Ronald Weinland

Capítulo 3: Dios predijo la Tercera Guerra Mundial

Esta es una historia realmente aterradora. Especialmente debido a que concierne a la época en que vivimos ahora. La magnitud de la destrucción que esta guerra causará es algo realmente aterrador. Dios dice claramente que nunca ha habido un tiempo como este en toda la historia de la humanidad. Y, afortunadamente, algo así jamás volverá a pasar.

Estamos en la fase final de un plan que Dios puso en marcha 6.000 años atrás, cuando Él creó a los seres humanos y los puso en esa tierra. Por lo general Dios se mantuvo “al margen” de los asuntos de los seres humanos, permitiendo que los seres humanos siguiesen sus “propios caminos” y experimentasen el resultado de esto.

Al contrario de lo que muchos seguidores del cristianismo tradicional piensan y ensañan, en los últimos 6.000 años Dios no ha estado intentando salvar a los seres humanos. Al contrario de esto, Dios ha dejado que los seres humanos siguiesen su propio camino. Y cuando ese período de tiempo llegue al fin, Dios entonces intervendrá para poner fin al círculo vicioso de sufrimiento, guerras y fracasos de los seres humanos. Pero primero Dios va a permitir que los seres humanos empiecen una guerra nuclear y lleguen al borde de la extinción, para que podamos aprender las lecciones que tenemos que aprender.

Como he dicho antes, no fue hasta casi el final de esos 6.000 años, hasta el final de esta fase del plan de Dios, que Él nos ha dado más conocimientos sobre las matemáticas, la física, la química, etc… Porque si Dios nos hubiera dado ese conocimiento antes, los seres humanos ya no existiríamos. Porque ya nos hubiéramos destruido totalmente mucho antes en una tercera guerra mundial.

El propósito de Dios siempre ha sido concedernos 6.000 años para gobernarnos a nosotros mismos y así aprender lecciones que no podemos aprender de ninguna otra manera. Una de las lecciones más importantes que tenemos que aprender es que no podemos gobernarnos a nosotros mismos con éxito. Naciones – grandes o pequeñas – imperios, reinos, todos ellos se han levantado y han caído. Y esto va a volver a pasar ahora al final. Nuestros sistemas, nuestros gobiernos simplemente no funcionan. Todos ellos terminan cayendo.

Hoy en día las personas no creen que sus países o gobiernos puedan dejar de existir. ¡Pero esto es lo que está a punto de suceder! El mundo nunca ha pasado por una guerra nuclear y tampoco ha experimentado los efectos de algo así. Esto será algo horrible, espantoso y aterrador.

Dios predijo el surgimiento y la caída de pueblos, naciones y reinos. Los pueblos de muchos de los reinos que han caído siglos atrás han emigrado a otras partes del mundo y han resurgido con diferentes nombres. Y Dios revela cómo usted puede identificar a esos pueblos en la actualidad, porque Dios predijo las acciones, las migraciones y el papel profético que esas naciones y reinos desempeñarían a lo largo de la historia. Especialmente para nosotros en este tiempo del fin.

Dios ha orquestado el “momento oportuno” para los grandes descubrimientos y avances de las ciencias y de la tecnología, para que el mundo pudiese llegar exactamente donde está ahora. Y, especialmente en los últimos 100 años, los seres humanos siempre han usado los avances de la tecnología para aumentar su poderío militar y dominar a otras naciones. ¡Para la guerra! Es por eso que podemos estar absolutamente seguros de que los seres humanos usarán toda la tecnología y las armas nucleares que ellos han desarrollado en una última guerra.

Dios conoce la naturaleza humana. Él nos creó. Dios ha dado a los seres humanos el libre albedrío: la capacidad de elegir libremente. Dios sabía cual sería la elección de los seres humanos a lo largo de esos 6.000 años. La elección de la naturaleza que se desarrolla en seres humanos físicos a los que les fue dada la libertad de elegir es una elección muy predecible. Porque la manera en que hemos sido creados produce automáticamente una manera de vivir basada en el egoísmo, en anteponer nuestro propio beneficio al beneficio de los demás, ya sea como individuos, como familia, como comunidad o como nación.

Pero Dios usa nuestra naturaleza egoísta para lograr un propósito mucho más importante, el propósito para el que Él nos ha creado. Lo que Dios tiene preparado para nosotros es emocionante e inspirador, y ya no está muy lejos ahora. Pero antes de que empiece esta nueva era que Dios tiene preparada para los seres humanos, una última y catastrófica guerra tendrá lugar. Y esta guerra y los catastróficos acontecimientos que la acompañan ayudarán a los seres humanos a ver finalmente lo destructivos que son “sus propios caminos”. Porque si esa naturaleza no cambia, inevitablemente ella destruirá a sí misma.

Cuando Dios comenzó a revelar que estamos en el tiempo del fin
Ya he mencionado que la Iglesia de Dios fue fundada en el año 31 d.C. y ha seguido existiendo desde entonces. La Iglesia de Dios no es, y nunca ha sido, muy conocida en el mundo, ya que ese no era el propósito de Dios. Y desde que la Iglesia de Dios fue fundada los que la han conocido la han perseguido, odiado y difamado. Y debido a esto – y también porque ese es el plan y el propósito de Dios – Su Iglesia ha permanecido pequeña a lo largo de los siglos. La razón para esto – y también otras cosas sobre la Iglesia de Dios – será explicada en los siguientes capítulos.

Durante siglos la Iglesia de Dios ha estado siendo oprimida por el mundo a su alrededor. Y debido a eso ella comenzó a perder la verdad que Dios le había dado desde el principio. Y fue por eso que en la década de 1930 Dios llamó al Sr. Herbert W. Armstrong y lo asignó como apóstol para Su Iglesia en el tiempo del fin. A través de él Dios comenzó a restaurar la verdad en Su Iglesia, para preparar a Su Iglesia para la segunda venida de Su Hijo. Y desde entonces Dios también empezó a acelerar progresivamente el desarrollo tecnológico de los seres humanos.

Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, Dios comenzó a mostrar a Su apóstol, el Sr. Herbert W. Armstrong, que la Segunda Guerra Mundial encajaba perfectamente en los acontecimientos proféticos del tiempo del fin y que después de esto habría una gran guerra más, la última guerra en la tierra, la Tercera Guerra Mundial. Dios le mostró que entonces había empezado para el mundo “el tiempo del fin”, del que se habla en la Biblia. Dios también comenzó a revelar a él profecías que están escritas en el libro de Daniel y en el libro de Apocalipsis.

