Ronald Weinland

El Poder de Satanás Disminuye

En el último día de la Fiesta de los Panes sin Levadura, Dios comenzó a revelar más sobre la liberación de este mundo de la influencia y de la esclavitud de Satanás. Y el momento para esto no podía ser más oportuno.

En el sermón de ese día fue mencionado un pasaje profético de las Escrituras que habla sobre Satanás. Fue entonces que Dios comenzó a revelarme el significado más profundo y la importancia que están asociados a estos versículos en Génesis. Aunque estos versículos nos dan una vasta visión de futuros acontecimientos proféticos, ellos comienzan a revelar, en parte, cómo el poder de Satanás iba a ser menguado; un proceso que ahora se acelera, a medida que entramos en a etapa final de esta fase del tiempo del fin.

Versículos Proféticos
Algunas de las profecías más poderosas y profundas que Dios ha entregado a la humanidad fueron dadas en el comienzo de la vida humana – justo después que Adán y Eva cometiesen sus primeros pecados que han sido registrados. Estas profecías eran sobre el futuro nacimiento y muerte del Hijo de Dios, y luego sobre Su ascenso al poder, y sobre la Iglesia de Dios que entonces sería fundada. Estas profecías también hablan de la maldición que vino sobre Satanás, y que continuaría hasta el momento en que su poder iba a disminuir completamente, y finalmente llegara el momento de su destrucción.

“Dios el SEÑOR dijo entonces a la serpiente: Por esto que has hecho, ¡maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo! ¡Te arrastrarás sobre tu vientre, y polvo comerás todos los días de tu vida! Yo pondré enemistad entre la mujer y tú, y entre su descendencia y tu descendencia; ella te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” (Génesis 3:14–15).

A fin de entender estos versículos proféticos en Génesis vamos a revisar rápidamente el plan que Dios ha predeterminado para Cristo y luego para Su Iglesia, y vamos a ver cómo Su propósito para Su Hijo y para el ser humano, como Sus hijos engendrados, contribuye para cumplir la maldición de Dios sobre Satanás.

Desde el principio, en este relato sobre el pecado de Adán y Eva, el gran plan y propósito de Dios es increíblemente revelado. Para nosotros en la Iglesia de Dios no es tan difícil ver que antes de la creación de la vida humana, Dios ya había predeterminado que el ser humano sería creado de tal manera que, por su propia y libre elección, sería atraído al pecado; la concupiscencia de los ojos, la concupiscencia de la carne, y la soberbia de la vida. Y es a partir de estos primeros versículos de las Escrituras que Dios comienza a revelar que Él predeterminó que el ser humano necesitaría de un sacrificio del Pésaj, mediante el cual sus pecados pueden ser perdonados. Todos los seres humanos, excepto Cristo, pecarían y estarían bajo la pena de muerte, bajo el poder de Satanás que nos esclaviza.

En el libro de Hebreos es mencionada una de las profecías de David, que le fue revelada mientras él pensaba sobre el propósito de Dios para la creación del ser humano. En el libro de Hebreos esta profecía es mencionada, y dice que el ser humano fue hecho (creado) un poco menor que los ángeles, pero que fue creado para ser coronado de gloria y honor, para dominar sobre las obras de Sus manos (sobre la creación de Dios). Esto nos muestra que Dios ya tenía un propósito desde el principio. A continuación, se afirma que Dios puso todas las cosas bajo sus pies (bajo los pies del ser humano, para que él las gobernara), y que todo fue creado para estar bajo su dominio y que nada quedó que no esté sujeto a él (al ser humano). Entonces dice: “Pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.” (Hebreos 2:8).

El siguiente versículo es increíblemente revelador porque nos muestra lo que nosotros sí podemos ver ahora, en este momento de la creación del ser humano. Esto se refiere al Hijo de Dios, que fue engendrado por Dios, teniendo a Dios como Su padre, pero nacido de una mujer como un ser humano físico, para que pudiera vivir y morir y convertirse el sacrificio del Pésaj para toda la humanidad:

“Pero vemos a aquel que fue hecho [fue creado en el vientre de María] un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra [resucitado y nacido en ELOHIM, nacido como ser espiritual en la Familia de Dios] a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios experimentara la muerte por todos [convirtiéndose en nuestro Pésaj].” (Hebreos 2:9).

