Ronald Weinland

¿Está Cristo a punto de regresar?

¿Está Cristo a punto de regresar? ¿Podría ser en menos de un año? A lo largo del tiempo ha habido diversas enseñanzas y esperanzas sobre la venida de un Mesías, un ungido a quien Dios enviaría para instituir un reino – Su Reino – en la tierra.

A lo largo del tiempo ha habido diversas enseñanzas y esperanzas sobre la venida de un Mesías, un ungido a quien Dios enviaría para instituir un reino – Su Reino – en la tierra. Entre los antiguos israelitas, principalmente en el judaísmo, siempre ha habido diferentes ideas y enseñanzas sobre el Mesías, pero no tantas como entre los seguidores del cristianismo tradicional.

Y esta diversidad queda evidente por el propio término “cristianismo”. La palabra Cristo, que proviene del idioma griego, tiene el mismo significado que la palabra Mesías, que proviene del idioma hebraico. Ambas palabras significan “el ungido”. Pero cuando usted mira a todas las contradictorias y discordantes enseñanzas que hay en el cristianismo tradicional, eso atestigua de sus muchas y contradictorias creencias sobre la vida de Cristo, sobre lo que él enseñó, sobre lo que él creía. ¿Cuál es la verdad sobre quien fue Cristo? ¿Por qué es importante saber esto para entender las cosas sobre su regreso?

Se calcula que hay más de 30.000 denominaciones cristianas en el mundo. Y ninguna de ellas está de acuerdo con las otras en lo que se refiere a sus doctrinas, enseñanzas y creencias sobre Cristo y sobre quién él es. ¿Por qué hay tanta confusión?

Hay muchas profecías en la Biblia sobre un ungido, que Dios enviaría para liberar, para salvar a la humanidad. Sin embargo, tanto en el judaísmo como en el cristianismo tradicional hay una enorme confusión en la gran variedad de cosas que ellos creen y enseñan. Esto queda evidente por la gran cantidad de grupos que hay, con creencias muy diferentes. Esas creencias contradictorias de estas organizaciones han hecho con que tanto los seguidores del judaísmo como los del cristianismo tradicional se quedasen enredados en un caos doctrinario, porque no pueden ponerse de acuerdo.

Con tantas organizaciones que enseñan ideas contradictorias sobre Dios y sobre el Mesías – sin mencionar la discrepancia y contradicciones que hay en estas doctrinas – no es de extrañar que las personas en el mundo estén tan confundidas sobre quién es Dios y sobre qué es Dios. Dios dice muy claramente que los antiguos israelitas eran un pueblo de dura de cerviz, de corazón duro hacia Él y Sus caminos. Ellos se rebelaron una y otra vez contra Dios y mataron a muchos de los profetas que Dios envió a ellos. Y finalmente los de la tribu de Judá rechazaron al Mesías que vino a ellos, nacido de María, el Hijo de Dios.

La tribu de Judá cambió la fecha del Pesaj, la fecha que Dios nos ha ordenado celebrar el Pesaj en Levítico 23. La expresión “entre las dos noches” deja muy claro que el Pesaj debe ser observado en su totalidad en el 14º día del primer mes. Y algunas décadas después de la muerte de Cristo ellos cambiaron esa fecha y comenzaron a observar el Pesaj en la noche del 15º día. Ellos cambiaron esto en un intento de poner en entredicho el hecho de que Cristo fue el sacrificio del Pesaj por toda la humanidad, el hecho que él ha cumplido el propósito del Pesaj.

Antes de que ellos matasen a Cristo, instados por los líderes religiosos de los judíos, muchos le buscaban porque creían que él era realmente el Mesías, a quien Dios había enviado para establecer Su gobierno sobre Israel y para liberarlos del dominio del gobierno del Imperio Romano. Y como él no instituyó ese Reino antes de su muerte, después que él fue resucitado como ser espiritual los discípulos le preguntaron si era entonces que él iba a instituir ese Reino. Ellos no entendían que esto no tendría lugar hasta casi 2.000 años más tarde, cuando Dios va a intervenir en los asuntos de los seres humanos para evitar que ellos se aniquilen en lo que sabemos que será una guerra nuclear – la Tercera Guerra Mundial .

