Ronald Weinland

Midiendo el Templo – 1ª Parte

Desde la Apostasía la Iglesia de Dios ha estado cumpliendo y experimentando una gran parte de la profecía. Y ahora Cristo nos está mostrando que estamos viviendo en un otro período de tiempo muy específico. Ya hemos experimentado más de los eventos proféticos que están registrados en las Escrituras que en cualquier otra época de la historia de la humanidad. Sin embargo, acontecimientos mucho más dramáticos aún tendrán lugar.

Ahora estamos viviendo un momento específico en el tiempo, que conlleva un gran significado para la Iglesia de Dios. Esto es algo increíblemente único en toda nuestra historia. Vamos a intentar entender por qué. Y para eso debemos examinar más detenidamente dos versículos.

“Entonces se me dio una caña, parecida a una vara de medir, y se me dijo: Levántate y mide el templo de Dios y el altar, y cuenta a los que adoran en él. Pero no midas el patio que está fuera del templo; déjalo sin medir, porque ha sido entregado a los gentiles, y ellos van a pisotear la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.”(Apocalipsis 11:1-2).

Aunque estos versículos sobre la medición del templo han servido para instruir, y han sido usados como ejemplo en otras épocas del juicio sobre la Iglesia de Dios, es ahora que ellos están se cumpliendo, en estos momentos.

Cuando comprendemos que los capítulos 10 y 11 no se refieren a algo que tenía que ser cumplido por Juan en su época, pero por su homólogo en el tiempo del fin, entonces podemos comprender mejor lo que ahora nos está siendo revelado. Lo que fue dicho, y que fue escrito por el único otro apóstol que también era un profeta, está dirigido ante todo al profeta y apóstol de Dios para el tiempo del fin. El mensaje que el ángel entregó a Juan es para mí, para los dos testigos, y para la Iglesia. Se trata de la “obra” que Dios está consumando, al final de esta era.

En este punto, es necesario que repasemos algunas cosas de las que hemos hablado en la entrada La venida de Cristo. Todo esto está siendo ahora más profundamente aclarado por Cristo, mientras que Él sigue edificando sobre lo que Él ha establecido en nosotros.

En Apocalipsis 10 un ángel reveló los Siete Truenos a Juan, pero le ha dicho que él no podía escribir lo que eran estos truenos. El ángel tenía en la mano el “librito” abierto, y pronunció con voz potente los Siete Truenos (de los que se habla en los versículos 2-3). Aunque esto siempre ha estado justo delante de nosotros, antes no hemos podido juntar todas las piezas, porque el tiempo para que esto fuera revelado aún no había llegado. Dios decidió que lo que está escrito en estos dos capítulos, y que fue revelado a Juan mientras estaba encarcelado en la Isla de Patmos, sería revelado a su homólogo, mientras éste estuviese encarcelado en “tierra alta” (Terra Haute), para que ya nada permaneciese oculto, y que todos pudiesen “ver” claramente lo que Dios hace por medio de él y de Sus dos testigos. Estas cosas ya no permanecerán ocultas, pero serán reveladas por el gran poder de Dios. Este es el momento que Dios ha elegido para revelar el preciso momento para los acontecimientos finales, que finalmente conducirían a la muy pronta venida de Cristo.

Este “librito” es una pequeña parte del libro 2008 – El Testigo Final de Dios, que habla específicamente acerca de los Siete Truenos. La ingesta de este pequeño libro, que sabia dulce en la boca, fue el período de “testimonio” que nos llevó al Pentecostés del año 2012. La emoción y la anticipación de aquello hacia adonde nosotros creíamos que nos estábamos dirigiendo, la venida de Cristo y del Reino de Dios, eran algo muy dulce. La Iglesia degustó (comió) este mensaje, creyendo y viviendo en la creencia de que esta era perversa del autogobierno humano estaba a punto de terminar, y que la era del gobierno de Dios estaba a punto de empezar. Entonces todo esto nos empezó a saber a amargo, cuando se nos vino encima la realidad de que aún quedaba más tiempo para esto. Y hemos sido expuestos a la burla, al escarnio, y al desprecio del mundo que nos rodea. Ese fue un tiempo para aprender a llevar cilicio.

