Ronald Weinland

LA VERDADERA COMUNIÓN – 14° PARTE

Resumen: Escribiendo esta serie de entradas, La Verdadera Comunión, Dios ha estado revelando a nosotros muchas cosas que antes no sabíamos o entendíamos.

Cuando yo empecé a escribir sobre este tema, yo creía que esto sería una serie corta, de dos o tres partes. Y a medida que seguía escribiendo, yo seguía creyendo que estábamos llegando al fin; pero Dios seguía revelando más y más. Esto ha continuado así hasta que por fin hemos llegado a este resumen final, la 14ª parte de esta serie de entradas.

Además, esta serie había comenzado teniendo como enfoque primario el tema de la “exclusión de la comunión”. Cuando comencé a escribir, enseguida quedó claro que el tema de los que han sido excluidos de la comunión, un tema que es destructivo, desagradable, y a menudo muy doloroso, sería en cambio abordado por Dios en el enfoque positivo, emocionante, inspirador y muy sorprendente, de lo que significa tener una “verdadera comunión” con Dios, con Su Hijo, y con Su Iglesia. Cuando una persona es capaz de “ver” más plenamente la magnitud de la bendición que es poder tener esa comunión, el propósito (la necesidad) y la profunda vergüenza de la exclusión de la comunión pueden quedar más claros.

A medida que avanzamos en esta serie de entradas, es importante comprender lo mucho que Dios ha estado revelando; cosas que nosotros no sabíamos o que no entendíamos plenamente antes. Y si no tenemos cuidado, podemos empezar a dar por sentado lo que Dios nos está dando; y entonces dejar de sentirnos profundamente emocionados, inspirados, y verdaderamente agradecidos por las riquezas que Él está derramando sobre nosotros, para fortalecernos más y alentarnos (inculcarnos valor). Si no estamos vigilantes, si no estamos alerta, podemos empezar a divagar, a debilitarnos espiritualmente, y a quedarnos ciegos para el poder de Dios, que está obrando delante de nuestros ojos, justo delante de nosotros.

Solamente la Iglesia de Dios – PKG está experimentando, en un ritmo tan acelerado, la revelación (o cualquier revelación) de la verdad que Dios nos está dando. Y esto nos es dado con el único propósito de preparar más rápidamente a Su pueblo (a los que lo acepten) para el Milenio, que se acerca rápidamente. Ahora es el momento de utilizar sabiamente esta oportunidad que nos es dada para poder crecer y para prepararnos, porque como ha sido dicho en la entrada La Venida de Cristo, este proceso de revelación de la verdad ya no será continuo,(como lo es ahora), una vez que este mundo se hunda en el período de tiempo en el que las Trompetas se manifestarán.

Conocimiento recién revelado
Sería bueno hacer una pausa aquí y centrarnos con más perspicacia en lo que nos ha sido dado en esta serie de entradas. Vamos a echar un vistazo al nuevo conocimiento y al entendimiento, pero no vamos a mencionar la gran cantidad de aclaraciones que han sido dadas, porque esto significaría citar mucho de las 13 partes anteriores de esta serie de entradas.

1. El Primer Mandamiento
Dios ha magnificado la comprensión del Primer Mandamiento, mostrando que cuando se cita este mandamiento, a menudo se omite una frase de esos versículos. La frase que es omitida habla del Señor tu Dios, “que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”. La importancia y el significado más profundo del término “casa de servidumbre” nos han sido revelados como siendo en el sentido de “domicilio” o “familia” de servidumbre. El plan y propósito de Dios para la humanidad es liberar los seres humanos de la “familia de servidumbre”, y llevarlos a Su Familia – a ELOHIM.

También nos fue dada una mayor comprensión sobre este mandamiento, sobre el hecho de que no debemos considerar cualquier otra relación humana, de compañerismo o de amistad, como “dios” (elohim). Dicha relación no debe tener prioridad sobre una relación (comunión) con la Familia de Dios (ELOHIM). Como está escrito: “No tendrás otros dioses (elohim) delante de Mí.” (Éxodos 20:3).