El origen del cristianismo tradicional
En el año 325 d.C., el Concilio de Nicea introdujo sus propias ideas sobre el “cristianismo”. Estas ideas ganaron mucha popularidad, añadiendo más confusión sobre la verdad acerca del Mesías que, como fue profetizado en el Antiguo Testamento, Dios enviaría a la humanidad. En este Concilio de Nicea el Imperio Romano confirió autoridad a una nueva religión, introduciendo diferentes doctrinas que no tienen ninguna base en la Biblia.

La Iglesia Católica, que fue el receptor de las nuevas enseñanzas instituidas en el Concilio de Nicea, reconoce que una de las más importantes enseñanzas que fueron instituidas entonces es la doctrina de la trinidad. Ellos dicen que eso es un “misterio” que solo puede ser entendido por la fe, y reconocen que esto no tiene ninguna base bíblica. Pero, la “fe” es el resultado de creer lo que está escrito en la Biblia – la palabra de Dios.

Además de la doctrina de la trinidad, en ese concilio también quedó determinado que a partir de entonces en todo el Imperio Romano estaba prohibido celebrar el Pesaj y que en cambio ellos comenzarían a celebrar la pascua, algo que no es un mandamiento o una observancia ordenada por Dios en la Biblia.

No es difícil investigar sobre esas cosas en la Internet, donde se puede encontrar mucha información y documentación sobre el Concilio de Nicea y las doctrinas que fueron instituidas entonces. Lo que la mayoría de los seguidores del cristianismo tradicional ignoran, y tampoco comprenden, es que esas ideas del cristianismo, que fueron introducidas en este concilio, nunca fueron ensañadas por los primeros apóstoles. Y no solo eso, sino que esas ideas contradecían lo que los primeros apóstoles, y más tarde también el apóstol Pablo, enseñaron a la Iglesia de Dios.

La Biblia deja claro que la Iglesia primitiva observaba el Pesaj y la Fiesta de los Panes sin Levadura, tal y como Dios nos ordena en Levítico 23. Ellos también observaban el Día de Pentecostés, que fue cuando la Iglesia de Dios fue fundada. También queda claro que ellos observaban los Días Sagrados anuales de Dios y el Sabbat semanal, que es en el séptimo día de la semana, el sábado, y no en el domingo, que es el primer día de la semana. No es difícil de probar esas verdades, pero las personas prefieren ignorarlas. Y no solo eso, sino que también muchos luchan en contra de esas verdades y enseñan cosas que van en contra de esas verdades, porque para ellos esto es una amenaza y una ofensa para las ideas y creencias que ellos han aprendido desde su infancia.

Ellos rechazan la verdad y prefieren seguir con sus tradiciones, como el verdadero Cristo dijo. Es muy difícil para una persona admitir el verdadero origen de la pascua, de la navidad y del culto en los domingos. Tales doctrinas no tienen su origen en la Biblia, no son mandamientos, instrucciones de Dios sobre cómo adorarlo. Y Cristo tampoco enseñó estas cosas. Y, como he dicho antes, no es tan difícil encontrar información sobre esas cosas en la Internet. ¡Pero las personas prefieren no dar oídos a Dios! Es por eso que este mundo está a punto de pasar por los peores momentos de toda la historia de la humanidad. Tiempos sobre los cuales Dios dice que, si Él no interviene, los seres humanos van a aniquilar totalmente a sí mismos. Porque solo ahora, en este profetizado tiempo del fin, los seres humanos han desarrollado los medios para hacer esto, haciendo uso de armas nucleares.

Y ahora ha llegado el momento cuando esas armas serán utilizadas. Y cuando ellos comiencen a usarlas, solo Dios podrá detenerlos. Es importante saber que hay suficiente de esas armas como para destruir muchas veces toda la vida de este planeta.

