Ronald Weinland

LA VERDADERA COMUNIÓN – 10° PARTE

La mente queda “fijada”: A medida que continuamos con esta serie de entradas, que trata de la capacidad de tener una verdadera comunión con Dios y con Jesús Cristo, Dios nos está revelando más acerca de lo que esto realmente significa. Esta “comunión” es algo que debe ser creado, porque se trata de un increíble proceso de la creación de ELOHIM.

Este proceso no es algo simple de comprender para la mente humana, porque envuelve una obra muy poderosa y muy profunda que Dios está realizando en el pináculo de toda Su creación. Y Dios nos está dando una idea más clara de este proceso creativo, mostrándonos un marco básico – una especie de anteproyecto espiritual – de lo que esto significa.

Merece la pena repetir, aunque ya ha sido dicho de otra manera, que este proceso creativo comienza con “un embrión”, lo que implica un “engendramiento espiritual” y una “transformación espiritual” dentro de la mente humana. Antes que una persona pueda cambiar de mortal a inmortal, de existir a partir de una composición física a pasar a existir a partir de una composición de espíritu, lo que es lo mismo que nacer en la Familia de Dios, la mente humana debe ser “espiritualmente fijada” en los caminos de Dios. Esto significa que “el propósito” de una persona “queda establecido”, y esto tiene que ver con la elección (de la mente), de estar siempre “en unidad” con Dios, de estar siempre de acuerdo con Dios, debido a la convicción de esta persona de que Su camino es la única manera de vivir la vida.

He dicho que una persona llega a estar plenamente “en unidad” cuando su “propósito (su voluntad personal) queda fijado” en la elección de vivir sólo según el camino de Dios. Pero hay que entender que aunque el propósito, la voluntad, la convicción y la elección de una persona “quedan fijados”, esa persona no está todavía libre de pecado, aunque su “voluntad” (propósito de estar sin pecado) esté determinada. Mientras vivamos en un cuerpo físico, vamos a pecar. Sin embargo, cuando la mente de una persona ha quedado plenamente determinada para estar espiritualmente de acuerdo con Dios, esa persona siempre será fiel en arrepentirse y siempre será perdonada. Por lo tanto, tal persona está lista para nacer en ELOHIM, mismo que quizás todavía le queden varios años más de vida humana. Cuanto tiempo esa persona vive, depende del propósito de Dios para la “obra” que Él quizás tenga para ella, para que la cumpla en el futuro. Dios también les dará una vida más larga para moldearle y formarle, de modo que se encajen en un lugar y función específicos dentro de Su Familia.

Esta ha sido la situación de cada una de las personas que han sido “selladas” como parte de los 144.000. En algún momento de su vida ellas han recibido el sello de Dios, lo que significa que su espíritu se ha hecho uno con Dios, y ha quedado “establecido” en este estado de unidad; y luego ellas vivieron, o están viviendo, el resto de su vida en ese estado, lo que les garantiza el nacimiento en ELOHIM en la primera resurrección. Este proceso de recibir el sello de Dios es la transformación de la mente, que es creada en la mente, y que sólo puede ocurrir en la vida humana. Tal transformación no puede ocurrir (ser creada) en una “vida espiritualmente creada”, como en los ángeles. Este “fijar” o “sellar”, deben ocurrir sólo en la vida física, donde esta increíble creación puede ser realizada.

Vemos un ejemplo de este sellar, o fijar, cuando Abraham, en un acto de fe muy madura, estuvo a punto de sacrificar a su propio hijo. Dios le dijo en aquel momento: “Ahora Yo te conozco”. El “espíritu que hay en el hombre” que había en Abraham era ahora “uno” con Dio, plenamente.

De hecho, cada uno de los 144.000 ya han recibido el “sello de Dios para entrar en ELOHIM, aunque quizás todavía les queden muchos años de vida física por delante, después de que hayan sido “fijados” o “sellados”. Una vez que una persona haya recibido el “sello de Dios” (cuando la mente es fijada en espíritu), esto marca la culminación de una creación espiritual – la transformación completa de la mente humana, de la motivación carnal a la motivación espiritual, como resultado de “una voluntad determinada” de ser uno con Dios, de siempre estar plenamente de acuerdo con Dios.