Creo que Dios ahora nos está mostrando cual será el Pentecostés del regreso de Cristo, del que empezaremos a hablar en esta entrada, de una manera ordenada. El primer tema del que vamos a hablar será sobre la última transición en el tiempo, que tuvo lugar en el día de Pentecostés del año 2012; transición ésta que conduce al regreso de Cristo. Vamos a hablar un poco de la importancia de esta transición, y luego nos centraremos en los acontecimientos que tienen lugar en los primeros 42 meses, que empezaron en el día de Pentecostés del año 2012. Esta fue una transición de una importante fase a esa fase que entonces ha empezado. Aunque vamos a centrarnos en el momento de la venida de Cristo, esto probablemente no será dado a conocer hasta los últimos 1.260 días de esta “obra”, esta última tarea que nos ha sido encargada.

42 Meses
Este período de tiempo que nos supo a amargura, un período de tiempo para aprender a sentirse a gusto llevando cilicio, corresponde al período de 42 meses en los que la santa ciudad es pisoteada. Este es el “tipo espiritual” del cumplimiento del período en el que los dos testigos (y la Iglesia) son dados por muertos (derrotados, vencidos, y considerados irrelevantes) por 3 días y medio, que proféticamente son 3 años y medio. Ellos estarán en esta condición hasta que Dios los levante, en poder, para comenzar a cumplir la fase física de los últimos 1.260 días de su trabajo.

Este período específico de 42 meses es mencionado en la forma de un “determinado número de meses”, para que el diseño y propósito de esto quede claro, y no se confunda con expresiones similares a esta, que son usadas para aludir a tal período de tiempo, como 1.260 días, tiempo, tiempos, y mitad de un tiempo, o simplemente 3 años y medio. También es sorprendente “ver” cómo este período de tiempo empezó. Su primer año fue revelado como siendo el “tipo espiritual” del cumplimiento del Día del Señor. También hay un “tipo físico” para el Día del Señor, que se cumplirá en el último año antes de la venida de Cristo – el último año de todo este período final.

Así que, el comienzo de este período único para la fase final de los acontecimientos del tiempo del fin de Dios abarca estos 42 meses, y termina entonces con los últimos 1.260 días que llevan al último “conteo” para el regreso de Cristo. Esta fase final empezó y terminará con un “Día del Señor”. Uno de los días del Señor es el cumplimiento espiritual y el otro es el cumplimiento físico. El timing para su cumplimiento de todo esto es increíblemente exacto, único y perfectamente ordenado.

Muchas veces, cuando las cosas nos son reveladas, nosotros no comprendemos de golpe y plenamente todo lo que nos es revelado; pero con el tiempo Dios explica (aclara) y revela el significado más profundo de estas cosas. Hemos visto dos ejemplos claros de esto en los últimos tiempos. Uno de estos ejemplos es la revelación de un cumplimiento espiritual del Día del Señor. El otro implica el sellado final de los que completan el número de los 144.000, que tuvo lugar en el período de tiempo que comenzó en la fiesta de las Trompetas en el año 2008 y terminó en el día de Pentecostés del año 2012 (un período de 1.335 días).

Antes de seguir, usted debe saber que usted no tiene que entender y ver cada detalle de lo que Dios nos está revelando ahora. A menudo, esto es como empezar a ver la imagen que se va formando cuando uno monta un rompecabezas. Uno empieza a poner las piezas en su sitio, y poco a poco la imagen formada, el producto terminado, va quedando claro. Algunas personas me han escrito y comentado que muchas veces ellas vuelven a leer las entradas, tratando de entender y comprender todo. Y a menudo dicen que se preocupan de que estén haciéndose mayores y ya no puedan acordarse de las cosas, o que quizá no den la talla espiritualmente.

Claro que es bueno volver a leer los mensajes, para poder digerirlos más plenamente; y también es bueno estar siempre en guardia en cuanto a nuestro estado espiritual. Igualmente es bueno ser humildes, y entender que no podemos entenderlo todo con sólo leer el mensaje una o más veces. Pero uno no tiene que sentirse culpado, o pensar que algo está mal, solamente porque no puede ver todo de pronto y a la vez, o por no poder acordarse perfectamente de todo.

De hecho, todo lo que Dios nos ha revelado desde el Pentecostés del año 2012 toma mucho tiempo para ser digerido, mismo con el poder del espíritu de Dios obrando en nosotros. Hay muchas más cosas contenidas en todo lo que ha sido escrito hasta ahora, y esto continuará siendo aclarado y revelado hasta muy adentrado el Milenio.

¿Quién de nosotros puede ver y comprender plenamente todo lo que está escrito en la Biblia? ¡Nadie! Pero Dios sigue revelando más y más. Gran parte de lo que Dios está revelando ahora tiene que ver con la complejidad, el orden, el momento preciso, y la construcción magistral de algo que sólo Dios y Su Hijo pueden realizar. Lo que nosotros podemos ver es sólo una pequeñísima parte del cuadro general de algo que es mucho, mucho mayor e inmensamente más profundo de lo que jamás podríamos imaginar.