Solo hay un verdadero Cristo
Esto nos lleva de vuelta al tema del presente artículo. Dios prometió a los seres humanos que Él les enviaría un Mesías, el Cristo, a través del cual Él salvaría al mundo. Desde que la Iglesia de Dios fue fundada, en el Día Pentecostés del año 31 d.C., (Hechos 2), los discípulos siempre enseñaron sobre ese Mesías, el Cristo, que había muerto y había sido resucitado a la vida eterna. Ellos enseñaron que él está ahora con Dios Padre, trabajando juntamente con Dios, preparándose para Su Reino que vendrá a esta tierra y que gobernará durante 1.000 años (Apocalipsis 20). Pero los seguidores del cristianismo tradicional prefieren ignorar lo que la Biblia dice. Ellos no enseñan sobre este período de tiempo porque eso no encaja en sus doctrinas y creencias.

La gran mayoría de las personas simplemente no cuestiona lo que les es enseñado desde la infancia. Ellas no entienden que hay dos iglesias que surgieron después de la muerte de Cristo; y que esas iglesias continuaron existiendo durante siglos antes de que surgiesen otras iglesias que también se llaman cristianas.

La primera a ser fundada fue la Iglesia de Dios, mencionada con ese nombre en la Biblia, en el Nuevo Testamento: la Iglesia de Dios. De hecho, la iglesia cristiana más antigua es la Iglesia de Dios, la Iglesia que Dios instituyo el Día de Pentecostés del año 31 d.C., y que sigue existiendo desde entonces, después de casi 2.000 años.

Pero en el año 325 d.C. surgió otra iglesia, usando las historias y las cosas que los apóstoles habían escrito para enseñar sobre un Mesías diferente – un Cristo diferente. Ellos eligieron un nombre para identificar a ese individuo como alguien que nació en el día de navidad y resucitó en la mañana del domingo de pascua. Y aunque nada de esto es verdad, ellos le dieron ese nombre, y se convirtieron en la religión más grande en esta tierra. El nombre que ellos le dieron es Jesús Cristo.

Pero los que creen en ese nombre, Jesús Cristo, no enseñan que dentro de muy poco tiempo él va a regresar a esta tierra para reinar como Rey de reyes, como Dios dice (en Apocalipsis 19 y 20) que pasaría al final de la presente era. Pero hay un grupo – una Iglesia – que ha estado anunciando la noticia sobre el inminente regreso de Cristo y su intervención en los asuntos de los seres humanos. Esta noticia comenzó ser divulgada hace más de 80 años.

Y aunque a lo largo del tiempo la Iglesia de Dios ha permanecido pequeña, como Dios dijo que sería, durante más de 80 años la Iglesia de Dios ha estado enseñando y anunciando la verdad sobre el regreso de Cristo. Pero no se sabía exactamente la fecha de ese acontecimiento hasta Dios reveló que en diciembre de 1994 empezó la cuenta atrás para la segunda venida de Cristo, revelando así la fecha en que esto tendrá lugar. Y Dios lo profetizó a través de los apóstoles Pablo y Juan el sorprendente acontecimiento que dio inicio a esta cuenta atrás. Pablo dijo que este acontecimiento sería la señal de la segunda venida de Cristo, de su regreso. Usted puede leer sobre esto en el más reciente libro que he yo escrito, Profetiza Contra las Naciones.

Y es la responsabilidad de la Iglesia de Dios, como centinela que es, avisar al mundo sobre una gran guerra mundial que tendrá lugar justo antes del regreso de Cristo. El mundo ha estado siendo avisado de esto durante casi 70 años. En esa cuenta atrás, que comenzó en 1994, Dios ha revelado determinados períodos de tiempo que son decisivos para el regreso de Su Hijo como Rey de reyes en Su Reino. Dios ha revelado que Su Hijo solo puede regresar en fechas muy especificas.

Esa cuenta atrás, que comenzó en 1994, abarca períodos de tiempo específicos en los que Dios puede poner fin a esta era del ser humano y establecer Su Gobierno, en el que Su Mesías, el Cristo, va a reinar durante los siguientes 1.000 años. Dios ha revelado que en esa cuenta atrás para el regreso de Cristo, en el tiempo del fin, la fecha de su regreso debe coincidir con un determinado Día Sagrado anual de Dios y que durante esa cuenta atrás hay períodos de tiempo muy específicos que deben cumplirse .