Nada más terminar la Segunda Guerra Mundial, el Sr. Herbert Armstrong comenzó a avisar al mundo que una Tercera Guerra Mundial se acercaba. Dios había revelado a él profecías muy específicas, dándole a conocer los países que estarían involucrados en los últimos acontecimientos del tiempo del fin.

Él explicó que habría una gran guerra nuclear y también dijo cual sería el resultado de esa guerra, tal como Dios lo había revelado a él. Dios dijo que la destrucción causada por esa guerra será de tal magnitud, será algo tan poderoso, que si Dios no interviene para poner fin a esto la raza humana será totalmente aniquilada. La única y verdadera esperanza de los seres humanos es que Dios intervenga en los asuntos de este mundo e impida que los seres humanos de cometan esa inimaginable atrocidad.

Dios entonces también le mostró con más detalles que Europa, con Alemania a la cabeza, se levantaría nuevamente por medio de una alianza de naciones que tendría una moneda común y un gobierno común. Y que al final exactamente 10 naciones europeas formarían una alianza militar y tendrían un ejército común. Y que luego después de la Segunda Guerra Mundial alguien dijera que Alemania se levantaría nuevamente y que estaría a la cabeza de Europa no era algo muy popular.

Pero en marzo de 1957, Francia, Alemania Occidental, Italia, los Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo firmaron el Tratado de Roma, echando así las bases para la Comunidad Económica Europea (CEE), o el Mercado Común Europeo, que finalmente se convirtió en la Unión Europea de hoy.

Y muchos se burlaban del Sr. Herbert W. Armstrong cuando él hablaba sobre estos profetizados acontecimientos del tiempo del fin. Acontecimientos que se cumplieron uno a uno, aunque él no vio a Europa convertirse en la Unión Europea y fue solo 13 años después de su muerte que Europa adoptó una moneda común, el euro, que fue introducido en 1999. Ahora la Unión Europea tiene 28 estados miembros. Y en 2018 diez naciones que son parte de la UE firmaron un acuerdo militar para la formación de un ejército común.

Esos tres importantes acontecimientos relacionados con la formación de la Unión Europea se cumplieron exactamente como el apóstol de Dios dijo. El hecho de que esos tres acontecimientos sobre la formación de la Unión Europea ya se hayan cumplido deja claro que el siguiente importante acontecimiento profético es la Tercera Guerra Mundial. ¡Los últimos acontecimientos del tiempo del fin se cumplirán rápidamente! En este libro esos acontecimientos serán identificados, para que así las personas puedan estar mejor informadas y mejor preparadas para lo que vendrá.

El libro de Apocalipsis
No tiene caso hablar largo y tendido sobre historia o profecías bíblicas. En lugar de esto voy a darle una descripción general de estas cosas, explicando todo esto de una manera simple y fácil de entender, sin la necesidad de exhaustivos estudios y largas explicaciones. De esta manera usted podrá reconocer fácilmente los acontecimientos del tiempo del fin; algo que el mundo no ve.

El libro de Apocalipsis es el último libro de la Biblia. En ese libro Dios revela las últimas fases de Su plan para la creación de los seres humanos. Dios revela lo que va a pasar al final de los 6.000 años de historia de la humanidad. Dios revela que ese período de tiempo terminará con catastróficos acontecimientos que culminarán en una guerra nuclear, la Tercera Guerra Mundial. Dios también revela que después que los seres humanos destruyan a casi un tercio de toda la vida en la tierra, Él va a intervenir para poner fin a esa guerra nuclear y llevar a la humanidad a una nueva era; y durante los siguientes 1.000 años habrá paz y prosperidad en todo en mundo.

La mayor parte de lo que está escrito en el libro de Apocalipsis es sobre el tiempo del fin, la época en que vivimos ahora. En los últimos 30 años muchos de estos acontecimientos del tiempo del fin han estado teniendo lugar, pero el mundo no sabe nada sobre esto. El propósito de Dios es comenzar a revelar primero las cosas que ya han tenido lugar y después revelar los catastróficos acontecimientos – mucho más impactantes – que pronto van a empezar a tener lugar.

Estos últimos acontecimientos del tiempo del fin son revelados a través del simbolismo profético contenido en la descripción de los Siete Sellos de Apocalipsis, las Siete Trompetas, los Siete Truenos y las Siete Últimas Plagas. Muchos de los que estudian e investigan sobre estos asuntos han llegado a la conclusión de que se acerca el momento cuando estas cosas sucederán en la tierra. Lo que ellos no saben es que gran parte de esto ya ha sucedido y que ahora nos acercamos al final de estos tiempos proféticos y que la Tercera Guerra Mundial está a punto de empezar.

Voy a hablar sobre esto más adelante, pero por ahora es importante saber que todos los Siete Sellos de Apocalipsis ya han sido abiertos. El primer sello fue abierto el 17 de diciembre de 1994.

Las personas no entienden estas revelaciones. Muchas de las personas que creen que nos estamos acercando al tiempo del fin también creen que se acerca el momento cuando los Sellos del Apocalipsis serán abiertos. Lo que ellas no saben es que esas cosas ya han estado ocurriendo, que muchas de esas cosas ya se han cumplido. Es por eso que, al igual que el resto del mundo, también los que creen que el tiempo del fin está a punto de empezar serán tomados por sorpresa y no estarán preparados para lo que va a suceder.

Y no solamente el Primer Sello de Apocalipsis fue abierto en 1994, sino que desde entonces todos los demás Sellos ya han sido abiertos. El Sexto Sello fue abierto el mismo día que el primer Trueno de Apocalipsis empezó a retumbar. Casi todas las personas del mundo saben lo que pasó en ese día, pero nadie entiende lo que esto simboliza proféticamente.

El día 11 de septiembre de 2001 es un día que ha quedado grabado en la memoria de muchos en este mundo. Basta con mencionar esa fecha en cualquier lugar del planeta y las personas saben lo que sucedió entonces. Sin embargo, las personas no se dan cuenta del verdadero significado de ese día, no saben por qué ese día es tan importante. Porque fue entonces cuando el Sexto Sello de Apocalipsis fue abierto y el Primer Trueno comenzó a retumbar. Y esto tiene un importante significado profético.

