho más grandes, debido a la revelación progresiva de Dios, y al gran desarrollo de este proceso creativo, que ahora obra en nuestras vidas.

El diseño, la planificación, la preparación para la construcción, y la edificación que tiene lugar en cada una de nuestras vidas, con el fin de crear ELOHIM, es algo que va más allá de lo que podemos comprender. Sin embargo, debemos realmente conocer y estar totalmente seguros de esta verdad de Dios, que obra en nuestras vidas. Aunque seamos incapaces de comprender eso plenamente, Dios nos está dando una apreciación cada vez mayor de la obra, de la complejidad implicada en este proceso, de la exactitud y de la absoluta maravilla de lo que hemos estado viviendo en los últimos años de este tiempo del fin.

Esta entrada ha sido inspirada por un comentario hecho por una persona en una carta que recibí esta semana. Esta persona se refiere a algo de lo cual he hablado en varias ocasiones sobre el Pentecostés de 1974. Esto está relacionado a lo que he mencionado en el comienzo de esta entrada, acerca de cuando Dios llevó el Sr. Herbert W. Armstrong a ver y corregir el día de la semana en el que el Pentecostés debe ser observado. Esta persona escribió: “Sigo esperando el momento en el que usted va a decir algo sobre el próximo Pentecostés (en el 2014), porque serán exactamente 40 años desde entonces (1974)”.

Gran parte del plan de Dios, en lo tocante al fin de los 6.000 años del auto-gobierno del hombre y el fin del reinado de Satanás sobre la tierra, tiene que ver con de Pentecostés a Pentecostés. Fue en un día de Pentecostés que Dios nos dio una descripción codificada de Sus caminos de vida, en la forma de los Diez Mandamientos. El siguiente gran día de Pentecostés fue en el año 31 DC, cuando Dios reveló que la única manera que esta ley espiritual puede ser observada (vivida) es mediante Su poder, Su Espíritu, habitando en nuestra vida. El próximo gran día de Pentecostés será cuando los primeros frutos del Reino de Dios sean resucitados en ELOHIM, para servir bajo la autoridad de nuestro Mesías, para gobernar este mundo.

Ha sido en el día de Pentecostés de 1998, exactamente un año después de que Dios me separase de la dispersión de la apostasía con el fin de liderar Su Iglesia, que este remanente de la Iglesia de Dios ha sido completamente establecido. Ahora, conocemos muy bien el propósito, el significado y la relación que hay entre el Pentecostés del 2012 y el del 2013. Pero, ¿qué pasa con el Pentecostés del 2014? ¿Qué pasa con el “timing” del período de 40 años? ¿Será una coincidencia que estemos llegando a una cuenta única, contenida en el significado de un período de 40 años, desde que Dios reveló el momento correcto para la observancia del Pentecostés para Su Iglesia en el tiempo del fin? Hermanos, todo lo que puedo decir en este momento es que eso no es una coincidencia. Hay un gran significado en todo eso, y Dios lo revelará más plenamente, a Su tiempo. El “timing” y la exactitud de Dios en todas las cosas en nuestras vidas y en la Iglesia son cosas de gran diseño. Sobre todo cuando se trata de algo de tan gran importancia, como todo lo que se refiere al significado del Pentecostés, el período de tiempo de 40 años, y el fin de esta era. Nada de esto es casualidad o una cuestión de azar.

Todo lo que puedo decir ahora es lo que Dios ya me ha dado para decir. Su “promesa”, registrada en el libro de Daniel, es segura y absoluta. Ahora Dios llevará todas las cosas a su fin, en este tiempo del fin, para que el gobierno del mundo sea quitado de las manos de la humanidad y para que se termine el reinado de Satanás. En un día de Pentecostés, Jesús Cristo y los 144.000 que volverán con él, van a establecer el gobierno del Reino de Dios en la tierra. La promesa de Dios es verdadera, y sabremos cuando eso pasará, una vez que la Segunda Trompeta se haya manifestado físicamente.

Así que, seguimos vigilantes, tanto física como espiritualmente. Seguimos esperando en Dios – mirando hacia Él, para que Él nos guie, nos oriente y nos direccione, a medida que continuamos viviendo Su camino de vida, hacia Él, hacia Su Hijo, y hacia todos los demás. Hemos experimentado muchas y difíciles pruebas, pero todo eso ha servido para crear la mente de Dios, más plenamente, en nosotros, ya que hemos sido bendecidos en poder seguir avanzando en la fe. Sin embargo, muchos todavía están sufriendo los efectos de las pruebas y los ataques del año pasado.

Los dolores de parto
Ahora debemos ser conscientes de otro gran aspecto del sufrimiento y de la presión (tensión), que están actuando en el mundo y que se hacen cada vez más fuertes (como los dolores de parto). Esto es simplemente una combinación entre lo que está “en el aire” (que nos rodea), del estrés de la vida (en la política, las condiciones del mundo, la vida familiar, la economía, etc.), que aumenta cada vez más, y del sentido oculto (no comprendido o reconocido como lo que realmente es) de la presión que viene de un mundo que se derrumba (Babilonia, Asiria y Egipto) al nuestro alrededor. No se trata de ataques específicos de Satanás y del mundo demoníaco sobre nosotros, como pasó durante el período de cinco meses, cuando se les dio vía libre para hacerlo. Pero esto tiene que ver con las tensiones en este mundo, que son tan grandes que los sistemas del mundo están a punto de estallar sobre sí mismos. Además, existe un mundo demoniaco que está terriblemente agitado, y ataca al mundo físico de todas las maneras posibles.

