Ronald Weinland

Más Sobre la Profecía

Esta entrada contiene más información sobre el tema de la profecía, del que hemos hablado en la última entrada. Dios está empezando a revelar más conocimiento y comprensión sobre este tema. Y vamos a necesitar algún tiempo para digerir bien lo que está siendo revelado, sobre todo en lo que se refiere al propósito de Dios en revelar estas cosas ahora.

La mejor manera de abordar esto es edificar sobre la base de todo lo que Dios nos ha revelado, un poco a la vez. Y al hacer esto podemos edificar sobre una base más sólida. Estamos viviendo en tiempos emocionantes, aunque a la vez muy difíciles. Sin embargo, es en tales circunstancias que podemos crecer más espiritualmente, especialmente en lo que se refiere al aspecto de vivir por la fe.

El Sr. Herbert W. Armstrong solía referirse al hecho de que un tercio de la Biblia contiene profecías, y que el noventa por ciento de ellas son sobre el tiempo del fin. Y es muy fascinante cuando llevamos esto un paso más adelante, porque desde la Apostasía hemos entendido que una gran parte de estos noventa por ciento es sobre la Iglesia.

Los primeros cinco sellos del Apocalipsis son únicamente sobre la Iglesia. Esto es algo increíble. Y el remanente lo ha vivido. Esos primeros cinco sellos contienen gran parte de la profecía que fue escrita sobre las cosas por las que la Iglesia ha pasado, incluyendo lo que se refiere a las dos últimas eras de la Iglesia. También entendemos que incluso cuando los demás sellos fueron abiertos, la Iglesia y los siervos de Dios siguieron siendo los protagonistas de todo lo que es mencionado.

Ahora entendemos que muchas de las profecías de Cristo, como también muchas profecías del Antiguo Testamento, son sobre la Iglesia. Gran parte de lo que está escrito en el libro de Ezequiel tiene más que ver con la Iglesia que con el antiguo Israel. Pero también en todo ese libro hay una dualidad que se aplica tanto al Israel físico de hoy como al Israel espiritual, o sea, la Iglesia.

La profecía en realidad revela el poder y la gloria de Dios para cumplir Su palabra, pero también revela mucho acerca de Él. Esto es algo que vamos a poder ver más claramente a medida que nos adentramos en este tiempo del fin, y en las cosas que nos serán reveladas en los próximos meses.

He dicho en la última entrada que “Dios tiene muchas maneras de cumplir la profecía”. La profecía no fue escrita de una manera que con sólo estudiarla las personas puedan entender de lo que se trata. No ha sido escrita para que el ser humano pudiera tratar de averiguar su significado. Esto no funciona así. Dios ha mostrado a la Iglesia que la única manera en que una profecía puede ser entendida es si Dios la revela a través de Sus profetas, o a veces incluso a través de los apóstoles. Esta es simplemente la manera que Dios elige trabajar con la humanidad y con Su Iglesia.

Para muchos, hay algo singular sobre la profecía que parece despertar una gran curiosidad y un fuerte deseo de saber lo que Dios ha escrito. Y puede ser algo muy natural, querer saber el significado profético de lo que está escrito, pero esto también puede ser algo perjudicial espiritualmente, si uno insiste en ello o si empieza a sacar sus propias conclusiones. Cuando se trata de la profecía, uno tiene que usar de sabiduría. Y la sabiduría dice a gritos que no tiene sentido alguno intentar averiguar algo que aún no ha sido revelado.

Cuando Dios revela el significado de una determinada profecía, entonces está bien que uno se esfuerce para aprender y entender el significado de lo que ha sido revelado, pero sin pasar de esto. Y lo mismo pasa cuando tratamos de entender una nueva verdad, cuando esta es revelada; no es aconsejable pasar de esto e intentar llegar a una nueva verdad por nuestra cuenta.

Y les digo con toda franqueza que la Iglesia no ha manejado esto muy bien en el pasado, más bien la tendencia ha sido escarbar en muchas especulaciones. Y una pequeña especulación puede entonces propagarse, y puede comenzar a ser vista como siendo la verdad. Nosotros necesitamos usar de sabiduría cuando tratamos con algo que sólo le incumbe a Dios revelar, y cuando Él así lo decide.

