Ronald Weinland

La Obra de Dios

A modo de introducción, quisiera compartir con todos ustedes que en estos momentos yo estoy muy ocupado con estudios, planificación para el futuro y la preparación de algunos sermones que Dios me está dando ahora de una manera muy singular y en un ritmo único.

Y todo esto me resulta muy emocionante, considerando el momento en que estamos en el tiempo profético. Esto es algo que más adelante me gustaría mucho compartir con ustedes en más detalle; pero sólo podré hacer esto cuando estemos más cerca del fin de este especial Año de Dedicación.

Y debido a que estoy centrado en estas cosas, de ahora en adelante las entradas no serán tan frecuentes; quizá sean publicadas a cada tres o cinco semanas, en lugar de a cada dos o tres semanas, como he tratado de hacer en el pasado. Y además las entradas serán más cortas y más concretas, como la última y la presente.

Estamos acercándonos al final del 6º período profético de 1.260 días, contando desde la Apostasía; y estamos preparándonos para el 7º y último período, que nos llevará a la venida de Cristo. Y teniendo este enfoque en mente, siempre es importante recordar que esta es la Obra de Dios – nosotros somos la obra de Dios. Y ahora que estamos llegando al final de este tiempo especial de dedicación, me parecen increíbles la manera, el ritmo y la clase de enfoque con la que Dios me está guiando.

Otra cosa que me gustaría compartir con ustedes es el hecho de que yo no hubiera tenido la oportunidad de hacer lo que estoy haciendo ahora si no hubiera sufrido ese ataque al corazón. Y por extraño que parezca, yo estoy con el “ánimo tan renovado” para hacer la obra que Dios me ha ordenado hacer, que yo de veras estoy muy agradecido por haber sufrido ese ataque al corazón.

Mi actual estado de salud
Esto me lleva a darles un informe actualizado de mi estado de salud, ya que muchos me lo han solicitado. No hay mucho que decir porque las cosas por aquí van muy lentas. Un cardiólogo del gobierno me ha reconocido, algo que por sí ya es muy significativo. Y yo no entiendo porqué pero él quiere someterme a una prueba de esfuerzo. Y aunque algunas personas me han desaconsejado someterme a esa prueba, yo la voy hacer. Dios se encargará de todo lo que sea necesario en este asunto. Yo estoy muy atento a mi condición física en estos momentos, y no voy a hacer nada durante esa prueba si yo me siento a gusto.

La verdad es que yo me siento muy, pero que muy bien. Ya puedo por ejemplo caminar una distancia considerable todos los días sin sentir ningún cansancio.

Esa prueba de esfuerzo probablemente no será antes de un mes por lo menos. Por lo que he oído esa prueba sirve para ayudar a determinar si mi corazón ya está lo suficientemente fuerte como para aguantar la cirugía para la colocación de los otros dos stents. Y teniendo en cuenta la manera que las cosas funcionan aquí, probablemente después de someterme a esa prueba tardarán uno o dos meses más antes de que yo pueda ser operado. Y esto me viene muy bien, porque así puedo seguir trabajando en lo que estoy trabajando ahora. Porque debido a lo que me ha pasado yo no puedo hacer ningún tipo de trabajo físico hasta que las dos arterias sean desobstruidas.

Está claro que Dios me ha dado mucha fuerza física, capacitándome para hacer todo el trabajo que he estado haciendo hasta que he sufrido ese ataque al corazón. ¡Mismo con tres de mis arterias casi completamente obstruidas! En realidad ya hacía algún tiempo que dos de ellas estaban completamente obstruidas. Pero Dios me ha dado fuerzas y una buena resistencia física para hacer todo el trabajo que hice.

No ha sido difícil para Dios hacer esto por mí entonces, y tampoco será difícil ahora para Él darme la fuerza que necesito. Él podía haber evitado que yo pasara por lo que pasé, pero si Él hubiera hecho esto, nunca se hubieran producido los sorprendentes resultados que se han producido. Insisto en que yo voy a compartir todo esto con ustedes más adelante, pero yo haré esto cuando Dios determine que es el momento oportuno para hacerlo. Esta ES la obra de Dios.

Profecía
Y esto nos lleva a un punto interesante ahora. Esto tiene que ver con todo lo que sucede en nuestras vidas. Si entendemos que somos verdaderamente hijos engendrados de Dios y que nuestras vidas están totalmente en las manos del Gran Dios Creador, entonces todo lo que Dios permite que suceda en nuestras vidas y en la Iglesia es para un propósito más grande, en el futuro. Él puede intervenir y atajar cada dificultad, cada prueba, cada enfermedad física y todas las cosas que nosotros pensamos que son malas. Pero si Él no interviene y impide que esas cosas nos pasen, ¿seguimos teniendo la confianza y la fe de que esta es Su obra? ¿Que nosotros somos Su obra?