Es cierto que antes de que el ser humano fuera creado, Dios predeterminó (planeó y propuso) que los seres humanos necesitarían de un sacrificio del Pésaj y de un Mesías para liberarlos del pecado y luego llevarlos a la Familia de Dios. Pablo también habla de este proceso en Romanos:

“Porque a los que [Dios] antes conoció [ver nº 1 abajo], también los predestinó [ver nº 2 abajo] para que fuesen hechos [se convirtieran] conformes a la imagen de Su Hijo, para que Él [Cristo] sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó [predeterminó], a éstos también llamó, y a los que llamó, a éstos también justificó [en Cristo], y a los que justificó, a éstos también glorificó [ver nº 3 abajo].”(Romanos 8:29–30).

Nº 1– Arriba, la palabra “preconocer” [del griego= de antemano, para conocer, saber, reflexionar, planificar] se utiliza sólo un par de veces en las Escrituras, pero su mejor definición, por su uso, se encuentra en 1 Pedro 1:20 cuando se dice que Cristo ya había sido destinado antes por Dios. “Quién [hablando de Cristo] ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros.”

Nº 2 – Esta palabra griega traducida aquí como “predestinó” [del griego = de antemano – para determinar, ordenar, proponer] está, otra vez, mejor definida, por su contexto y su uso, en Efesios 1:4–5. Aquí se revela que antes mismo de la fundación del mundo Dios determinó que los seres humanos necesitarían de un sacrificio del Pésaj para poder convertirse en parte de la Familia de Dios. “Según nos escogió en Él [en Cristo] antes de la fundación del mundo, para que fuésemos [nos convirtiéramos en] santos y sin mancha [perdonados del pecado mediante nuestro sacrificio del Pésaj] delante de Él [Dios] en amor, habiéndonos ‘predestinado’ para ser adoptados hijos Suyos [de Dios] por medio de [a través de] Jesús Cristo, según el beneplácito de Su voluntad”.

Nº 3 – Aquellos que han sido primero llamados y después justificados en esta era, son los primeros frutos que estarán en la Familia de Dios – serán “glorificados” en ELOHIM. Y por supuesto que en el futuro todos los que pasen por ese mismo proceso también podrán ser “glorificados”. Todo esto es parte del plan de Dios, que Él predeterminó antes que el ser humano fuera creado. Él predeterminó que a través de Cristo el ser humano también podría ser “glorificado”, como parte de Su familia.

Vamos a volver a Hebreos 2, donde unos versículos después del versículo 9, se hace mención de un versículo de Isaías que habla sobre Cristo. “Y una vez más: ‘Aquí estoy [Cristo] con los hijos [la Iglesia – los que han sido engendrado por el espíritu de Dios] que Dios me ha dado.’ Así como los hijos [los que han sido engendrados por el espíritu de Dios y dados a Cristo] eran de carne y hueso [creados físicamente antes de poder nacer del espíritu], también Él [Cristo] era de carne y hueso [nació primero de la vida física antes de nacer del espíritu], para que por medio de Su muerte [Cristo] destruyera [reducir a nada, anular, destruir literalmente] al que [Satanás] tenía el dominio sobre la muerte [a causa del pecado], es decir, al diablo, y de esa manera librara a todos los que, por el temor de la muerte, toda su vida habían estado sometidos a la esclavitud.” (Hebreos 2:13–15).

Génesis 3:14
En esta narración sobre los dos primeros seres humanos que Dios creó, y luego de su posterior pecado, Dios hace declaraciones proféticas que incluían sentencias que a lo largo del tiempo serían ejecutadas sobre el hombre, la mujer, y Satanás. Estas sentencias son descritas como maldiciones que ellos sufrirían a causa del pecado. En entradas anteriores hemos hablado de las maldiciones que vinieron sobre los hombres y sobre las mujeres.

En esta presente entrada vamos hablar de la maldición que vino sobre Satanás, debido a sus malas obras, albergando primero malas intenciones hacia la creación del ser humano, y luego cometiendo actos pecaminosos al llevar al hombre y la mujer al pecado, haciendo que ellos también se volviesen contra Dios.

“Dios el SEÑOR dijo entonces a la serpiente: Por esto que has hecho, ¡maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo [de la Tierra]! ¡Te arrastrarás sobre tu vientre, y polvo comerás todos los días de tu vida!” (Génesis 3:14).

Estos versículos han sido muy mal traducidos al Español. No vamos a expender mucho tiempo hablando de otros versículos que explican el verdadero significado de las palabras que han sido mal traducidas aquí. Más bien vamos a dar una explicación básica, mencionando unos cuantos versículos para aclarar esto.