Estoy hablando de estas cosas porque ahora la Iglesia va a comenzar a recibir mucho más conocimiento y comprensión sobre los acontecimientos proféticos del tiempo del fin, y sobre cómo Dios usa la profecía. En esta entrada, y a lo mejor en algunas otras que vendrán, se comenzará a dar algunos elementos básicos que ayudarán a entender más fácilmente lo que Dios está revelando a Su Iglesia. Pero esto vendrá en su momento, cuando Dios así lo determine. Y no va a suceder de un momento a otro. Nos harán falta varios meses para pasar por este proceso. El tiempo para esto, como siempre, es el tiempo de Dios.

Como Esto Es Revelado
La profecía es una de esas cosas con las que las personas a menudo tienen dificultad, porque tratan de averiguar qué significa, cómo va a ser cumplida, o de quién se trata. A menudo algo que está escrito en la profecía es visto como algo inmutable, o algo que debe cumplirse de una manera específica y de ninguna otra manera. Pero esto no es cierto. Dios tiene muchas maneras en las que Él puede cumplir Su propia palabra. Y repito que la única manera de saber el significado de cualquier profecía, o lo que está siendo dicho, es por la revelación de Dios a través de Sus propios profetas.

Aunque la profecía me parece algo emocionante, con el tiempo he aprendido que a menos que sea el momento de Dios para revelar algo, yo simplemente no podré saberlo. Y por eso yo no me he preocupado ni he centrado mucho mi atención en algunas profecías que Dios simplemente no me atraído a ellas o me las ha revelado. Yo he aprendido que, en Su tiempo y si hace falta, Él revelará lo que necesita ser revelado. Y yo simplemente me mantengo alejado de muchas profecías, porque es inútil escarbar en ellas, a menos que Dios las revele. El hecho de que yo sea un profeta no significa que yo entienda las profecías. Yo sólo puedo entender las profecías que Dios me revela, y definitivamente nada más que esto.

Muchas profecías no han sido reveladas hasta después de haberse cumplido. Y de este modo Dios es glorificado cuando más tarde nos es mostrado lo que Él había escrito hace tanto tiempo, y cómo Él entonces lo cumplió. Así fue cómo muchas de las profecías acerca de Cristo fueron reveladas. Los discípulos sólo las han entendido más tarde, después de que ya se habían cumplido. Ellos no lo sabían en ese momento, excepto lo que Cristo les reveló específicamente.

Cuando la Iglesia pasó por la Apostasía, todo lo que la Iglesia sabía, todo lo que nos había sido enseñado al respeto, era que esto vendría. Nosotros sabíamos que esto iba a pasar en el tiempo del fin, pero no teníamos la más mínima idea de lo que esto implicaba y de lo destructivo que esto sería. No teníamos la menor idea de lo que esto significaría para la Iglesia. Nadie pudo imaginar, ni remotamente, la dispersión y la destruición que esto causaría a la Iglesia. Luego, después que esto pasó, ¿cuántos lo reconocieron como lo que era? ¡Nadie! ¡Absolutamente nadie! Hasta hoy, el cuerpo que está dispersado sigue sin reconocer que lo que la Iglesia experimentó fue la profetizada Apostasía. Sus líderes no les han hablado sobre esto porque no lo pueden “ver”.

La Iglesia que está dispersada no entiende, y tampoco ha reconocido alguna vez, lo que fue profetizado acerca de Laodicea; que la Iglesia en el tiempo del fin sería completamente vomitada de la boca de Dios y que la Iglesia se separaría de Él espiritualmente. Nosotros sólo nos enteramos de esto más tarde, cuando Dios nos reveló lo que había pasado a todos nosotros.