Lo más importante de ese día no es lo que sucedió en Nueva York, en Washington D.C. y en un campo en Pensilvania. Lo más importante de este día es su significado bíblico. Los acontecimientos de ese día tienen un importante simbolismo profético y anuncian cosas que se cumplirán en una escala mucho mayor. El cumplimento de esas cosas es revelado por las primeras cuatro Trompetas de Apocalipsis. Esas Trompeta ya han sonado, pero la destrucción anunciada por ellas está siendo aplazada. Y usted necesita saber qué significa esto.

La destrucción anunciada por las primeras cuatro Trompetas, que empezará cuando Dios permita que empiece, tiene que ver con el colapso de los Estados Unidos. Y quizá la mayoría de las personas piense que tal cosa es imposible, pero nadie tampoco creía posible que lo que pasó en 11 de septiembre pudiese suceder alguna vez en los Estados Unidos.

Los acontecimientos del 11 de septiembre fueron un símbolo profético de lo que pasará una vez que Dios permita que comience la destrucción anunciada por las primeras cuatro Trompetas. Para todas las naciones del mundo no podría haber un mayor símbolo de la grandeza, de la riqueza, del poder y de la posición de los Estados Unidos que las torres del World Trade Center.

Echemos un vistazo a la historia de estas torres para poder comprender mejor este simbolismo:

Las torres del World Trade Center eran más conocidas por sus icónicas Torres Gemelas de 110 pisos. Esas torres resistieron a un bombardeo el 26 de febrero de 1993, pero con el ataque del 11 de septiembre de 2001, todos los edificios del complejo fueron destruidos. Las Torres Gemelas se derrumbaron una detrás de la otra. Las otras torres (números 3, 4, 5 y 6) sufrieron daños irreparables y tuvieron que ser demolidas. Y el edificio número 7 se derrumbó al final de la tarde de ese mismo día.

Esas torres fueron construidas para albergar oficinas de empresas y organizaciones dedicadas al “comercio internacional”. Pero como en el comienzo los propietarios no lograron atraer a la clientela deseada, durante los primeros años los edificios fueron ocupados por oficinas de varias organizaciones gubernamentales. Y fue solo en la década de 1980, cuando la economía empezó a mejorar nuevamente, que un creciente número de empresas privadas, en su mayoría del sector financiero y vinculadas a Wall Street, empezaron a alquilar las oficinas de los edificios.

Las Torres Gemelas del World Trade Center eran un ícono, un símbolo de la grandeza de una nación. Como su propio nombre indica, el World Trade Center fue construido para ser el centro del comercio internacional, un papel que los Estados Unidos han desempeñado durante varias décadas. Las torres eran un símbolo del estatus de Wall Street. La destrucción de un icono como las siete torres del World Trade Center es algo que no debería escapar a la atención de los estudiosos de la Biblia debido a su simbolismo y también debido al número siete, que representa algo que está completo.

La destruición de las siete torres en ese ataque terrorista simboliza proféticamente la destruición de los Estados Unidos. Esa destruición es anunciada por las primeras cuatro Trompetas, como ha sido profetizado.

El hecho de que un avión se haya estrellado contra el edificio del Pentágono en Washington D.C. es algo que tampoco debería escapar a nuestra atención. Proféticamente, esto significa que ni mismo el poderío militar de la nación más poderosa de la tierra podrá escapar del juicio de Dios y de lo que Dios permitirá que tenga lugar.

Más adelante voy a explicar con más detalles por qué estas primeras cuatro Trompetas, que ya han sonado, anuncian la destruición de los Estados Unidos. Pero primero usted tiene que entender por qué Europa juega un papel tan importante en la profecía del tiempo del fin.

Europa y la Tercera Guerra Mundial
¿Cómo pudo el Sr. Herbert W. Armstrong predecir con tanta precisión que, en el tiempo del fin, justo antes de la última guerra, la Tercera Mundial, ¿Europa se convertiría en una gran potencia mundial? ¿Cómo pudo él saber sobre la creación de una organización administrativa que se convertiría en la actual Unión Europea, que esa alianza de naciones tendría una moneda común y que de esa organización saldría una coalición militar formada por exactamente diez naciones europeas?

Él sabía todas esas cosas porque le fue mostrado que la historia de Europa encaja perfectamente en acontecimientos proféticos muy específicos sobre los que los profetas de Dios hablaron y escribieron siglos atrás.

Hay muchos hechos históricos y muchas profecías involucrados en todo esto. No voy a hablar de esto aquí. Es suficiente con decir que las diez naciones que han fundado la Unión Europea señalan al séptimo y último profetizado resurgimiento de Europa, que conduce a una última guerra mundial. Un breve resumen de la historia y de algunas profecías le ayudará a comprender cómo surgió la Unión Europea y su conexión con la Tercera Guerra Mundial.

Hay dos libros en la Biblia donde se puede encontrar una gran cantidad de información sobre el ascenso y la caída de naciones y reinos muy específicos, y también una cronología profética de los acontecimientos alrededor de su ascenso y caída.

Dios dio al profeta Daniel algunas de las profecías más detalladas sobre lo que iba a pasar con esos reinos, desde los tiempos de Daniel hasta el tiempo del fin. Unos 600 años después, Dios le dio al apóstol Juan profecías más detalladas sobre esto. Esas profecías son una continuación de lo que Dios había revelado a Daniel. Lo que Dios mostró a Juan tiene que ver con naciones y acontecimientos específicos que tendrán lugar en tiempo del fin, justo antes del regreso de Cristo.

En el capítulo 2 del libro de Daniel podemos encontrar una increíble profecía que abarca un largo período de tiempo y que habla sobre ciertos reinos, sobre su ascenso y caída, hasta la caída del último de esos reinos. Esa profecía también revela, de una manera muy clara, algo que muchos de los seguidores del cristianismo tradicional nunca han comprendido sobre el Reino de Dios. Muchos enseñan que el Reino de Dios es algo que está en el corazón de las personas después que ellas se convierten. Otros creen que el reino de Dios está en el cielo. Hay muchas ideas y enseñanzas sobre esto. Pero la idea de que el Reino de Dios es un reino literal que vendrá a esa tierra y que Cristo reinará en ese reino ciertamente no es una de esas ideas.