Cuando Laura estuvo en Minnesota hace poco, yo he dicho por teléfono a un grupo de personas de la Iglesia que yo podría haber muerto, pero que si esto pasara nada cambiaría en el plan de Dios; y tampoco en el hecho de que esta es la Iglesia de Dios. ¡Esta es la obra de Dios! Puedo imaginar como algunos se sentirían si esto pasara, y que hay algunos que creen que tal cosa no puede pasar porque yo soy un apóstol y un profeta de Dios, y también uno de los dos testigos. Y quizá usted se esté preguntando: “¿Cómo podrán cumplirse las profecías si él muere?”

Antes de contestar esto, y sólo para que todos puedan estar más tranquilos, quisiera dejar bien claro que yo no creo que esto vaya a pasar. Yo creo que Dios va a seguir trabajando conmigo para concluir esta obra del tiempo del fin. Pero esto nos muestra una verdad que nosotros necesitamos saber.

Se trata de la verdad acerca de las profecías, y también de nuestra fe y certeza de que somos hijos engendrados de Dios, con quienes Él está trabajando ahora en Su Iglesia remanente. Usemos ese escenario que acabo de mencionar, que si yo me muero nada cambia, que esta sigue siendo la obra de Dios.

Pero si esto sucede, ¿cómo puede entonces ser verdad las profecías que nosotros creemos acerca de los dos testigos? Esto es exactamente lo que yo estoy diciendo: esta es la obra de Dios. Nosotros no podemos limitar a Dios, aunque esto es lo que solemos hacer a menudo.

La verdad es que Dios tiene “muchas maneras” de cumplir las profecías. Es por esto que gran parte de las profecías está escrita de una manera tan única; exactamente con ese mismo propósito.

La profecía no es algo claro y fácil de entender. Entender la profecía y su cumplimiento no es una cuestión de averiguar esto por nuestra propia cuenta, a través de estudios, cálculos o deducciones. Toda profecía es revelada por Dios a través de Sus profetas. Cuando llega el momento – en el tiempo de Dios – Él puede inspirar una declaración profética, o revelar algo sobre una profecía, revelar el significado específico de algo que ya ha sucedido y que se encaja en una determinada profecía. Pero todo es revelado solamente de una manera. Todo es revelado a través de un profeta de Dios y de ninguna otra manera.

La profecía es revelada CUANDO Dios decide que es el momento – de acuerdo con Su plan – para “revelar” algo específico y pertinente sobre cosas que Él ha escrito hace mucho tiempo. Él tiene un plan, y Él puede cumplir de muchas maneras diferentes muchas de las profecías que fueron escritas hace mucho, mucho tiempo.

Nosotros no podemos limitar a Dios. No hay solamente una manera para cumplir las profecías. Si yo hubiera muerto y Dios tuviera un propósito en cambiar el curso de las cosas que se están cumpliendo ahora, Él podría hacer esto de muchas maneras diferentes, y aún así cumplir lo que Él ha dicho en las Escrituras. Dios puede tener una razón para entrenar a otra persona para un determinado propósito que antes no era necesario. Quizá debido a los cambios en el mundo, debido al hecho de que las personas todavía no están siendo llamadas, se necesitaría a alguien más que yo para cumplir con la obra que hasta ahora está siendo realizada.

El punto es que hay cosas que Dios no decide hasta que llega el momento de cumplirlas, según Su plan. Esto es porque algunas cosas podrían cambiar en el mundo, porque Dios dio a los seres humanos la capacidad de elegir libremente, y Dios puede cumplir las cosas de acuerdo con esto. Y a medida que seguimos, más sobre esto nos será explicado. Lo que nos está siendo revelado ahora es sólo una pequeña introducción, para que podamos empezar a digerir esto ahora y poder recibir más en otro momento.

Este es un proceso de aprendizaje que funciona con bloques de construcción. Esto también tiene que ver con la nueva comprensión que nos ha sido dada sobre lo que hemos experimentado en los últimos siete años. Y si digerimos lo que nos está siendo dado ahora será mucho más fácil entender lo que nos será dado más adelante.

Digamos por ejemplo que esta profecía sobre los dos testigos también podría ser cumplida por dos parejas diferentes de personas, o quizá uno de ellos sea sustituido, si Dios así lo elige. Pero nada de esto cambiaría el hecho de que la profecía todavía se cumpliría. La primera fase de ese “testimonio”, que empezó en el 2008, en el 5º período de 1.260 días, ya se cumplió en un plano espiritual.

El testimonio que será dado en el 7º período de 1.260 días será literalmente la fase física que será cumplida por los dos testigos. Proféticamente ambas fases podrían muy bien ser cumplidas por diferentes personas, sin dejar de cumplir perfectamente lo que está escrito. En una entrada anterior hemos hablado que hay muchas maneras diferentes en las que una profecía puede ser cumplida. Y lo que me viene a la mente ahora es el “tipo” espiritual y el “tipo” físico del cumplimiento. Hay diferentes “tipos” de cumplimento de la profecía y la mayoría de ellos pueden ser cumplidos por diferentes siervos de Dios.