Incluso después de que casi 150.000 personas experimentasen esta Apostasía, ¿cuántos entienden que lo que Cristo habló en Mateo 24 sobre las piedras del templo, que no quedaría piedra sobre piedra, entonces se había cumplido? La iglesia fue sacudida por todo esto, y todos fueron derribados, pero ellos no saben que esto entonces se ha cumplido. ¿Quién ha declarado que el hombre de pecado, el hijo de perdición, había sido revelado? ¡Nadie! ¿Quién sabía que la profecía de Mateo 25 se refería a toda la Iglesia y que todos (todas las diez vírgenes) se quedarían espiritualmente dormidos? ¡Nadie! ¿Por qué? Porque no había profetas en aquel entonces.

Y en lo que se refiere a los cinco primeros sellos, ¿quién sabía que ellos tienen que ver con la Iglesia y no con el mundo? ¡Nadie, hasta que Dios más tarde lo revelara a Su Iglesia! Estas cosas sólo demuestran que gran parte de la profecía no es completamente entendida hasta que ya se haya cumplido. Y entonces Dios revela qué fue lo que Él cumplió. Y mismo después de que se cumplan muchas cosas, esto no es evidente para los demás. Esto sigue sin ser entendido hasta que Dios lo revela. Y Él hace esto a través de Sus profetas.

Cuando Dios ha escrito las profecías en las Escrituras, Él ha escrito las cosas que Él cumplirá. Pero la manera cómo Él lo cumple no siempre está establecida. Hay más de una manera de cumplir esto, aunque muchos crean lo contrario.

Algunas Están Establecidas y Otras Pueden Cambiar
Hay algunas cosas que han sido escritas en la profecía que están establecidas y no pueden cambiar; y hay otras que no están establecidas y pueden cambiar.

En los días de Noé, Dios concedió al pueblo 100 años para elegir si ellos querían dar oídos a Él o no. Dios ya sabía que sus mentes se habían vuelto tan corruptas que nadie iba a querer darle oídos, pero ellos tenían una elección. Y ellos eligieron no dar oídos a Dios. Entonces Dios le dijo a Noé que Él iba a traer un diluvio sobre la tierra a causa de la iniquidad del hombre. Y Noé lo dijo a los demás. Esta profecía que Dios dio a través de Noé quedó establecida, y el diluvio vendría. Y puesto que Dios ya sabía que sus mentes se habían corrompido de tal manera que ellos no iban a querer darle oídos, esta profecía quedó establecida y ya no podía cambiar. Esto entonces pasó a ser una cuestión de una sentencia establecida por Dios.

Todas las profecías relativas a Jesús Cristo ya estaban establecidas y Dios las cumplió explícitamente y en todos los detalles, sin ningún cambio o alteración.

La profecía relativa a los siete resurgimientos de Europa está establecida; y el hecho de que del séptimo resurgimiento diez naciones se levantarán es algo fijo y que no se puede cambiar. Pero quiénes son esas diez naciones aún no ha sido establecido, a excepción de una, que es Alemania.

La profecía acerca de la Tercera Guerra Mundial está establecida, y la magnitud de la destrucción que el ser humano causará también está establecida. Dios va a permitir que el ser humano use las armas que él ha construido para que las personas puedan reconocer que si Él no interviene la humanidad destruirá a sí misma. El ser humano tiene que llegar a ver la dimensión de la destrucción que él mismo ha causado, como resultado de sus propias acciones. Más de 2.300 millones de personas morirán como resultado de esto. Esto está establecido, y si Dios no interviene, no quedará nada vivo. La magnitud de la destrucción profetizada para la Sexta Trompeta no cambiará.

Las Siete Trompetas del Apocalipsis están establecidas, y los EE. UU. desmoronarán, como resultado de las primeros cuatro trompetas profetizadas. Esto no va a cambiar. Pero la magnitud de la destrucción de estas trompetas puede cambiar, puede ser incluso mucho peor ahora. Aunque todo esto puede cambiar también. Este es un ejemplo de uno de los más importantes factores que pueden causar un cambio, y esto depende totalmente de quiénes y cuántos van a dar oídos a Dios y empezar a cambiar. Si esto ocurre, hay mucho margen para cambios dentro de una profecía.