Uno de los primeros poderosos reinos que surgieron en el mundo fue Egipto. Pero después que Dios liberó a los israelitas de la esclavitud en Egipto, destruyendo todos sus ejércitos y al propio Faraón, Egipto dejó de ser una potencia mundial. Muchos siglos después de que Dios liberara a los Israelitas de Egipto e Israel se convirtiese en una gran nación, el pueblo de Israel se dividió formando dos naciones diferentes: la nación de Israel y la nación de Judá. Siglos más tarde ambas naciones fueron invadidas y llevadas al cautiverio.

Primero Israel fue llevado al cautiverio por los asirios, y luego Judá fue llevado al cautiverio en Babilonia. Cuando la nación de Judá estaba en Babilonia, Dios llamó a Daniel para ser Su profeta. Poco después de que Judá fuera llevado al cautiverio, Nabucodonosor, el rey de Babilonia, tuvo un sueño y quiso saber qué significaba ese sueño. Dios había dado al rey ese sueño y Dios reveló el sueño y su significado a Daniel. Es interesante leer qué fue lo que primero que Daniel le dijo al rey entonces:

Daniel respondió en presencia del rey diciendo: “El misterio sobre el cual el rey pregunta, ni los sabios ni los encantadores ni los magos ni los adivinos lo pueden declarar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, quien revela los misterios. Él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. Tu sueño y las visiones de tu cabeza en tu cama son estos:” (Daniel 2: 27-28).

Dios usó este sueño para revelar a través de Daniel cuales serían los principales reinos que iban a surgir en el mundo hasta el tiempo del fin. Hasta el fin del período de tiempo que Dios, según Su plan y Su propósito, ha concedido a los seres humanos para gobernar a sí mismos. Hasta que Su Hijo venga y asuma el control y el gobierno de las naciones. En los siguientes versículos Daniel explica al rey que lo que el rey había visto era lo que iba a pasar a lo largo del tiempo.

Tú, oh rey, mirabas y he aquí una gran estatua. Esta estatua, que era muy grande y cuyo brillo era extraordinario, estaba de pie delante de ti; y su aspecto era temible. La cabeza de esta estatua era de oro fino; su pecho y sus brazos eran de plata; su vientre y sus muslos eran de bronce; sus piernas eran de hierro; y sus pies en parte eran de hierro y en parte de barro cocido. Mientras mirabas, se desprendió una piedra, sin intervención de manos, que golpeó la estatua en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Entonces se desmenuzaron también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro; y se volvieron como el tamo de las eras en verano. El viento se los llevó, y nunca más fue hallado su lugar. Y la piedra que golpeó la estatua se convirtió en una gran montaña que llenó toda la tierra. (Daniel 2:31-35).

En esa resumida explicación Daniel comienza hablando de lo que representaba la cabeza de la estatua y sigue explicando lo que representaban las demás partes, hasta llegar a los dedos de los pies de la estatua. Esa estatua representa a los reinos que iban a surgir a lo largo del tiempo. La primera parte de la estatua, la parte que era de oro, representaba el Imperio Caldeo-Babilónico, del cual Nabucodonosor era rey en el los tiempos de Babilonia. La siguiente parte era de plata y representaba al Imperio Medo-Persa. La parte que era de bronce representaba el Imperio Greco-Macedonio.

Daniel comienza la interpretación del sueño describiendo la cabeza de oro de la estatua, que representaba el reino de Babilonia, cuyo rey era Nabucodonosor, y sigue describiendo el surgimiento y la caída de los principales reinos (imperios) de la tierra a lo largo del tiempo. Daniel termina la interpretación de ese sueño describiendo la cuarta y última parte de la estatua, los pies de la estatua. Él dice que los pies de la estatua eran una parte de hierro y otra parte de barro. Los pies de la estatura representaban el último gran reino, que resurgiría varias veces en Europa.

Los pies, que están hechos una parte de hierro y otra parte de barro, no son una buena base para sostener a una estatua tan grande. Las piernas de hierro y los pies de hierro y barro describen muy bien las disputas que hay en Europa; disputas que ya duran muchos siglos. Durante gran parte de su historia el imperio europeo era conocido como Imperio Romano, y más tarde como Sacro Imperio Romano. Su historia encaja perfectamente en la profecía que lo describe en varios pasajes de la Biblia.

Pero antes de hablar con más detalles sobre esas disputas, lo que es descrito como una parte de hierro y otra parte de barro, es importante tener en cuenta la última parte de lo que Daniel dijo al rey. Daniel le dijo que una piedra vino y golpeó la estatua en los pies, que eran de hierro y barro. Pero esa piedra golpeó la estatua sola, sin intervención de manos humanas, haciendo añicos de la estatua. La estatua quedó reducida al polvo, que fue llevado por le viento. Aquí dice que la piedra golpeó la estatua sin intervención de manos. Y esto significa que no será algo causado por el hombre.

Un poco más adelante en este mismo capítulo Daniel dice al rey la interpretación del sueño y el significado de esas cosas.

Y en los días de esos reyes, el Dios de los cielos levantará un reino que jamás será destruido ni será dejado a otro pueblo. Este desmenuzará y acabará con todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre. De la manera que viste que de la montaña se desprendió una piedra sin intervención de manos, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro cocido, la plata y el oro, el gran Dios ha hecho saber al rey lo que ha de acontecer en el porvenir. El sueño es verdadero y su interpretación es fiel. (Daniel 2: 44-45).

Aunque esto ha sido mal traducido, aquí – y en otras profecías – Dios deja muy claro cual es Su plan para los seres humanos. Durante 6.000 años Dios ha permitido que los seres humanos gobiernen a sí mismos. Y aquí en estos versículos Dios revela que los reinos (los imperios) del gobierno de los seres humanos llegarán al fin. Aquí dice que “en los días de esos reyes”, o sea, en los tiempos de estos gobernantes, todos estos reinos y todas sus formas de gobierno llegarán al fin.

La era del autogobierno del hombre está llegando al fin. Y cuando eso suceda, los gobiernos del hombre dejarán de existir y nunca más las naciones de la tierra serán gobernadas por seres humanos. Porque esa piedra que golpea la estatua sin intervención de manos es la piedra que fue “rechazada por los constructores” (Salmo 118:22). Los constructores son los gobiernos del hombre y la piedra es Cristo, el Mesías, que Dios enviará para gobernar sobre las naciones. El gobierno de las naciones ya no estará en manos de seres humanos.