2. Anticristo – Trabajando En Contra De Cristo
Una mayor comprensión nos fue dada sobre el porqué Juan hizo la declaración que hizo en 1 Juan 2:18. “Hijitos (hablando a la Iglesia), ya es el último tiempo, y según vosotros oísteis que el anticristo (singular) viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo”.

Después de la muerte de los otros apóstoles, Juan continuó a dirigir a la Iglesia, como apóstol y como profeta de Dios. También en la época de Juan la Iglesia esperaba por el regreso de Jesús Cristo. La declaración que Juan hace en este versículo, cuando declara que la Iglesia había oído (que esto les había sido enseñado) que en “el último tiempo” (refiriéndose al tiempo del fin, justo antes la venida de Cristo) “el anticristo viene”, no ha sido plenamente comprendida. Nosotros no habíamos visto algo que es muy evidente en esta declaración, a pesar de que la Iglesia haya entendido que anticristo es un término que describe a aquellos en la Iglesia que se vuelven en contra de la verdad, en contra de Dios, y que trabajan en contra del propósito de la muerte de Cristo por ellos – y se convierten en anticristo.

Juan se estaba refiriendo a un acontecimiento que primero tenía que ocurrir en la Iglesia, revelando que la venida de Cristo ahora era inminente. Esto era la manifestación del “anticristo” (singular), como revela Pablo en 2 Tesalonicenses 2, sobre el “hombre de pecado”, también conocido como el “hijo de perdición”, que se sentaría en autoridad en la Iglesia, y traicionaría a Cristo, llevando el Cuerpo de Cristo a una apostasía – convirtiéndose así en el principal anticristo.

3. Para Que El Espíritu Sea Salvo En El Día Del Señor Jesús
Una de las razones más importantes que Dios ha revelado, acerca del propósito de la exclusión de la comunión, está registrada en 1 Corintios 5:5. Se trata de “entregar a tal a Satanás para destrucción de la carne (para sufrir nuevamente en el mundo, sin la ayuda de Dios), para que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús”.

Dios tiene un propósito, en el futuro, para muchos de los que se tornan débiles espiritualmente, y que como resultado de esto son doctrinalmente engañados, y caen en el pecado sin arrepentimiento, y/o simplemente dejan de luchar la batalla contra uno mismo, y se desvían del camino. El propósito de Dios para esas personas es resucitarlas en el futuro (si es que no han cometido el pecado imperdonable), en los últimos 100 años, para la salvación – en el día del Señor Jesús. Para que puedan ser salvadas en esa última era de la salvación para la humanidad.

La razón para que esas personas sean excluidas de la comunión, para que sean cortadas de la corriente continua del espíritu de Dios, es porque cuando una persona comienza a trabajar en contra (de manera contraria a) del fluir del espíritu de Dios, la mente de esa persona puede quedarse rápidamente, y de manera permanente, fijada en contra de los caminos de Dios (puede cometer el pecado imperdonable). Una vez que una persona que ha sido engendrada con el espíritu santo deja de someterse al espíritu de Dios que está en ella, es mejor que esa persona entre en una especie de sueño espiritual (que sea totalmente aislada del espíritu santo). De lo contrario, si esa persona sigue “resistiéndose activamente” al espíritu santo, mientras esto esté disponible para ella, su mente quedará más rápidamente “endurecida espiritualmente” en contra de Dios – contraria a Dios – de tal modo que ya no puede ser salvada.

4. El Espíritu Que Hay En El Hombre Puede Quedar Fijado En Contra De Dios
La mente humana puede llegar a quedarse fijada “en contra” de Dios, mismo que nunca haya sido engendrada de Dios. El engendramiento espiritual no es algo que es concedido a todo ser humano. Habrán personas que incluso cuando vean lo que Dios ha hecho con la tierra y con la humanidad después de los 1.000 años del reinado de Su Gobierno, y después que vean la manifestación de la Familia de Dios, todavía no van a querer vivir según los caminos de Dios. Mismo después que les sea dada la capacidad de ver la verdad sobre el propósito de Dios, y la verdad de Su camino de vida, ellas no van a querer esto. Sus mentes han quedado fijadas “en contra” de Dios en su primera vida. La mente de tales personas se ha retorcido a tal punto, y ellas han optado a tal punto por la maldad en su vida, que sus mentes han quedado “fijadas” en la elección que hicieron en la vida. Y tal mente ya no puede ser transformada, porque ha quedado fijada en la maldad, en el orgullo, y en los malos deseos de la vida.