Cuando Dios dice que Satanás sería maldito “entre todos los animales”, la palabra en hebraico para animal es más correctamente traducida como “vida” o “viviente” . Esta palabra hebraica es usada en algunos versículos para referirse a los animales, pero también es utilizada para referirse específicamente a los seres humanos. Y esto es una cuestión de entender el contexto específico. Sin embargo, para expresar su verdadera intención y significado, esto debe ser traducido como “vida” o “viviente”. Esta palabra es usada dos veces en el versículo que habla cómo Dios dio vida a Adán. Y una de estas veces esto es traducido como “vida” y la otra como “viviente”.

“Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de ‘vida’ y fue el hombre un ser [cuerpo] viviente.” (Génesis 2:7).

En Génesis 3:14, la palabra “animal” no se trata realmente de animales. Si la interpretación literal de esto fuera “animal”, esto sería sumamente extraño y tendría muy poco valor comparativo. Este uso e interpretación sería como decir que Satanás era de la especie animal, y llevaría a uno a plantear si estas maldiciones también han caído sobre los animales, lo que de hecho parecería muy extraño, y pondría en cuestión esa traducción o interpretación. Hay palabras específicas en hebraico para describir solamente a los animales; sin embargo, esta palabra aquí significa algo mucho más amplio que este uso específico.

Uno de los usos más práctico y más fácil de entender de esta palabra se encuentra en el relato de Noé y el arca.

“Y se acordó Dios de Noé, y todo ser viviente [hebraico – ‘toda vida’ que estaba en el arca], y todos los ‘animales’ que estaban con él en el arca…”. (Génesis 8:1).

Debe ser bastante obvio que Dios aquí no se refiere simplemente a los siete pares de cada animal que habían sido colocados en el arca. Podemos leer otras palabras que describen a los seres vivos que estaban en el arca cuando Dios dio instrucciones a Noé para sacar del arca a todo ser viviente.

“Todos los animales [toda vida] que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra.” (Génesis 8:17).

En este versículo la palabra “carne” es una palabra que se usa para describir algo que incluye a todo y cualquier ser viviente que estaba en el arca (Génesis 8:17–19). Esto también incluye a la vida humana, como cuando a Adán y Eva les fue dicho que ellos serían una sola carne (un cuerpo) como marido y mujer.

En estos versículos la palabra “animales” es utilizada en este contexto como la palabra “animal” puede ser usada para describir las criaturas que viven en la tierra, que son distintas a las aves o a los reptiles. Esta palabra hebraica que se traduce como “animal” es plural y es utilizada para describir una vasta variedad de seres vivos, y no simplemente para describir un tipo o una especie determinada. Animales, como una sola variedad, no podría describirse con tal palabra, si usada de esta manera.

Volviendo a Génesis 3:14, leemos que Dios dijo a Satanás que porque él había pecado, llevando al hombre y a la mujer a pecar, él ahora sería maldecido por encima de todo lo que Dios había creado en el reino animal. Esto no significa que los animales fueron también maldecidos, pero que la propia existencia y la propia vida de Satanás estaban siendo maldecidas. Y esta maldición sería llevada a cabo mediante un proceso que comenzaría a humillar a Satanás, poniéndolo por debajo de toda la creación del reino animal.

La comparación hecha aquí es que esta maldición podría a Satanás por debajo de lo más bajo en el reino animal, que son los reptiles. Y que como tal, él estaría tan bajo que, simbólicamente, iba a comer del polvo de la tierra para el resto de su vida. Y aunque Satanás no comprendió lo que Dios le dijo entonces, seguro que lo comprende ahora.

Pero hay todavía un significado profético más profundo en lo que Dios le dijo a Satanás. En esta maldición de ser bajado al nivel de comer del polvo de la tierra, Dios estaba proféticamente revelando cómo Él iba a “aplastar” a Satanás. Dios haría esto a través de lo que Él cumpliría en Su creación continua de aquello que es el objetivo principal de toda Su creación. El gran propósito de Dios en lo que Él ha creado es la creación de Su Familia, ELOHIM. Satanás iba a comer del polvo de la tierra – iba a ser humillado al tener que tragar lo que Dios estaba realizando al crear el ser humano – el ser humano que fue creado del “polvo” de la tierra.

Génesis 3:15
“Yo [el Eterno] pondré enemistad entre la mujer y tú, y entre su semilla y tu semilla; ella te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Génesis 3:15).