Después que el Mesías venga y ponga fin a los gobiernos del hombre, Dios establecerá un reino en la tierra – un reino que gobernará sobre todas las naciones de la tierra – Su Reino. Después de 6.000 años de autogobierno del hombre, Dios establecerá el Reino de Dios para gobernar la tierra y Josué el Cristo será el Rey de todos los reyes. Dios dice que Su Reino permanecerá para siempre y que todos los reinos y gobiernos del hombre han fallado y por lo tanto tienen que llegar al fin.

Piernas de Hierro
Usando como ejemplo esta estatua, Dios revela cuatro importantes imperios mencionados en la profecía, que se levantarían y caerían a partir de los tiempos de Daniel. Dios usa esto como un medio para determinar proféticamente el fin del autogobierno del hombre. Después de esto ningún gobierno formado por seres humanos volverá a gobernar con autonomía. Solo el Reino de Dios – el gobierno de Dios – gobernará sobre todas las naciones del mundo.

Daniel escribió muchas cosas sobre estos acontecimientos y también sobre cuando ellos tendrían lugar, pero el mensaje más importante en todo esto es que, en el tiempo de Dios, Su gobierno será establecido sobre las naciones. Y esto tendrá lugar al final de una era – o, como esto es descrito, en los últimos tiempos – cuando el autogobierno del hombre llegue al fin.

Daniel quería saber más sobre las cosas que Dios le había ordenado escribir, pero Dios le dijo que las cosas que le habían sido reveladas no eran para su tiempo.

Y Él dijo [Dios le dijo a Daniel]: Sigue tu camino, Daniel, porque estas cosas se mantendrán selladas y en secreto hasta que llegue tiempo del fin. (Daniel 12:9)

Dios no solo dijo a Daniel que Él no le daría más comprensión sobre las cosas que él había escrito, sino que también le dijo que esas cosas eran proféticas y que se mantendrían “selladas y en secreto”, que no serían reveladas, que no serían comprendidas, hasta el tiempo del fin, los tiempos en que vivimos ahora. Y lo mismo pasa con lo que Dios le dio al apóstol Juan para que él lo escribiera en el libro de Apocalipsis, añadiendo más información sobre un reino que existirá en el tiempo del fin. Esto tampoco podía ser revelado hasta ahora, hasta ese tiempo del fin. ¡Los tiempos en que vivimos AHORA!

La estatua del sueño de Nabucodonosor tenía las piernas de hierro y los pies eran una parte de hierro y otra de barro. Esto representa a Europa y al reinado del Imperio Europeo, que como Dios profetizó desempeñaría un importante papel en los acontecimientos proféticos que finalmente conducirían al tiempo del fin.

Aunque en otras regiones del mundo otros reinos se levantarían de vez en cuando con gran poder y desencadenarían grandes guerras, Dios reveló que sería Europa que tendría un largo y prominente papel en la historia. Y que Europa iba a levantarse en diferentes períodos de tiempo como un poderoso imperio. Estos resurgimientos serían liderados por líderes fuertes, que se levantarían con gran poder, especialmente en las guerras, para consolidar y fortalecer el imperio.

Esa profecía sobre Europa y sus diversos resurgimientos, su prominente rol en la historia y su poder como imperio está proféticamente estrechamente relacionada con la falsa religión y la persistente influencia que la falsa religión tendría sobre las personas, hasta la segunda venida de Cristo. 62 años después que este imperio surgió en la escena mundial sus gobernantes dieron su aprobación para que Josué el Cristo fuera muerto clavado en un madero. Y ahora Cristo vendrá para poner fin al reinado de ese mismo imperio.

Si usted busca la palabra “europa” en internet usted va a encontrar mucha información sobre ciertas creencias y sobre los orígenes de Europa. Ese nombre proviene de la mitología griega. Europa era una princesa fenicia que fue secuestrada por Zeus, que convertido en un toro blanco se llevó a Europa montada en su espalda a Creta. El nombre del continente europeo tiene su origen en ese mito. Y ese es también el origen de muchas ideas religiosas que existen en esa región del mundo.

También es interesante notar que cuando el euro fue introducido como la nueva moneda de la Unión Europea, cada país pudo elegir un símbolo único para su moneda, el símbolo elegido por Grecia fue una mujer montada en un toro, que representa Europa, y muchas otras cosas más. Este símbolo tiene un papel muy importante en el libro de Apocalipsis.

De todos los reinos que Dios menciona proféticamente en la Biblia el Imperio Romano en el continente de Europa es el que más ha durado. Ese reino es representado por las dos piernas de hierro y los pies de hierro y barro de la estatua del sueño de Nabucodonosor. A partir del año 31 d.C. ese imperio empezó a ejercer su dominio sobre gran parte de esa región del mundo. Su supremacía continuó hasta el año 476 d.C., cuando ese imperio sufrió una gran caída, lo que en Apocalipsis es descrito como una “herida mortal”.

El libro de Apocalipsis también habla sobre una época cuando ese imperio sería sanado. Y esa sanación comenzó a tener lugar bajo el reinado de Justiniano, con su empeño en recuperar las regiones que habían sido conquistadas en la parte occidental del imperio, especialmente en Italia. Su objetivo también era devolver a iglesia católica el poder y la influencia que ella tenía antes dentro del imperio.

Las piernas de la estatua que Nabucodonosor vio en su sueño representan el Imperio Romano. En el libro de Apocalipsis Dios nos da una descripción más detallada de este último período de tiempo y habla de la influencia profética que este imperio iba a tener en Europa hasta la venida de Cristo. Junto con los versículos que voy a mencionar a continuación le voy a dar una breve explicación del significado profético y de la importancia de esas cosas.

Y vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. Sobre sus cuernos tenía diez coronas, y sobre sus cabezas nombres de blasfemia. (Apocalipsis 13:1)

El apóstol Juan escribió lo que él vio en las visiones proféticas que Dios le ha dado. Proféticamente la arena del mar representa a las multitudes de personas sobre las cuales esta bestia tendría poder. Las siete cabezas representan siete períodos de tiempo, durante los cuales esta bestia ejercería más poder (como cabeza) sobre aquellos a quienes ella gobernaría. Y aunque en ese versículo esto no queda claro, podemos leer unos versículos más adelante que los diez cuernos y las diez coronas están sobre la séptima y última cabeza.