5. Juicio Después De Los Últimos 100 Años
Dios ha revelado que hay un período de tiempo para la ejecución del juicio final, que viene después del período del Gran Trono Blanco. Algunos van a vivir en ese “corto período de tiempo”, al final de los 100 años. También habrán otros, los que han cometido el pecado imperdonable y que murieron durante los 7.000 años de la humanidad, que serán resucitados para vivir en ese “corto período de tiempo”. Sus mentes están “en contra” de Dios, y ellos no tienen ningún deseo de arrepentirse de sus caminos.

Estas personas forman parte de lo que se llama de Gog y Magog, ellas forman parte del gran ejército que Satanás reunirá cuando él y los demonios sean liberados, después de los últimos 1.100 años de salvación para la humanidad. Gog y Magog no se trata de una raza o de nación; esto describe a aquellos cuyas mentes están espiritualmente en contra de Dios. Hay otros términos, en lo que se refiere a razas y nacionalidades, de los cuales nosotros entendemos que revelan un significado espiritual, como Egipto, Babilonia, Asiria, e incluso Israel.

Gog, en el plano espiritual, se refiere simplemente a aquellas personas en el mundo cuyas mentes han quedado fijadas en “contra” de Dios en su primera vida física. Y Magog se refiere simplemente a aquellos que son “de” Gog, que habían sido llamados a salir del mundo y que han sido engendrados por Dios, pero que luego se han vuelto “en contra” de Dios – se convirtieron en Magog.

6. La Santificación Física
Ahora entendemos que cuando un cónyuge, o un padre o una madre, es llamado a la Iglesia, el otro cónyuge o los hijos de esta persona son santificados para poder estar en una “comunión física” con la Iglesia, y que ellos no han sido llamados a la comunión espiritual. Estas personas no tienen una opción automática de ser llamadas, cuando lo deseen. Además, si sólo uno de los cónyuges es llamado y bautizado en la Iglesia, el otro cónyuge no creyente y los hijos, sólo pueden ser santificados si no están en contra de Dios.

Hay una “santificación física”, como la santificación del antiguo Israel, que permite a estas personas entrar en la presencia de Dios, cuando están juntos con aquellos que son parte de la Iglesia de Dios. Y hay una “santificación espiritual”, que es la que separa a los que están en el Cuerpo de Cristo. Aquellos que son santificados espiritualmente pueden presentarse ante Dios en un plano espiritual, y pueden tener una comunión espiritual con Él, con Su Hijo, y con Su Iglesia.

7. La Mayoría De Las Personas Nunca Ha Sido Llamada a Hacer Parte De Los 144.000
A la Iglesia ha sido dada una mayor comprensión sobre lo que Cristo dijo acerca de que “muchos son los llamados, pero pocos los escogidos”. Podemos ver más claramente que el resultado de la “libre elección”, a raíz de un llamado, es que solamente unos “pocos” han sido elegidos para formar parte del gobierno de Dios, de los 144.000. Estos “muchos” se encuentran entre los que son descritos en la parábola de la cizaña, y en el grupo más grande descrito en la parábola del sembrador, donde la semilla cayó junto al camino, en zonas pedregosas, y entre los espinos (la maleza).

Muchos de los que han sido llamados durante las siete eras de la Iglesia serán resucitados en el período del Gran Trono Blanco. Ellos serán parte del fundamento inicial de la Iglesia, en el comienzo de ese período de 100 años.

La Comunión Y Los 63.000
Quedan aún dos importantes áreas de las que debemos preocuparnos y que deben ser abordadas, antes de concluir este tema de la verdadera comunión.

La primera de ellas tiene que ver con la comunión con los 63.000, que una vez fueron parte de la Iglesia de Dios Universal y que serán despertados de su sueño espiritual, aunque no sabemos exactamente quiénes de ellos será elegido para ser parte de ese grupo.