Este versículo es un resumen de impresionantes acontecimientos proféticos en casi 7.000 años. Satanás primero llevó a Eva, la primera mujer, al pecado. Por eso Dios dijo que a través de la mujer Él pondría (crearía, establecería) enemistad entre Satanás y la mujer. Esto es algo que ha estado teniendo lugar, de manera progresiva, a través del tiempo. A través de la mujer, debido a que los seres humanos empezaron a multiplicarse sobre la tierra, Dios empezaría a llamar a aquellos que Él podría moldear y formar para convertirse en los primeros frutos de Su creación.

El medio que Dios usaría para poner enemistad entre Satanás y la mujer era este proceso de Dios llamando a individuos a salir de ese mundo – a salir de los caminos de Satanás y del pecado. Dios perdonaría a los que Él iba a llamar; y ellos comenzarían a adorarle en espíritu y en verdad. Este proceso de Dios trabajando con los que Él llamó les puso a ellos y el camino de vida que ellos han abrazado automáticamente en conflicto con Satanás, y Satanás con ellos – la enemistad entre ellos.

Satanás no podía entender plenamente y tampoco saber lo que Dios estaba haciendo a través de aquellos con quienes Él interactúa. Sin embargo, Satanás siempre estaba allí para luchar contra – para ser un enemigo – aquellos con los que Dios ha trabajado. Desde el principio empezó a haber enemistad entre la mujer y Satanás. Este proceso se inició por primera vez en la vida de Abel, el primero a quien Dios llamó y con quien trabajó.

Sin embargo, el gran cumplimiento profético de esto vendría cuando Dios creó vida en el vientre de María, y ella entonces dio a luz al Hijo de Dios. Satanás nunca podría destruir lo que Dios estaba creando; sin embargo, él siempre fue un enemigo y trató de hacerlo. Y aunque a ese demonio le fue permitido influir en la muerte de Jesús Cristo, él no podía destruirle. Él no comprendió lo que Dios iba a cumplir (establecer) a través de Su Hijo unigénito.

La semilla (descendencia) de Satanás son todos los que han seguido sus caminos – los caminos del orgullo, de la rebelión, del egoísmo, de la avaricia, de la lujuria y del pecado. La semilla (descendencia) de la mujer es primeramente Jesús Cristo, que vino para verter Su sangre sobre la tierra y morir, convirtiéndose en el sacrificio del Pésaj para toda la humanidad. Esta “semilla” entonces aumenta poderosamente, y pasa a incluir a todos los que han nacido de mujer y que han sido llamados por Dios, que han tenido sus pecados perdonados a través de Jesús Cristo, y que han recibido la vida de Dios en ellos. Esta “semilla” se convirtió en la Iglesia de Dios, que pronto, en los próximos 1.100 años, crecerá enormemente.

En realidad, Satanás sólo puedo infligir un sufrimiento temporal a Jesús Cristo (hiriéndole en Su calcañar), porque no pudo destruirlo. Satanás no comprendió que al haber instigado la muerte del Hijo de Dios él sólo estaba rebajándose aún más, comiendo más del polvo de la tierra, ya que como resultado del hecho de que Jesús Cristo se convirtiera en el Pésaj para la humanidad, el camino fue abierto para que “todos los seres humanos” pudiesen ser perdonados de todo pecado, y luego recibir la vida de Dios en ellos (más “polvo de la tierra” para que Satanás comiera).

Y Jesús Cristo no solo se convirtió en el Pésaj para toda la humanidad, pero tres días más tarde se cumplió el significado de la ofrenda de la gavilla mecida: el primero de los primeros frutos nació y fue recibido en la Familia de Dios, en ELOHIM. El primero de los seres humanos a ser hecho mayor que los ángeles. Esto también fue más “polvo de la tierra” para que el diablo comiera.

Cincuenta días después de que la gavilla mecida fuera aceptada por Dios, la Iglesia de Dios, el Cuerpo de Cristo, fue fundada. Jesús Cristo se convirtió en el Sumo Sacerdote de Dios para la Iglesia. En ese Día de Pentecostés, la Iglesia fue fundada como una madre espiritual para todos los que Dios el Padre pondría en ella. Esta es la mujer espiritual del el tiempo del fin de la que habla Juan:

“Cuando el dragón se dio cuenta de que había sido arrojado a la tierra [para comer del polvo de la tierra], persiguió [en enemistad, como un enemigo]a la mujer que había dado a luz al hijo varón [Jesús Cristo]. Pero a la mujer se le dieron las dos alas de la gran águila para que volara a su lugar en el desierto, donde es alimentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo, para estar a salvo de la serpiente.” (Apocalipsis 12: 13–14).