Una analogía física, que nos ayuda a comprender mejor esto, es nuestra pequeña capacidad de ver y comprender la inmensidad del universo, o la complejidad del mundo de los átomos. Sólo podemos entender un poco de todo esto, y simplemente maravillarnos de estas cosas. En ocasiones oímos hablar acerca de algunos aspectos de esa creación, y de la magnitud, las distancias, la belleza, el espacio, la variedad, la dimensión, el tiempo, la energía, y mucho más de todo lo que está involucrado en esto. De hecho, nosotros no podemos comprender la profundidad de tal creación física, sólo podemos tener un pequeño atisbo de todo esto. El resto, harán falta milenios para llegar a conocer y comprender.

Aunque podamos ver el sol en el cielo y sepamos cómo el sol afecta y controla las condiciones de la vida física en la tierra, no podemos siquiera empezar a comprender la complejidad de su existencia. Como dicho antes en sermones y entradas, ¿cómo podemos siquiera empezar a comprender su composición, función, o tan sólo su tamaño, que corresponde a más de 100 veces el diámetro de la Tierra? O ¿cómo podemos entender la grandeza de la estrella VY Canis Majoris, cuya distancia hacia nosotros es más de 235.000 veces el diámetro de la Tierra?

Tenga en cuenta también el factor “tiempo”, algo que nuestras mentes no tienen la más ínfima capacidad de comprender, en lo que se refiere al tamaño de este universo que Dios Todopoderoso ha creado y sostiene. Del número estimado de estrellas en el universo, ¿cuánto tiempo cree usted que le haría falta para visitar a todas, si pudiera hacerlo a razón de un millón por segundo? ¡Esto le tomaría más de 8 trillones de años!

Así que, si usted tiene dificultades para entender todo lo que está escrito en estas entradas, por favor sepa que esto es normal. Se necesita tiempo para digerir todo lo que Dios nos está revelando en este tiempo del fin, mientras Él se prepara para anunciar Su Reino, que es mucho, mucho más complejo que todo lo que Él ha creado en este universo físico.

Si somos capaces de comprender lo que acaba de ser dicho sobre tal complejidad, entonces deberíamos estar aún más maravillados con lo que Dios está revelando acerca de Su precisión, timing y proceso, en lo que Él y Su hijo están realizando en el cumplimiento perfecto, ordenado, y lleno de significado de los eventos específicos que conducen a la venida literal de Cristo en Su Reino.

El Cumplimiento Espiritual del Día del Señor
Entonces, ¿qué sucedió en ese primer año de los 42 meses, que fue el cumplimiento espiritual del Día del Señor, del Pentecostés del 2012 al Pentecostés del 2013? Han pasado varias cosas de increíble importancia. Pero cuando este profético “día” estaba a punto de empezar, tuvo lugar una última, y de suma importancia, transición en el tiempo, en el cumplimiento final que acababa de empezar. El camino que estaba siendo preparado para la venida de Jesús Cristo estaba listo, porque ahora la obra de transformación de todos los 144.000, que serán resucitados en Su venida en Su Reino, estaba concluida.

La mayoría de las personas de la Iglesia no estará en esa resurrección. Y aunque no serán parte de los 144.000, ellos son increíblemente únicos e importantes para el plan de Dios. Estos son los últimos en ser llamados, para ser probados y testados, moldeados y entrenados, durante esta era de Satanás, durante esta era final del autogobierno del hombre. Aquellos que vivirán en el Milenio y en los Últimos 100 años no van a pasar por la experiencia de ser transformados en tales condiciones. Aquellos que ahora se someten a este proceso tienen una oportunidad única de servir, y serán especialmente bendecidos, al seguir viviendo en una nueva era.

Cuando el cumplimiento espiritual del Día del Señor empezó, el Reino de Dios, los 144.000 (los muertos en Cristo y los pocos que todavía están vivos) fueron totalmente entregados a Cristo para ser resucitados en el momento de Su venida. El “camino” para la venida de Cristo ahora había sido totalmente preparado y estaba listo.

Muchas e importantes transiciones en el tiempo han tenido lugar; sin embargo, esta transición específica es una de las más importantes e impresionantes en el cumplimiento del gran plan de Dios. Esta transición en el tiempo, en el Pentecostés del año 2012, confirmó la venida de Cristo.