El Pentecostés de 2014 resultará ser increíblemente importante para todo lo que Dios está realizando en la transición del gobierno de este mundo a Su gobierno, que reinará en la tierra. Así que, debemos mantener nuestro enfoque, de Pentecostés a Pentecostés, hasta el día en que el reinado de Cristo comience, cuando nuestra verdadera “gran obra” se iniciará en paz, plenitud y alegría de vida. ¡Ahora ya no estamos muy lejos del Reino de Dios!

Hemos entrado en un momento muy especial, y eso no se debe confundir con los ataques directos de Satanás y los demonios. Aunque ellos todavía tratan de perseguir el pueblo de Dios, está el estrés y la presión de la vida, que es una realidad que nos rodea y que viene sencillamente de un mundo que está a punto de estallar. Esto está por todos los lados, y está creciendo en intensidad. Hay unos versículos en las Escrituras que se aplican ahora, más perfectamente que nunca, a nuestra vida, ya que estamos en el auge de su aplicación, con todos los cambios que ahora tenemos por delante. Y con esos versículos vamos a finalizar esta entrada.

“El Espíritu (de Dios) mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” (Romanos 8:16).

Esto es algo que nosotros simplemente “sabemos”. Conocemos la verdad que Dios nos ha revelado. Sabemos cómo Dios nos llamó y cómo Él trabaja con nosotros. Se trata de un conocimiento personal, que Dios nos ha dado acerca de nuestra relación con Él, con Su Hijo y con aquellos que hacen parte de Su comunión.

“Y si somos hijos (de Dios), somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.” (versículo 17).

Nosotros crecemos espiritualmente, y hemos pasado por un momento muy turbulento que vino sobre la Iglesia, en estas fases finales del tiempo del fin. Aprendemos más y más lo que es sufrir “en” Cristo, en la lucha contra nuestra propia naturaleza, contra este mundo, y contra el mundo demoniaco. Sabemos lo que es sufrir por la justicia y por el camino de Dios – por la causa (controversia) de Sión.

“Pues no tengo dudas de que las aflicciones del tiempo presente en nada se comparan con la gloria venidera que habrá de revelarse en nosotros.”(versículo 18).

La lucha más grande de la vida es la lucha por el Reino de Dios. El Reino de Dios no se conquista fácilmente, pero a través de intensas batallas, sobre todo ahora que el mundo está empezando a derrumbarse. Sea lo que sea que usted tenga que “soportar”, Dios usará esto para le moldear y formar, para hacer de usted alguien único en Su Reino. ¡Téngalo por seguro! Nosotros no vivimos al azar, aunque algunas cosas que nos pasan sean meras casualidades. Pero Dios siempre está ahí, para hacer con que todo colabore para nuestro bien.

“Porque la creación aguarda con gran impaciencia (hemos crecido poderosamente en nuestra búsqueda sincera y llena de fe, en la esperanza de la venida de Cristo), la manifestación de los hijos de Dios.” (versículo 19).

Esperamos con impaciencia por la venida de Cristo y la resurrección de los 144.000 en el Reino de Dios, que establecerá el gobierno de Dios en la tierra.

“Porque la creación (la base y la finalidad de la vida humana física, que hace posible la futura creación de ELOHIM) fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino porque así lo dispuso Dios, pero todavía tiene esperanza, pues también la creación (que tiene como comienzo la vida humana) misma será liberada de la esclavitud de la corrupción (el espíritu de Babilonia, Egipto y Asiria), para así alcanzar la libertad gloriosa de los hijos de Dios (como ELOHIM). Porque sabemos que toda la creación hasta ahora gime a una, y sufre como si tuviera dolores de parto.” (Romanos 8:20-22).

Desde el principio, hace 6.000 años, Dios ha llamado y ha creado ELOHIM en aquellos que son Sus primicias. Ahora nos estamos acercando al final de la lucha más grande de todos los tiempos (en este mundo gobernado por Satanás). Dios nos ha advertido de que la lucha se intensificará, y que los dolores del parto representarán más cabalmente nuestra lucha final. Aunque la batalla para todos los que Dios ha llamado en los últimos 6.000 años tenga sido grande, esta batalla final será la más grande de todas las batallas.

Recuerdo muy bien cuando Dios me ha llamado en 1969. En mi experiencia, en la Era de Filadelfia, la era que terminó en enero de 1986 cuando el Sr. Armstrong murió, he presenciado varias batallas, tensiones y dificultades dentro de la Iglesia. Sin embargo, ese período de tiempo debe ser considerado como bastante tranquilo en comparación con los últimos cinco años, y especialmente ahora, cuando hemos entrado en la etapa final de lo que Dios está realizando, para marcar el comienzo del Milenio.

Ahora estamos en la etapa en que los dolores de parto aumentan, donde la intensidad es cada vez mayor y empezamos a entrar en “trabajo de parto”. No debemos abandonar todo ahora y ir en busca de una forma más sencilla de pasar por todo esto. Pero debemos seguir luchando por “esta manera de vivir”, nos esforzando diligentemente para ayudar a marcar el comienzo de una nueva era, manteniendo nuestro enfoque en Dios, y viviendo de acuerdo con Su forma de vivir.