¿Cómo entonces juzgar si usted debe o no tener comunión con ellos? En primer lugar, nadie debe buscar a esas personas. Si es el propósito de Dios que uno de ellos entre en contacto con usted, entonces Dios se encargará de esta persona – Él se ocupará de esto. Si por alguna razón alguna de estas personas entra en contacto con usted, o usted se cruza con una de ellas casualmente, entonces hay ciertos criterios para juzgar lo que uno debe hacer.

Si uno entabla una conversación amena sobre el pasado, entonces la comunión puede ser algo bueno. Pero hay que tener en mente que esto sólo será en un plano físico hasta que estas personas sean completamente despertadas por Dios. Ellas deben ser tratadas con un espíritu de aceptación y sincera amabilidad, con la esperanza de que puedan convertirse en parte de este gran grupo que pronto será despertado, como ha pasado con nosotros.

Sin embargo, si se tratara de alguien que en el pasado fue un ministro (ordenado), esta persona debe ser tratada con amabilidad, pero no con la intensión de tener comunión con ella. Ellos deben ser considerados como los que han sido excluidos de la comunión, visto que sobre gran parte de ellos pesa un juicio, como descrito en los Truenos.

Asimismo, un último aspecto sobre el que uno debe juzgar, es que si una persona está en contra de la Iglesia de Dios – PKG, esta persona debe ser tratada como alguien que ha sido excluido de la comunión; e igualmente si ellas están enseñando e imponiendo sus propias ideas sobre esto a algún otro grupo.

Aquellos que están en contra de Dios
La otra importante área que debe ser abordada aquí, en esta conclusión sobre la verdadera comunión es la que implica una primordial advertencia y mayor precaución de todas ellas. Esto se refiere a aquellos que persiguen activamente, e intentan hacer daño a la Iglesia de Dios, la Iglesia de Dios – PKG. Tales personas se encajan en uno de los grupos más atroces de todos. Esto es una gran traición a Dios, porque muchas de estas personas han sido misericordiosamente despertadas de un letargo espiritual, y les fueron dadas muchas más verdades que cuando ellas han sido llamadas por primera vez. Sin embargo, ellas se han vuelto en contra de todas esas verdades, y en contra de la Iglesia de Dios, porque viven como “activos” anticristos.

Estos son los que después que han sido excluidos de la comunión no se limitaron en simplemente “seguir adelante con sus vidas”. Ellos no se limitan en simplemente dejar atrás aquello con el cual ellos dicen ya no estar de acuerdo. En lugar de esto, ellos se alimentan de los malos pensamientos, del odio, del desprecio, e incluso se atormentan sobre las actividades de la Iglesia de Dios (de Su pueblo).

Estos son los que tratan de alimentarse de la Iglesia de Dios, y que como buitres intentan acopiar cualquier cosa que puedan arrancar de uno, con el fin de alimentarse de esto de una manera pervertida, asquerosa y apestosa. “Donde esté el cadáver (del griego: cuerpo muerto, así es como ellos lo ven) allí se juntan los buitres.” (Mateo 24:28). Tales personas buscan perversamente “alimentarse” de toda la información que puedan conseguir, para pasar esto adelante a los demás, de una manera retorcida, escandalosa y negativa. Con estas acciones y prácticas, estas personas se han juntado, sin saberlo, al gran calumniador y acusador de los hermanos.

Concluyendo
En todo lo que hemos abordado en esta serie de entradas sobre la verdadera comunión, vale la pena repetir lo que fue dicho en el principio. Y sería bueno poner más atención y considerar ahora lo que está siendo dicho, y no sólo leerlo rápidamente.

Las relaciones revelan el corazón, el deseo y las verdaderas convicciones de una persona que ha entrado a formar parte del Cuerpo de Cristo. Jesús Cristo nos dijo claramente que si una persona desea permanecer “en” una verdadera comunión con Él, es muy importante que Dios esté en primer lugar en la vida de esta persona, por encima de todas las demás relaciones (Lucas 14:26).