La bestia parecía un leopardo, pero tenía patas como de oso y fauces como de león. El dragón le confirió a la bestia su poder, su trono y gran autoridad. Una de las cabezas de la bestia parecía haber sufrido una herida mortal, pero esa herida ya había sido sanada. El mundo entero, fascinado, iba tras la bestia. (Apocalipsis 13:2-3).

El dragón representa a Satanás, quien Dios dice que puede ejercer un gran dominio sobre las personas y las naciones del mundo. Aquí dice que a ese dragón le fue dado poder y autoridad para ejercer su poderosa influencia y engañar a este imperio, para ejercer su influencia sobre la población y sobre sus gobernantes y llevarlos a la guerra. Y debido a esto esos gobernantes han podido ejercer un mayor poder y control sobre aquellos sobre quienes gobernaban.

La expresión el mundo entero usada aquí no significa toda la tierra, pero la región del mundo donde ese imperio ejercía su poder. Las personas, especialmente en esta parte del mundo, siguieron al dragón, siguieron sus caminos (sus mentiras) y se alejaron de Dios. Ellas aceptaron los engaños de Satanás. Y debido a esto sus practicas religiosas eran blasfemias contra Dios y contra Sus caminos (Sus verdades).

Y aunque esto puede resultar difícil para las personas cuando ellas son confrontadas con la verdad sobre ese asunto, existe realmente un espíritu llamado Satanás. Ese ser está en esta tierra ejerciendo su influencia y poder sobre los seres humanos. Y ese ser es extremadamente engañoso y mentiroso. Su poder para engañar y su influencia sobre los seres humanos es el resultado de la libertad de elegir que Dios ha dado a los seres humanos: el libre albedrio. Los seres humanos pueden elegir sus “propios caminos”, pueden decidir qué creer. Pero, lamentablemente, nuestra naturaleza se inclina hacia nuestros propios intereses egoístas y elegimos “nuestros propios caminos” en lugar de elegir los caminos de Dios.

Nuestra naturaleza prefiere creer en la teoría de la evolución en lugar de creer que hay un Creador. Nuestra naturaleza prefiere aceptar lo que acepta la mayoría, prefiere creer las creencias religiosas de la mayoría, en lugar que creer lo que Dios ordena. Nuestra naturaleza prefiere celebrar la navidad, dar y recibir regalos, decorar las casas con luces, reunirse con la familia para comer juntos, fingir que estamos contentos, que estamos disfrutando, escuchar villancicos de navidad durante días y días y seguir con todas las tradiciones de esas fiestas.

Nuestra naturaleza prefiere celebrar ciertos días especiales, que hemos adaptado a nuestros tiempos, en lugar de celebrar y alegrarse en los días Sagrados de Dios. Preferimos decorar huevos de pascua y esconderlos para que los niños los busquen. Nos gusta dar regalos unos a otros usando como pretexto el cuento de un hombre gordo montado en un trineo tirado por renos. ¡Mismo en los países tropicales! Preferimos esas fábulas en lugar de honrar a Dios en espíritu y en verdad.

Nuestra naturaleza prefiere hacer lo que “nos gusta”, lo que “queremos”, abriendo la puerta de par en par para que Satanás nos aleje más de Dios. Satanás es el maestro del engaño y de las mentiras, y nuestra naturaleza prefiere aceptar y vivir las mentiras de Satanás a obedecer a Dios. Esa es la verdad. Yo solo le estoy diciendo la verdad, la realidad de la vida, sin intención de juzgar, hacer daño u ofender a nadie.

Y adoraron al dragón porque le había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia diciendo: “¿Quién es semejante a la bestia, y quién puede combatir contra ella?”. Y a la bestia le fue dada una boca que hablara insolencias y blasfemias, y le fue dada autoridad para actuar por cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar contra Su nombre y contra Su tabernáculo, es decir, contra los que tienen morada en el cielo. (Apocalipsis 13: 4-6).

Estos versículos describen siete resurgimientos de un poderoso gobierno en Europa. Y ese poder siempre ha estado asociado con la guerra.

Durante un largo período de tiempo los gobernantes del Imperio Romano en Europa han estado estrechamente relacionados con una iglesia que tenía mucha influencia y poder, y que muy a menudo ha ejercido su poder e influencia sobre esos mismos gobernantes.

Estos versículos hablan de un período de tiempo muy específico, cuando esa iglesia ejerció su gran influencia sobre todo e Imperio Romano y también sobre sus líderes. La Biblia dice que ese periodo de tiempo ha durado 42 meses proféticos. En ese tipo de profecías el número de días de ese período de tiempo representan el mismo número de años. Este período de tiempo profético ha durado 1.260 años. La Iglesia de Dios cree que ese período profético comenzó cuando el emperador Justiniano recuperó a Italia, en el final de la Guerra Gótica en 554 d. C., y terminó con la caída de Napoleón.

En la estatua que el rey Nabucodonosor vio en sus sueños, como mencionado en el libro de Daniel, el imperio europeo es representado por las piernas de hierro y los pies y dedos una parte de hierro y otra de barro. La descripción de este imperio se refiere a acontecimientos proféticos que tuvieron lugar durante importantes períodos de tiempos en la historia de Europa. Períodos de tiempo caracterizados por gobernantes influyentes, guerras y conquistas. Las profecías sobre este imperio comenzaron a cumplirse en el año 31 a. C. y continuarán cumpliéndose hasta la venida de Cristo.

Las profecías en Daniel nos dan una visión general de este imperio, pero el libro de Apocalipsis nos da una descripción más detallada de todo esto. Especialmente en lo que se refiere a la influencia que Satanás ha tenido sobre este imperio.

En Apocalipsis 13, el gobierno de Justiniano como emperador del Imperio Romano es representado por la primera cabeza de esa bestia. La cabeza que había sido herida pero que fue sanada. Este fue el primero de los resurgimientos de ese imperio, que había caído antes de esto.