Hay más cosas sobre esto que serán reveladas más tarde. Pero estos son algunos de los elementos básicos para llegar a una mayor comprensión de cómo Dios trabaja dentro de la estructura que Él ha establecido a través de lo que Él ha dejado gravado en la profecía y ha inspirado a ser escrito sobre esto en el tiempo del fin.

Todos conocemos la historia de Jonás, un profeta de Dios, a quien Dios había enviado a Nínive con el mensaje profético de que dentro de un determinado período de tiempo Él iba a destruirles a causa de su maldad. El pueblo de esta gran ciudad-estado dio oídos a ese mensaje y empezó a arrepentirse. El rey decretó un ayuno para todas las personas y animales. Ellos no deberían comer ni beber, pero ayunar delante de Dios, y convertirse de sus malos caminos y de la violencia de sus manos.

El rey concluyó diciendo: “¿Quién sabe si Dios cambia de parecer, y aplaque el ardor de Su ira, y no perezcamos?”

Si las personas empiezan a dar oídos a Dios y arrepentirse de sus malos caminos, entonces la voluntad de Dios, por encima de todo, es que una determinada profecía dirigida contra ellos cambie. Si hay una “gran posibilidad” de que las personas den oídos a Dios y se arrepientan, Dios puede alterar partes de la profecía, permitiendo un cambio.

Hay una estructura básica que Dios ha revelado sobre el cumplimiento de los eventos proféticos. Lo que Dios cumplirá se puede comprar con la planta para la construcción de un edificio. La estructura principal de lo que será construido puede estar fijada, pero todavía queda margen para muchos otros detalles que pueden cambiar en esto. La mayoría de las cosas que pueden cambiar está directamente relacionada al hecho de si las personas van o no dar oídos a Dios. Y claro está que la capacidad de escuchar del ser humano es muy escasa, pero mismo así, si hay un medio por el cual las personas pueden ser llevadas a escuchar y arrepentirse, Dios tratará de hacer esto, dentro de lo que cabe. Él es un Dios misericordioso.

Lo que pasó con la ciudad de Nínive es un buen ejemplo de esto. El propósito de Dios siempre ha sido mostrar misericordia y no destruir a Nínive. Sin embargo, la maldad de las personas era tan grande que Dios los habría destruido si ellos no hubiesen respondido. Dios sabía que había una posibilidad de llevar a las personas de Nínive a arrepentirse de su violencia y de su maldad. La manera cómo Dios trabajó con Nínive enviándoles un profeta para hablarles de su inminente destrucción fue lo que los llevó a responder del modo que ellos respondieron y a creer lo que Jonás les dijo.

Usted conoce la historia del ser humano en lo que se refiere a su capacidad de dar oídos a Dios. Esto es muy triste. Durante más de 50 años el Sr. Herbert W. Armstrong ha estado avisando a todo el mundo, pero nadie le dio oídos y empezó a hacer cambios en su vida, excepto los que Dios específicamente ha llamado para formar parte de Su Iglesia. Él gozaba de la simpatía de muchos líderes mundiales y ellos escuchaban lo que él tenía a decir, pero no daban oídos a Dios. Dios ha revelado claramente lo obstinados que son los seres humanos, que se resisten a Él y se niegan a darle oídos. Sólo cuando los seres humanos traigan una gran destrucción sobre sí mismos, o cuando Dios intervenga para castigar a la humanidad, ellos se mostrarán dispuestos a dar oídos a Él. Pero aún así, muchos simplemente no harán esto, mismo cuando las cosas se pongan muy feas.

La estructura básica revelada en las profecías sobre este tiempo del fin las describe en un esquema detallado. Hay Siete Sellos, y cuando el Sexto Sello fue abierto, el Primero de los Siete Truenos empezó a retumbar. El Séptimo Sello se divide en Siete Trompetas, y la Séptima de estas Trompeta se divide en las Siete Últimas Plagas.