Estos versículos y los que le siguen hablan de un periodo que abarca desde el nacimiento del Hijo de Dios de una mujer física hasta el establecimiento de la Iglesia, que es como una mujer. Luego estos versículos siguen, hablando de la Apostasía, que fue cuando fue anunciado a la Iglesia que el largamente esperado regreso de Cristo ahora era inminente. Todos estos acontecimientos culminan con el fin de la influencia de Satanás sobre la Iglesia y sobre toda la humanidad durante los próximos 1.100 años. Y nosotros ahora nos acercamos rápidamente a esta transición y a la más grande porción “de polvo de la tierra” que será comida por ese ser maligno.

La verdad es que Satanás sólo pudo provocar un daño temporal (al herir el calcañar) a la “semilla de la mujer” cuando la vida física de Jesús Cristo le fue quitada. En sentido figurado, Satanás pudo herir solamente el calcañar de Jesús Cristo, mientras que esta “semilla de la mujer”, que proféticamente es Jesús Cristo, heriría la cabeza de Satanás. Tres días después de que Satanás hiriese el calcañar de Jesús Cristo, Él resucitó de entre los muertos y se convirtió en el primero de los primeros frutos de la familia humana a entrar en ELOHIM y a recibir la “gloria” en la Familia de Dios, como ser espiritual.

Y aquí sigue una mejor traducción, mostrando el verdadero contexto y la intención espiritual de Génesis 3:15: “Yo [el Eterno] pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu semilla y su semilla. Y su semilla [de la mujer] herirá tu cabeza, pero tú sólo le herirás el calcañar.”

Aplastando la cabeza de Satanás
Como ya he dicho antes, la vida de Satanás llegará al fin. Esto ocurrirá poco después del periodo de juicio final, los últimos 100 años, cuando la gran salvación sea un hecho para los seres humanos. Este evento será el cumplimiento final del aplastamiento de la cabeza de Satanás. Él trató de destruir a Cristo, pero sólo pudo herirle en el calcañar cuando instigó la muerte humana de Jesús Cristo. Sin embargo, Cristo aplastará la cabeza de Satanás, es decir, la parte vulnerable del cuerpo, terminando totalmente con su existencia y destruyéndole.

Casi todo el mundo cree que debido a que Satanás es un ser espiritual, que él no puede dejar de existir. ¡Pero esto no es verdad! Para algunos de los nuevos lectores, voy a dar aquí sólo un resumen rápido y parcial de esto, pero hay mucho más sobre este tema.

La verdad es que sólo Dios es auto existente, tiene una existencia eterna, existe eternamente por sí mismo. Dios no solamente ha creado el universo físico y todo lo que hay en él, sino que también lo sostiene. El ser humano no puede siquiera remotamente empezar a comprender la magnitud de tal fuerza y poder. Incluso el reino espiritual fue creado por Dios. Esto fue creado antes de la creación física y es también sostenido por Dios. Después de crear el reino espiritual Dios creó a los seres angélicos, que son formados de espíritu, pero ellos no tienen vida inherente en sí mismos. ¡Dios sostiene todo lo que existe! Y la vida espiritual que Dios dio a los ángeles les puede ser quitada, su vida puede llegar al fin, como sucederá con Satanás.

Fíjense en lo que Dios ha dicho a Satanás: “Por la multitud de tus comercios, te llenaste de violencia, y pecaste. [Lucifer pecó]. Por eso te expulsé del monte de Dios, [le ha quitado todo el poder], y voy a “destruirte”. ( Ezequiel 28:16). Dios destruirá a Satanás y hará con que él perezca, sacando le de entre todo el reino angélico que Él ha creado.

La palabra hebraica traducida aquí como “destruir” significa exactamente esto. Esta palabra es más a menudo traducida como “perecer”. Voy a dar dos ejemplos de esto:

“Yo pongo hoy por testigos al cielo y á la tierra, que pronto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para poseerla: no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos.” (Deuteronomio 4:26).

“Y fueron enviadas cartas por correos a todas las provincias del rey, para destruir, para matar, y para hacer ‘perecer’ a todos los judíos.” ( Esther 3:13).