Después de Justiniano el imperio entró en decadencia, pero experimentó finalmente su segundo resurgimiento (la segunda cabeza de la bestia) a partir del año 774 en el Imperio Franco de Carlomagno. En el año 800 d.C. Carlomagno fue coronado emperador por un papa de la iglesia católica. Y cada vez que el imperio comenzaba a perder su poder, otro resurgimiento tenía lugar.

Un tercer resurgimiento ocurrió bajo Otto el Grande, quien también fue coronado por un papa de la iglesia católica en el año 962. Este imperio profético ha seguido adelante durante un largo período antes de su cuarto resurgimiento en 1520, cuando el papa coronó a Carlos V [Carlos I de España] como emperador.

Tal era el poder y la autoridad de la iglesia de Roma sobre el imperio que solo los papas podían decidir quiénes deberían ser los emperadores de Europa. Durante ciertos períodos de tiempo el poder de esa iglesia era tan grande que los papas tenían más autoridad para gobernar que los propios emperadores. Pero con el tiempo ese poder sobre estos resurgimientos comenzó a menguar y llegó al fin con el quinto resurgimiento.

Cuando el quinto resurgimiento tuvo lugar, en 1804, el papa Pío VII acordó ir a París para oficiar en la coronación de Napoleón como emperador. Pero la historia dice que en el último momento Napoleón agarró la corona y la colocó sobre su propia cabeza. Y ese hecho refleja lo que estaba sucediendo en ese momento: los papas y la iglesia estaban perdiendo el poder y la influencia que habían tenido hasta entonces. Esta fue la última vez que un papa fue llamado a coronar un emperador en Europa.

Los pies de hierro y de barro
Desde entonces Europa ha estado luchando para mantener su identidad, en medio al ascenso de gobiernos a nivel nacional. La iglesia de Roma ya no podía ejercer su poder sobre esas naciones emergentes de Europa, como había hecho durante siglos. Han sido tiempos inestables para Europa, tiempos de importantes invenciones y grandes avances en la tecnología.

Aunque las naciones de Europa tenían mucho poder individualmente, no había la más mínima cohesión entre ellas. La verdad es que había mucha división entre ellas. Es por eso que ese imperio es representado por los pies de la estatua, que eran una parte de hierro y otra parte de barro. Una descripción muy acertada.

La Primera Guerra Mundial fue el preludio del sexto resurgimiento de ese Imperio Europeo, representado por los pies de la estatua, que eran una parte de hierro y otra parte de barro. Pero esto no era todavía lo que representan los dedos de los pies. Esa guerra fomentó una alianza entre Alemania, el imperio Austrohúngaro, Bulgaria y el imperio Otomano, que eran las naciones más prominentes de la época. Esa fue la primera vez que naciones de todo el mundo estaban implicadas en una gran guerra. En esa guerra esa alianza luchó contra una alianza formada por Gran Bretaña, Francia, Rusia, Italia, Rumania, Japón y los Estados Unidos. Alianza que quedó conocida como Los Aliados.

Los países involucrados en esta guerra fueron los primeros en usar armamentos muy superiores a los armamentos que habían sido desarrollados en los miles de años anteriores. Eran tiempos de rápido desarrollo de los conocimientos científicos y de tecnología, tiempos de grandes invenciones. Algo que nunca había tenido lugar antes.

Esa guerra trajo consigo grandes cambios sociales, porque entonces mujeres comenzaron a trabajar para mantener a sus familias, ya que los hombres habían ido a la guerra. Las mujeres también reemplazaron a aquellos que nunca regresaron de esa guerra. Unos 9 millones de soldados y 10 millones de civiles murieron en esa guerra. Además, esa guerra ayudó a propagar la primera pandemia mundial: la gripe española de 1918, que mató entre 30 a 50 millones de personas.

Esa primera guerra mundial fue solo el comienzo del sexto resurgimiento del profético Imperio Europeo, preparando el escenario para un resurgimiento mucho más poderoso que tendría lugar unos años después bajo el liderazgo de Hitler. Este resurgimiento, que fue un intento de conquistar toda Europa, revela el espíritu que está detrás de todo esto. El mismo espíritu que estuvo detrás de todos los anteriores resurgimientos del profético Imperio Europeo. Y como Satanás ya no podía trabajar con una determinada iglesia para influir en los resurgimientos en Europa – como él había hecho antes – él simplemente comenzó a trabajar a través de un hombre, ejerciendo una poderosa influencia espiritual sobre la mente y la manera de pensar de Hitler.

Hitler estaba decidido a establecer el Tercer Reich. La traducción de la palabra “reich”, una palabra del idioma alemán, es “imperio o reino”. Esto revela el gran deseo que Hitler tenía de levantar nuevamente el antiguo Imperio Romano en Europa, pero esa vez bajo otro nombre, un nombre en alemán, y bajo el liderazgo de Alemania.

El “Tercer Reich” se convirtió en un término muy popular para describir este período histórico, aunque el deseo de Hitler era que ese período de tiempo quedara conocido como “Großdeutsches Reich” (Gran Reich alemán). Otro nombre que también era utilizado entonces era “Tausendjähriges Reich” (Reino de mil años).

Hitler quería convertir a Berlín en la capital del Gran “Imperio Mundial” alemán; un imperio más poderoso que el Imperio Romano. Él dijo en uno de sus discursos en Nuremberg: “…en los próximos mil años no habrá más revoluciones en Alemania”.

Incluso en esto Satanás se ha burlado de la verdad de Dios, ya que solo hay un Milenio, los 1.000 del reinado de Josué el Cristo, el Mesías. Esto es exactamente lo que Dios dijo que hará cuando Cristo venga: Él va a establecer Su reino en esta tierra, para gobernar la tierra durante 1.000 años. Y solo entonces, cuando el Reino de Dios esté gobernando esta tierra, no habrá más revoluciones – nunca más habrá guerras.

Desde el comienzo de la creación de los seres humanos Satanás se ha rebelado contra Dios y ha luchado contra Dios. No pasó mucho tiempo y él incitó a los dos primeros seres humanos que Dios ha creado, Adán y Eva, a pecar contra Dios, a rebelarse contra Dios. Satanás también intentó matar a Josué cuando él era apenas un niño, y en los últimos 6.000 años él ha estado trabajando en contra de los profetas y los apóstoles de Dios, principalmente encarcelándolos y/o matándolos. Satanás también es el responsable de un devastador ataque contra la Iglesia de Dios en este tiempo del fin, que tuvo como resultado la Apostasía que fue profetizada por el apóstol Pablo.