Esta es una estructura muy específica que Dios ha revelado para la cuenta atrás de los acontecimientos del tiempo del fin, que nos llevarán al regreso de Su Hijo como Rey de reyes. Aunque este esquema de los eventos proféticos para el tiempo del fin está muy bien estructurado, algunos de los detalles de esta estructura han cambiado, y pueden cambiar un par de veces más, cuanto más nos acerquemos al momento en que Cristo pondrá Sus pies una vez más en el Monte de los Olivos.

Un Mundo Que Cambia Rápidamente
Hay un área muy importante que Dios está revelando ahora, donde puede ocurrir un gran cambio. Se trata de las cosas que se cumplirán en lo tocante a la Quinta Trompeta. La Iglesia ya ha experimentado algo del cumplimiento de esto, algo que era de naturaleza espiritual y que fue revelado como parte de esta trompeta. Pero ahora hay muchos cambios que pueden ocurrir en el qué y en el cómo los demás detalles de esta trompeta se cumplirán. Dios está trabajando para dar a muchas más personas la “posibilidad” de sobrevivir a este período de tiempo y de seguir viviendo en el Milenio. Y esto implica algo que es muy parecido a lo que pasó con Nínive y a la forma en que ellos estaban dispuestos a dar oídos a lo que Dios había profetizado contra ellos.

Pero aunque Dios obra para dar a las personas una mayor motivación para escuchar, a través de medios únicos que tienen la finalidad de humillarlas para que ellas puedan comenzar a arrepentirse de sus malos caminos, esto no significa que ellas harán esto. Las personas siempre tienen la libre elección, y mientras ellas usen de su libre elección, no se puede saber cual será el resultado de las cosas.

Mucho ha cambiado en el mundo desde el año 2008. En la mayoría de las cosas el mundo se ha vuelto más corrupto. En los últimos siete años la corrupción de los EE.UU. ha aumentado al máximo, y a un ritmo espantoso. Pero además de esto, su orgullo ha aumentado aún más. Y esto ha tenido un gran impacto en la forma en que la profecía en su contra ahora será cumplida, en comparación a lo que podría haber sucedido en los 3 años y medio antes del Día de Pentecostés del año 2012.

Esto está viniendo. Pero por ahora es importante saber que en la primera mitad del año 2008, Dios ha dado el siguiente paso en Su plan con el regreso de Cristo en el Día de Pentecostés del 2012. Y lo que pasó entonces, y porqué esto pasó, es una historia extraordinariamente inspiradora acerca de la grandeza de Dios y de Su poder para cumplir Su palabra profética. A mediados del año 2008 Dios ha decidido cambiar ciertos detalles proféticos dentro de la estructura general de la profecía acerca de cuando Su Hijo sería erigido Rey de reyes. Las profecías de Dios no son condicionadas ni restringidas por el factor tiempo, y tampoco están cerradas para los asuntos relacionados con Su misericordia.

Como consecuencia de la rapidez con la que los EE.UU. se han corrompido aún más y se han llenado más de orgullo en los últimos siete años, la actitud de las otras naciones hacia ellos también ha cambiado de tal manera que los detalles sobre los acontecimientos proféticos que serán cumplidos para humillarlos y destruirlos también han cambiado. Ahora hay una posibilidad mucho mayor que otras naciones den oídos a Dios y se arrepientan, antes que los EE.UU.

Todo lo que pasará durante la gran tribulación en la tierra tiene como propósito humillar a lo seres humanos a tal punto que cuando Jesús Cristo esté otra vez de pie en el Monte de los Olivos, ellos estén listos para escucharle.

Todo lo que iba a ocurrir antes del Día de Pentecostés del 2012, ha sido el resultado directo de un juicio más específico que vendría sobre el mundo, especialmente sobre los EE.UU., más que sobre el resto del mundo. Lo que está ocurriendo ahora es debido a que Dios está trabajando con el mundo de una manera diferente a antes del 2012, cuando Su sentencia sería simplemente ejecutada. Y como lo que Dios hizo con Nínive, en lo que se refiere al propósito y a la forma en que Él lo hizo, Él ahora está trabajando para dar a muchas más personas en todo el mundo una posibilidad mucho más grande de ser motivadas a escucharle de verdad.