El Espíritu se Queda Fijado
Cuando Dios corta a una persona por completo el acceso a Él (corta el flujo de Su Espíritu Santo en la vida de una persona) es, en la mayoría de los casos, con el propósito de que el espíritu que hay en el hombre que ha sido engendrado del espíritu de Dios no quede “determinado en contra” de Él. Eso es lo que sucedió a Lucifer y a una tercera parte de los ángeles, cuando ellos eligieron rebelarse contra (pensar y actuar en contra) los caminos de Dios. Inmediatamente su mente ha quedado “fijada en contra” de Dios – permanentemente pervertida; ya no era como Dios la había creado. El espíritu que hay en el hombre no se queda al instante “determinado” cuando una persona decide ir en contra de Dios, al desobedecer los caminos de Dios, o por vivir de manera contraria a Dios, mismo que sea por ignorancia (falta de conocimiento) de la verdad de Dios.

Para que se pueda comprender mejor esta última frase, es necesario ahora aclarar algunas cosas con respecto al espíritu que hay en el hombre, y cómo esto queda fijado. Hay que entender que “con el tiempo” el espíritu que hay en el hombre se quedará fijado en uno de los dos caminos: se quedará fijado “en contra” de Dios o “en acuerdo” con Dios.

Este espíritu que hay en el hombre sólo puede ser fijado “en acuerdo” con Dios si es engendrado por el espíritu santo de Dios. Y sólo después de que, durante un largo período de tiempo, este espíritu elija arrepentirse constantemente, y elija vivir en el camino de vida de Dios, una transformación espiritual puede quedar completamente establecida (fijada). Este resultado de un engendramiento espiritual y de una transformación completa es la única manera para que el espíritu que hay en el hombre pueda ser “fijado”, con el fin de hacerse “uno” con Dios (estar totalmente de acuerdo con Dios). Sin embargo, el espíritu que hay en el hombre también puede quedar fijado “en contra” de Dios. Y eso puede pasar de dos maneras.

El espíritu que hay en el hombre puede quedar fijado “en contra” de Dios como resultado de la elección personal de uno, en algún momento después del engendramiento (por lo general esto pasa mucho después de eso). Hay personas que después de haber sido engendradas del espíritu, han decidido libremente que no quieren a los caminos de Dios y que prefieren vivir su vida en contra de los propósitos de Dios. En lugar de eso, ellas siguen el camino del orgullo, del egoísmo y de la concupiscencia. Pero también hay otra manera por la cual el espíritu que hay en el hombre puede quedar “fijado en contra de” Dios. Es algo totalmente independiente de lo que sucede después del engendramiento espiritual, ya que se produce incluso antes de que una persona tenga el conocimiento de la verdad y de los caminos de Dios. El engendramiento espiritual no ha sido, y no será, concedido a todos los seres humanos. Hay que leer con atención y no interpretar erróneamente esta afirmación, y todo lo demás que esta siendo afirmado.

Durante las últimas décadas, la creencia dentro de la Iglesia ha sido que cada ser humano puede llegar a ser engendrado por el espíritu santo de Dios. Sin embargo, Dios nos está revelando claramente que esto no es cierto. Ese concepto es como la mentalidad protestante “de que la salvación es para todos” y del “sentido de justicia”, lo que es una distorsión de la comprensión de Dios, de Su plan, y de Su propósito para la vida.

Dios conoce la mente de cada ser humano. Él conoce la “situación” del espíritu que hay en el hombre que está en cada persona. Dios no está obligado a dar a cada ser humano el don de Su espíritu santo. Él no está obligado a permitir que cada persona sea engendrada de Su espíritu y tampoco está obligado a dar a todos la oportunidad de estar en ELOHIM.

Aquellos que Quedan Fijados en Contra de Dios
La verdad y la realidad es que hay personas que incluso cuando vean lo que Dios ha hecho con la tierra y con la humanidad después de los 1.000 años de gobierno de Su Reino y la manifestación de la Familia de Dios, no van a querer vivir según los caminos de Dios. Cuando les sea dada la capacidad de ver lo que es la verdad en el propósito de Dios, y la verdad de Su único camino de vida, de cómo la vida debe ser vivida, ellas lo rechazarán. Sus mentes han quedado fijadas “en contra de” Dios en su primera vida. Una mente así no puede ser transformada, pues está “establecida” en la perversión, en la maldad, en el orgullo (en su propio camino), y en la lujuria. Una mente así no quiere el camino de Dios, y como Lucifer y una tercera parte de los ángeles, ha llegado a ese estado de pensamiento – de rechazar para siempre el camino de Dios.