El primer sello de Apocalipsis fue abierto el 17 de diciembre de 1994, y entonces empezó la apostasía. Esta fue la “señal” para la Iglesia de Dios de que una muy específica cuenta atrás para el regreso de Cristo había comenzado. Pero nosotros no sabíamos cuanto tiempo pasaría desde la apertura de este Primer Sello hasta la venida de Cristo. Dios ahora nos está revelando un completo panorama de Su timing y del cumplimiento de Su último propósito, que nos llevará a venida de Su Hijo para reinar en Su Reino. Luego después del Pentecostés de este año (2014), Dios empezó a revelar el proceso de Su timing y propósito. Y desde entonces Él ha seguido revelando mucho, mucho más.

Hay varias entradas, como por ejemplo 4 años y medio Extraordinarios, que dan más detalles acerca de los importantes eventos que ocurrieron en el primer año de ese período de 42 meses, en el cumplimiento espiritual del Día del Señor. Estos eventos tuvieron lugar en una época que se conoce como la “causa” o la “controversia” de Sión. En ese “día” la Iglesia se mantuvo firme en la verdad de Dios, después de haber experimentado un período de transformación y fortalecimiento en la fe y en la verdad más intenso y más corto (los 3 años y medio de testimonio) que en cualquier otro período de tiempo. El proceso de Dios para crear esa fuerza, convicción y fe viva, ahora había alcanzado su estado más maduro y estructurado dentro de la Iglesia. Esto se llevó a cabo durante 6.000 años de continua edificación, y la progresiva revelación dada a los que Dios estaba llamando y preparando para gobernar en Su Reino. Ese “día” fue la prueba y el testimonio de la intensa obra de Dios y del ejercicio de Su poder espiritual dentro de la Iglesia en la “causa” (pleito) de Sión.

La Iglesia ahora estaba completamente lista, pues había sido preparada por Dios para mantenerse firme a lo largo de todo ese año, ya que salió victoriosa de los poderosos ataques que Satanás lanzó sobre ella. De hecho, el tiempo para la causa de Sión se cumplió cuando los 144.000 han recibido el sello de Dios, y cuando la Iglesia estaba preparada para seguir adelante y mantenerse firme. Aunque la obra de Dios quedó concluida al establecer plenamente Su gobierno que reinará en Su Reino, Satanás siguió persiguiendo y tratando de destruir la Iglesia de Dios, que continuaría en el Milenio. Y por eso Satanás fue juzgado, y la sentencia establecida contra él es que él será confinado por 1.100 años, tal y como había sido profetizado hace mucho tiempo.

Y en lugar de ser destruida, la Iglesia se hizo aún más fuerte. Con excepción de la limpieza y el refinamiento del Templo, que ha estado teniendo lugar desde el Pentecostés del 2012, cuando entramos en los “42 meses” de Apocalipsis 11. En este período de tiempo, los que están “fuera” (en el “patio”) y no “en el Templo” están siendo excluidos de toda comunión con el Templo y están siendo “echados fuera”. Éstos son los que aparentaban estar “en el Templo”, estando presentes “en el patio”; pero ellos no han estado sirviendo dentro del Templo en espíritu y en verdad.

Además, en este profético “día” fue dictada una última sentencia sobre la humanidad, que será ejecutada durante la manifestación física de las Siete Trompetas y del cumplimiento más intenso de los Siete Truenos. Esta sentencia quedó firmemente establecida después de la respuesta de este mundo al último testimonio de Dios. Y esta respuesta ha sido la misma que en todos los 6.000 años de la historia del ser humano.

En todo esto, el período de 42 meses sigue siendo principalmente acerca de la Iglesia de Dios. Se trata de aquellos que están en la última etapa de su formación y preparación para el último período profético y el “conteo” final que conduce al establecimiento del Reino de Dios para gobernar en la tierra. Se trata de la medición del templo.

A medida que avanzamos en esta serie de entradas, será cada vez más emocionante poder entender el “recuento completo”, desde que el Primer Sello fue abierto hasta el momento en que la Séptima Trompeta sea manifestada en la venida de Cristo. En ese período de tiempo serán cumplidos 7 períodos de 1.260 días, y también se cumplirán un número específico de señales que identifican y revelan más a fondo el diseño completo de lo que Dios ha estado orquestando en esta etapa final del tiempo del fin.

[En la próxima entrada voy a compartir con ustedes algunas de las cosas más profundas e inspiradores que ya he tenido la bendición de poder compartir.]