Dentro de esa cuenta atrás, una de las posibles fechas para el regreso de Cristo fue el Día de Pentecostés de 2012 o el Día de Pentecostés de 2013. Pero esto no sucedió entonces. La siguiente y significativa posible fecha para la venida de Cristo es el Día de Pentecostés del año 2019, el 9 de junio de 2019.

Usted puede saber si esa es realmente la fecha en que Cristo pondrá sus pies nuevamente sobre el Monte de los Olivos si la Tercera Guerra Mundial estalla a más tardar en febrero o marzo de 2019. Si eso no ocurre, la siguiente posible fecha para el regreso de Cristo será el Día Pentecostés del año 2020. Y si ese tampoco es el caso, la siguiente posible fecha será unos pocos años después de esto. El mundo está al borde de una última guerra mundial, una guerra nuclear, en esta tierra. Y esa guerra nuclear será lo que nos llevará al momento en que Cristo va a regresar e intervenir en los asuntos de los seres humanos para poner fin a esa guerra

El tono de las noticias hoy es muy diferente que hace unos pocos años. Ahora queda cada vez más claro que todo es muy inestable en el mundo y que hay grandes posibilidades de que estalle una guerra mundial. La tensión entre India, Pakistán y China es constante y creciente. El Medio Oriente es un barril de pólvora en que el muchas naciones están involucradas, entre las cuales están los EE. UU., Israel, Arabia Saudita, Jordania, Líbano, Irán, Siria, Turquía, Rusia, gran parte de Europa y otras naciones más.

La tensión aumenta rápidamente en el Mar del Sur de China entre muchos países de Asia y los Estados Unidos. Y luego está Turquía, que se está convirtiendo en una de las mayores amenazas para la paz en Europa y en otras naciones. Turquía está en conflicto con la OTAN, con la Unión Europea, y con los Estados Unidos. Y eso es solo una pequeña parte de un importante conflicto que se está desarrollando rápidamente y que un día dará comienzo a un gran colapso. Eso es como las piezas de un juego de dominó, que con tan solo un pequeño movimiento empiezan a caer.

El libro Profetiza Contra las Naciones explica esa profética cuenta atrás que comenzó en diciembre de 1994 y el complejo plan a través del cual Dios cumplirá esos períodos de tiempo específicos y la profecía para este tiempo del fin. Las fechas especificas en las que Dios cumplirá estos acontecimientos proféticos depende de las decisiones que tomen las personas en la Iglesia de Dios y los líderes mundiales. Eso puede variar mucho debido las decisiones que las personas tendrán que tomar y la influencia de sus decisiones cómo y cuándo Dios dispondrá todas las cosas para cumplir todas las profecías del tiempo del fin. Dios está usando esos períodos de tiempo específicos para marcar el comienzo de Su Reino en la tierra, cuando Cristo finalmente se convertirá en el profetizado Rey de reyes que gobernará sobre todas las naciones.

No hay “naciones unidas” o ninguna nación en la tierra que pueda traer la paz a este mundo. Y mucho menos hacer cumplir la paz. Pero Dios puede hacer esto. Y Él lo hará, a través de ese gobierno que pronto será establecido. Un único gobierno para todas las naciones, que no tolerara más la guerra. Solo Dios puede traer la paz a los seres humanos, puede darnos un lugar pacífico donde podemos vivir bajo Su único gobierno, que reinará en toda la tierra. Dios nunca más permitirá a los seres humanos gobernar a sí mismos.

Hoy Dios está mostrando a los seres humanos que no podemos gobernarnos a nosotros mismos, que los gobiernos del hombre no funcionan y están fracasando en todos los aspectos. Y es este fracaso lo que causará otra gran guerra en el mundo; una guerra a la que solamente Dios podrá poner fin.

Una última limpieza en la iglesia de Dios
Desde que la cuenta atrás para el regreso de Cristo comenzó, en 1994, Dios ha estado preparando a Su Iglesia para esto. Y como parte de este proceso, Dios también ha estado restaurando y revelando más verdades a Su Iglesia, para que Su Iglesia esté lista para cuando Cristo regrese. Y ese proceso implica que Dios también revela lo que está mal, lo que no es verdad, para limpiar a la Iglesia y eliminar lo que está equivocado.