A lo largo de la historia podemos ver que hay personas que han pervertido su mente, y al elegir tanta maldad en la vida, su elección de vida ha quedado “fijada”. Algunas personas se quedan fijadas en la maldad simplemente por elección. Y no importa lo que puedan sufrir o experimentar en la vida, aunque sean testigos de milagros o de maravillas de Dios, ellas nunca tendrán una mente humilde y nunca se arrepentirán. Ellas están simplemente “fijadas en contra” de los caminos de Dios, mismo sin nunca haber conocido la verdad. El propósito de Dios no es obligar a nadie a aceptar a Él y a Su modo de vida, para poder entrar en Su Familia. Esto debe ser una libre elección y un deseo verdadero y sincero de la persona.

Así que, a lo largo del tiempo realmente ha habido, y sigue habiendo, muchas personas que han vivido con tanta maldad, que han corrompido totalmente el espíritu que hay en el hombre, que está en ellas. Sus mentes han quedado “fijadas en contra” de todo lo que es bueno. Una mente tan fijada en la maldad, en la perversión y en la concupiscencia contra el ser humano nunca se arrepentirá y nunca aceptará la verdadera bondad de Dios y Su camino de vida. Sí, la mente carnal está, por naturaleza, en contra de Dios (Romanos 8:7), pero hay muchas personas que, a lo largo del tiempo, han pervertido y corrompido tan profundamente su mente carnal, que la esencia espiritual en su mente se estableció plenamente en la maldad y nunca ya podrá ser transformada. Una mente así no va a “elegir voluntariamente” arrepentirse del pecado.

Aunque estas personas, cuyo espíritu ha quedado fijado en la maldad en su primera vida (aparte de cualquier conocimiento de la verdad de Dios) serán resucitadas en un tiempo futuro, no se les concederá el arrepentimiento de los pecados después del bautismo, y no serán engendradas del espirito santo de Dios, porque ellas nunca realmente se arrepentirán del pecado. Ellas simplemente no quieren el camino de vida de Dios. En el futuro, Dios revelará más sobre cómo, y específicamente cuando, Él tratará con estas personas por rechazar a Él, mismo después de haber estado frente a frente con la plenitud y la verdad de Su propósito para toda la vida humana .

Porque Dios es justo en Sus juicios, una vez que Él haya concluido Su obra de 7.000 años, Él resucitará al resto de la humanidad (a todos los que están muertos), a aquellos que aún no hayan entrado, y que tampoco entrarán en ese momento, en ELOHIM, para vivir una segunda vida física. Esta será la resurrección de todos a los que será concedida la oportunidad de arrepentirse de sus pecados, de ser bautizados, y luego ser engendrados del espíritu santo de Dios.

Además de esta gran resurrección a una segunda vida, en el comienzo de los últimos 100 años, también habrá aquellos que aún estarán vivos cuando el Milenio haya terminado, y que todavía serán demasiado jóvenes (física y/o espiritualmente) para recibir el sello de Dios. Ellos también vivirán en ese período de tiempo. Ese es el período de tiempo que nosotros celebramos en el Último Gran Día.

Durante las últimas décadas, una otra creencia que ha sido sostenida por muchos en la Iglesia, es que Satanás será liberado por un corto período de tiempo en el final del Milenio – antes de que el Milenio haya terminado. Pero hace unos años, Dios dejó claro a Su Iglesia que ese no es el caso. Está escrito claramente en el libro de Apocalipsis que: “Y cuando los mil años fueren cumplidos (del griego – terminado, realizado, completado), Satanás será suelto de su prisión.” (Apocalipsis 20:7). Esto no pasará durante el Milenio, pero después.

Dios todavía no está revelando exactamente cuándo esto ocurrirá, pero esto podría pasar al comienzo o al final de los 100 años. No hay un propósito ahora en saber o especular cuándo esto será. Simplemente lo vamos a saber cuando lo tengamos que saber, cuando Dios determine revelarlo. Sin embargo, será durante ese tiempo que Dios, en Su justo juicio, traerá el juicio final sobre Satanás, los demonios, y sobre todos aquellos cuyas mentes han quedado fijadas “en contra” de Él.

Todo lo que hemos abordado en esta entrada debe ser entendido en el contexto de la poderosa y delicada creación de una mente transformada, que puede ser “establecida en acuerdo” con Dios. Estas cosas deben ser entendidas en el contexto de lo que significa para el espíritu que hay en el hombre quedar “fijado”, y también por qué Dios, a lo largo del tiempo, ha excluido a muchos de Su comunión, para que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús Cristo; y esto tiene que ver con la resurrección de esas personas a una segunda vida física, en el comienzo de los últimos 100 años.

(Seguiremos con la 11ª Parte.)