Es por eso que siempre debemos ser pacientes cuando algo no se cumple de la manera exacta que esperábamos. Esta es la obra de Dios, y si nosotros somos Su pueblo, entonces debemos entender que Él siempre nos revela lo que debemos saber. Esto siempre ha sido así; y nosotros somos Su pueblo.

Con eso yo sólo quiero mostrar que muchas cosas en la profecía no están tan claras y tampoco son tan fáciles de entender como a menudo solemos pensar y pretender. Aunque hay profecías que sí se han cumplido de una manera muy específica y exacta.

Puede que la forma en que algunas cosas se cumplirán no sea ninguna que nosotros conozcamos, y a menudo esto no es revelado hasta el momento específico que Dios entonces determine cumplirlas. Esta es otra razón por la que nosotros tenemos que tener mucho cuidado, sobre todo a partir de ahora, porque tenemos que estar en unidad, más de lo que jamás hemos estado. Tenemos que hablar todos la misma cosa.

Un aviso
Como ya he dicho al ministerio (y es conveniente que todos sigan estas instrucciones) si algo es escrito o hablado y después publicado en uno de nuestros sitios web, entonces debemos ser prudentes y tener cuidado de no ir más allá de esa “presente verdad”. De lo contrario, podemos fácilmente ponernos en una posición que está en contra de Dios. Dios trabaja de una manera muy específica dentro de Su Iglesia. Nosotros hemos sido testigos muchas veces, y de una manera muy poderosa, de cómo Su espíritu y el espíritu de Su Hijo trabajan. Dios ha revelado muchas cosas sobre las verdades, y muchas nuevas verdades a Su Iglesia. Si nosotros de veras creemos que esta es la Iglesia de Dios y que esta es la obra de Dios, vamos a esforzarnos por estar en unidad con lo que Dios ha revelado.

Un último ejemplo que quisiera dar, para ayudar a echar un poco de luz en este tema de la profecía y en el hecho que todos debemos hablar lo mismo, tiene que ver con un asunto que suele surgir de tiempo en tiempo y sobre el cual las personas suelen especular. Hay muchos temas que se prestan a la especulación, pero hay un ejemplo que es muy actual, y por eso quisiera hablar de él. Se trata de las hipótesis sobre quiénes son el “rey del norte” y el “rey del sur”.

¿Por qué daría alguien más importancia que la debida a este asunto? Echemos un vistazo a esto, teniendo en cuenta todo lo que acabamos de hablar.

¿Dónde se menciona, en qué sermones, entradas, libros u otro material escrito, quienes podrían ser estos reyes en el tiempo del fin? Si esto no es mencionado en ninguna parte, ¿estamos en unidad si especulamos sobre este tema? ¿Es esto algo que edifica, algo productivo, o quizá cierto? Si esto no es así, ¿por qué hablar de ello? ¿Crea esto una mayor unidad? ¿O es simplemente una cuestión de vanidad y orgullo? ¿Le da esto la falsa idea de que usted es “muy espiritual”? Tales cosas pueden ser muy perjudiciales espiritualmente.

Y estoy mencionando esto porque este asunto, y otros de esta clase, suelen surgir de cuando en cuando. Algo así debería hacer saltar todas las alarmas para nosotros, sobre todo en este año especial que estamos observando.

Hay una razón de peso para que yo nunca haya hablado de esta profecía. ¿Quita esto importancia a mi función como un profeta? No.

Es que yo simplemente no puedo, ni quiero, hablar de algo a menos que yo crea firmemente que lo que tengo a decir viene de Dios. Hace varios años, he hablado de esto con algunas personas que me habían preguntado por qué Dios no me había revelado nada sobre este tema, teniendo esto que ver con el tiempo del fin. Dios no me ha revelado nada sobre el significado de esta profecía. Puede que haya algunos “tipos” que están relacionados a situaciones de menor importancia en el mundo, pero el cumplimiento específico de lo que está escrito en Daniel sobre este asunto nunca me ha sido revelado, y por eso yo tampoco puedo hablar de ello.

Puede que Dios esté empezando a revelarme algo sobre esto ahora, porque yo reconozco algunos patrones en la manera que Dios trabaja conmigo ahora y ha trabajado conmigo tantas veces en el pasado. Si esto es realmente lo que está pasando, puede que todavía pase mucho tiempo antes de que esto sea plenamente revelado. Sin embargo, si se trata realmente de uno de esos patrones, (algo que yo sabré luego enseguida), el cumplimiento de esto no será parecido en nada a cualquier hipótesis que uno pueda inventarse.

Hay algunas buenas lecciones en todo esto de lo que he hablado. Pídele a Dios que le ayude a ver todas esas lecciones, y pídale también que le ayude a aprender lo que hay que aprender de ellas.