En 1930 el Sr. Herbert W. Armstrong fue ungido como apóstol de Dios para el tiempo del fin. Y aunque el mundo no lo recibió como tal, Dios le ha usado para comenzar este proceso de restaurar la verdad en Su Iglesia. Dios hizo esto porque cuando llegó la era profética de la Iglesia conocida como la Era de Sardis, la Iglesia había perdido muchas verdades. En realidad la Iglesia comenzó a perder la verdad no mucho tiempo después de la muerte del último de los primeros apóstoles, el apóstol Juan, quien pasó los últimos años de su vida en la Isla de Patmos, donde fue encancerado por el gobierno romano. Fue allí donde Dios le reveló las cosas que el escribió en el último libro de la Biblia: el Libro de Apocalipsis.

Pero después de 1800 años de persecución por parte de diferentes gobiernos, comenzando con el Imperio Romano, que perseguía y mataba a los que se llamaban cristianos, la Iglesia de Dios comenzó a perder la verdad que le había sido revelada en el comienzo. Con la invención de la imprenta comenzaron a surgir muchas otras organizaciones, que tenían muchas y diferentes creencias sobre el cristianismo, y la Iglesia de Dios ha tenido que esforzarse aún más por aferrarse a las verdades que le habían sido reveladas desde el principio.

Dios entonces levantó a un apóstol en el tiempo del fin, cuya incumbencia era comenzar a restaurar una vez más la verdad. Dios hizo esto para preparar a la Iglesia para el regreso de Su Hijo a esta tierra. Dios reveló al Sr Herbert W. Armstrong que había llegado el tiempo del fin, del que habla la Biblia. Antes de 1950, Dios le reveló que se acercaba una última guerra mundial. Y esto fue justo después de terminar la Segunda Guerra Mundial.

A finales de la década de 40 Dios también reveló al Sr. Herbert W. Armstrong que una alianza formada por diez naciones europeas sería uno de los protagonistas de los acontecimientos en el tiempo del fin. Él dijo que estas diez naciones tendrían (1) un gobierno común, (primero el Mercado Común Europeo y más tarde la Unión Europea), (2) una moneda común (el euro, que surgió en 1999, 13 años después de la muerte del Sr. Armstrong, que murió en 1986), y (3) su propio ejército, algo que ahora se ha convertido en una realidad también.

Pero el mundo no ha dado oídos al apóstol de Dios, como nunca ha dado oídos a ninguno de Sus profetas y apóstoles.

Y durante este proceso de restaurar la verdad de Dios para la Iglesia, que comenzó en la década de 1930, el Sr. Herbert W. Armstrong comprendió muy bien que para que la verdad fuera restaurada las cosas que estaban mal tenían que ser reveladas. Me gustaría citar aquí lo que él escribió sobre esto en la revista “El Mundo de Mañana” en febrero de 1972.

“No han sido muchas veces que hemos tenido que corregir algún error en la Iglesia de Dios, pero cada vez que hemos corregido algo, es un error a menos. ¡Si NOS DAMOS CUENTA de que aún queda algún error, lo CAMBIAREMOS! ¡Si encontramos algún error en el futuro, lo corregiremos! ¡El que sigue ese principio está MÁS LIBRE DE ERRORES! La confesión de errores es una de las pruebas más contundentes para identificar a las personas a través de las cuales el Cristo vivo ESTÁ TRABAJANDO, ¡y a quién ÉL está USANDO!”

Y siguiendo lo que el Sr. Armstrong dijo, la Iglesia de Dios busca la verdad y siempre está dispuesta a reconocer el error, para así poder honrar más a Dios y estar más en unidad con Él y con Su Palabra. Eso es lo que hacía el Sr. Herbert W. Armstrong, y eso lo que hace la Iglesia de Dios hoy.

Al principio, cuando Dios comenzó a restaurar la verdad en Su Iglesia a través del Sr. Herbert W. Armstrong, Dios le mostró que la doctrina de la trinidad del cristianismo tradicional está mal, que esto no es verdad. Según la doctrina de la trinidad hay tres seres divinos, y que los tres son seres separados pero que son un solo dios. Y ellos dicen que esto es un misterio. Y la verdad es que esto es realmente misterio que no tiene ningún fundamento bíblico.