Pero queda todavía un último resurgimiento de ese profético imperio, algo que ya está en marcha durante varias décadas. Esto ahora se acerca a su final, cuando ese resurgimiento jugará un papel decisivo en lo que se refiere a cuando la Tercera Guerra Mundial tendrá lugar. El mundo está profundamente dormido y no comprende la real importancia del papel de la Unión Europea en los acontecimientos proféticos del tiempo del fin.

Pero el Sr. Herbert W. Armstrong sí sabía sobre esas cosas. Él ha estado avisando al mundo sobre lo que vendría. Él explicó que 10 naciones dentro de la Unión Europea iban a formar una alianza, cumpliendo así uno de los últimos importantes acontecimientos proféticos que tendrán lugar antes que comience una catastrófica tribulación y una tercera guerra mundial. Esas cosas son reveladas en el significado de la última cabeza y los diez cuernos mencionados en Apocalipsis 13, y en el significado de los diez dedos de hierro y barro de la última parte de la estatua del sueño que tuvo el rey Nabucodonosor.

No podría haber una mejor descripción de ese profético Imperio Europeo en los últimos 2.000 años que esa estatua que tiene las pernas de hierro y los pies de hierro y barro. Hoy la Unión Europea es una alianza entre naciones europeas, cuya fuerza reside en la unión de sus poderes individuales y su potencial económico. Esas naciones también pueden ejercer su poder militar en cualquier parte del mundo, si así lo desean. Sin embargo, como el barro, esa unión pone todo su empeño en mantener un gobierno central y mantener la cohesión entre los estados miembros.

Aunque no está claro cuales son las diez naciones de la Unión Europea que van a formar esa alianza, sabemos que serán diez naciones que, en un momento determinado, se pondrán de acuerdo para hacer lo impensable. Y esto incluye su participación en la Tercera Guerra Mundial, cumpliendo un importante papel profético.

Diez de los 28 estados miembros de la Unión Europea han formado la Iniciativa Europea de Intervención conjunta, poniendo en marcha un proceso de distanciamiento del dominio de los Estados Unidos y de la OTAN.

El año pasado, el presidente francés, Emanuel Macron, hizo una siniestra declaración, aunque él no era consciente de ello, que pocos pueden entender, ya que lo que él dijo encaja de manera precisa en la profecía. Él dijo: “Tenemos que protegernos de China, Rusia e incluso de los Estados Unidos”. Esto es mucho más siniestro de lo que usted puede imaginar, ya que este séptimo y último resurgimiento de un Imperio Europeo se levantará en un conflicto con esas tres naciones mencionadas por Emanuel Macron.

La profecía revela que este último resurgimiento, en la forma de una alianza militar de diez naciones europeas, estará involucrado en una guerra nuclear con China y Rusia. Pero antes de que eso ocurra, esa alianza militar también estará involucrada en un impactante conflicto con los Estados Unidos.

En otro capítulo del libro de Apocalipsis esas diez naciones son mencionadas de manera más clara y más explícitamente. Lo que esas naciones harán va a apremiar la venida del Mesías. Muchos antes de su muerte, 34 años atrás, el Sr. Herbert Armstrong ya podía ver claramente cómo sería la Unión Europea que existe hoy, porque Dios le había dado entendimiento sobre esas profecías.

Hay muchas razones por las cuales en los últimos años muchos europeos desean que la vieja Europa vuelva a levantarse en la forma de los Estados Unidos de Europa. Ellos están cumpliendo lo que fue profetizado hace mucho tiempo sobre el séptimo y último resurgimiento de un profético Imperio Europeo. Ese séptimo renacimiento comenzó a tomar forma en la década de 1950 y ahora ya está casi llegando al fin.

Ahora los europeos no solamente han echado las bases para la formación de un ejército común, sino que ellos también se han otorgado el derecho de decidir sobre sus propias operaciones militares, sin cualquier influencia y control de la OTAN. Ellos tienen un gran poder militar a su alcance, si eligen usarlo. El Reino Unido y Francia tienen una importante reserva de armas nucleares en Europa y la OTAN tiene una gran cantidad de armas nucleares almacenadas en sus bases militares por toda Europa. ¡Y el día en que esas armas serán utilizadas se acerca rápidamente!

El poder que ha engañado al mundo
En el capítulo 17 del libro de Apocalipsis Dios explica muy claramente el significado profético de los siete resurgimientos de un Imperio Europeo. Su significado es explicado en estos versículos en un contexto religioso. Para los seguidores del cristianismo tradicional esto resultará ser una de las cosas más difíciles de admitir.

Con el tema del que voy a hablar en el próximo capítulo yo no tengo la intención de ofender o hacer daño nadie, pero seguro que algunas personas se sentirán ofendidas o lastimadas. Eso es algo que no se puede evitar. Estoy hablando de esas cosas para dejar claro lo que es verdad, para compartir la comprensión con las personas, para que ellas puedan tomar decisiones en su vida con más conocimiento de los hechos.

Usted solo podrá recibir ayuda para estar mejor preparado para lo que vendrá si usted está dispuesto a reconocer y admitir lo que será mostrado a continuación. Y da igual si usted se enfrenta a esas cosas ahora, mientras todavía hay tiempo para prepararse, o más adelante, porque en algún momento usted tendrá que enfrentarse a ellas. Usted no tiene otra opción.

Ahora todavía hay tiempo para elegir hacer esto libremente y así poder juzgar tales cosas de manera cabal. Pero si usted no está dispuesto a enfrentarse a estas cosas ahora, mientras todavía hay tiempo para hacer esto, usted se verá obligado a enfrentarse a esas cosas cuando los acontecimientos del tiempo del fin comiencen a asolar la tierra. Pero entonces será demasiado tarde y usted ya no podrá prepararse para todo esto y sus seres queridos tampoco.

Tarde o temprano todos tendrán que reconocer y admitir estas verdades. Usted puede hacer esto ahora, o cuando usted comience a experimentar el poder destructivo de una tercera guerra mundial, o cuando sea resucitado nuevamente para vivir una segunda vida física en el futuro. Sea cual sea su decisión, Dios revela que en algún momento todos tendrán que reconocer y aceptar lo que Él dice que es la verdad.