Este Año de Dedicación
Esta profecía de Génesis 3:15 nos trae al tiempo presente y a lo que Dios está haciendo en la Iglesia y a través de la Iglesia para acelerar el “aplastamiento de la cabeza de Satanás”. Como he dicho al comienzo de esta entrada, cuando he dicho que Dios está revelando un aún mayor significado profético en estos dos versículos del Génesis, “el momento para esto no podría ser más oportuno”.

En los últimos casi tres años, la Iglesia ha estado viviendo el muy específicamente profetizado sexto período de 1.260 días en la cuenta atrás para el regreso de Cristo, después de la Apostasía que hubo en la Iglesia. Este periodo es el periodo de la “medición del Templo”, de la que habla Apocalipsis 11.

Este periodo de la “medición del templo” es un tiempo de gran purificación final de ese Templo, cuando individuos dañinos, profanos y que contaminan a los demás, están siendo sacados de él. Algunos de los que comenzaron a ser sacados desde el principio, y que todavía están siendo sacados pero ahora en una escala mucho menor, son personas que, estando en el entorno de la Iglesia, fingen (pretenden, falsamente aparentan) ser parte del Templo. Este periodo de medición también es un tiempo en el que muchos en la Iglesia se han sometido a una medición más detallada en cuanto a su lugar en el Templo de Dios. Estas personas, que han sido engendradas por el espíritu de Dios, están limpiando a sí mismas en un mayor esfuerzo para “cultivar y guardar” lo que Dios ha puesto delante de ellas.

Dentro de este periodo de la medición del templo, y ahora en este último Año de Dedicación, mes tras mes, la Iglesia se está haciendo más fuerte y Satanás cada vez más débil. En este periodo de tiempo, mientras que la Iglesia está siendo cada vez más fortalecida y está siendo preparada para lo que nos espera en los próximos años, y también para la venida de Cristo, la cabeza de Satanás está comenzando a ser aplastada. Dios no solamente está disminuyendo cada vez más el poder de Satanás, pero también se está preparando para sacarle totalmente de la presencia de los seres humanos durante los próximos 1.100 años. Cuando haya pasado ese tiempo, Satanás será liberado por un corto periodo de tiempo para entonces cumplir su destrucción – el aplastamiento definitivo de su cabeza.

Este ser espiritual adversario sabe que su tiempo es corto y por eso centra su atención en la Iglesia de Dios de todas las maneras que puede. Pero gracias a que la Iglesia está siendo tan fortalecida espiritualmente, él simplemente come más y más polvo. Sin embargo, saber esto debe hacernos más sobrios y llevarnos a enfocarnos aún más en poner a Dios lo primero en nuestras vidas y esforzarnos diligentemente para dedicar más plenamente nuestras vidas a Él y a Su camino de vida. Dios y Jesús Cristo nos han concedido esta impresionante oportunidad de sobresalir en esa búsqueda, durante el tiempo que queda de este importante, especial y abundantemente bendecido Año de Dedicación.

Hay todavía otro versículo profético que ahora está empezando a cumplirse. Esto fue escrito por Pablo, y dice: “Y el Dios de paz aplastará [Al pie de página la versión Reina Valera menciona lo siguiente: la palabra original en griego significa romper, destrozar, aplastar] muy pronto a Satanás bajo vuestros pies [de la Iglesia].” (Romanos 16:20).

Esto es parte de lo que comienza a tener lugar ahora, en este año, y que continuará hasta el séptimo período que sigue. La palabra que aquí se traduce como “muy pronto” no significa que esto va a suceder pronto, pero es una palabra compuesta que significa, “cuando llegue el momento para que esto suceda, esto sucederá con relativa rapidez o en un corto período de tiempo”. Los próximos años son de hecho un corto período de tiempo si comparado a los casi 6.000 años en los que Satanás ha estado trabajando en contra del ser humano. Y también es un corto período de tiempo si comparado a los casi 2.000 años de su lucha contra la Iglesia de Dios. Este tiempo del que habla Pablo ya ha comenzado, y continuará acelerándose, hasta que se cumpla completamente.

Cuanto más Satanás lucha contra la Iglesia de Dios, más su poder disminuye y es desmenuzado. Esto continuará hasta llegar a su culminación, cuando los 144.000 regresen con Cristo, y Él encierre a Satanás por los próximos 1.100 años. En ese momento, el poder y la influencia de Satanás contra la Iglesia de Dios serán totalmente aplastados, rotos y destrozados, ¡y él jamás podrá volver a hacerle daño! Y como dice el resto del versículo en Romanos 16:20: “La gracia de nuestro Señor Jesús Cristo sea con vosotros [la Iglesia]. Amén.”