Según la doctrina de la trinidad estos tres seres son el Padre, el Hijo (Jesús Cristo) y el Espíritu Santo. Esta doctrina dice que los tres siempre han existido.

Dios reveló al Sr. Armstrong que el espíritu de Dios es simplemente el poder de Dios mediante el cual Él crea y trabaja. Dios también le ha revelado que el “espíritu santo” pertenece únicamente a Dios, es Su poder para comunicar Su “Verbo”, Su verdad y Su voluntad a los seres humanos. El espíritu santo es simplemente la mente de Dios o el pensamiento revelador de Dios, a través del cual Dios comunica Su verdad a quien Él quiere. El Sr. Herbert W. Armstrong dejó muy claro para la Iglesia de Dios que la trinidad no existe y que el espíritu santo no es un ser divino, pero que es el poder de Dios, que Dios usa como Él quiere.

Y no fue hasta el año 2005, mucho después de la muerte del Sr. Herbert W. Armstrong – que murió en enero de 1986 – que Dios reveló a Su Iglesia otros errores contenidos en la doctrina de la trinidad. El Sr. Armstrong sabía que el espíritu santo no es un ser – un ser divino separado. Pero lo que él no ha llegado a entender es que el resto de la doctrina de la trinidad también es un error, porque solo hay un Dios que siempre ha existido. La existencia de Cristo solo comenzó después que él nació de María, después que el Único Dios Eterno (YAHWEH ELOHIM) lo ha engendrado en el vientre de María para nacer como Su hijo. Cuando esto pasó Dios añadió a Su nombre la palabra padre: Dios Padre.

La Iglesia de Dios enseña que Cristo no existía antes de nacer como ser humano, como enseña la doctrina de la trinidad. La Biblia está llena de evidencias de esto, del hecho de que solo hay un ser que siempre ha existido, el Eterno Dios Todopoderoso, que existe por sí mismo. Ningún otro ser tiene la vida eterna inherente en sí mismo. Solamente Dios.

“Yo soy el SEÑOR [YAHWEH], y no hay otro. Aparte de Mí no hay Dios [ELOHIM]. Yo te ciño, aunque tú no me conoces, para que desde el nacimiento del sol y hasta el occidente se sepa que no hay nadie más que Yo. Yo soy el SEÑOR [YAHWEH], y no hay otro.” (Isaías 45:5-6).

En 2005, Dios reveló a Su Iglesia, a través de Su último apóstol, que Cristo tampoco es parte de la trinidad. Él no existía antes. Su existencia comenzó cuando él fue engendrado por el Único y Eterno Dios, teniendo como madre a María.

Sólo hay un Cristo & el último error a ser corregido
Como he dicho en el comienzo del presente artículo, hay en el mundo muchísimas creencias contradictorias sobre el Mesías – el Cristo. Tanto en el judaísmo como en el cristianismo tradicional. Pero si hay algo en el que todos los seguidores del cristianismo tradicional están de acuerdo es en el nombre que ellos dieron a él: Jesús Cristo.

Pero ese Cristo es alguien diferente al individuo sobre el cual los discípulos escribieron en la Biblia. En el primer libro del Nuevo Testamento podemos leer claramente cuál era el verdadero nombre del Mesías. Pero la iglesia que empezó a crecer después del año 325 d.C., con la ayuda del Imperio Romano, cambió ese nombre y también ejerció su influencia para que su nombre fuera cambiado en la Biblia.

El propio Dios dijo como Su Hijo iba a llamarse. Y no era ese nombre que le fue dado por los seguidores del cristianismo tradicional.

Es importante entender lo que Dios le dijo a José, antes de que Su Hijo naciera de María. Dios dijo a José muy claramente – y lo está diciendo ahora a todos los que le darán oídos – cuál sería el nombre del Mesías. Primero voy a citar esto de la forma en que está escrito en la Biblia, en la Nueva versión Internacional [en español].

“El nacimiento de Jesús Cristo fue así: su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del espíritu santo. Como José, su esposo, era un hombre justo y no quería exponerla a vergüenza pública, resolvió repudiarla en secreto. Pero cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: ‘José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del espíritu santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados’. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: ‘La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel”[Isaías 7:14], que significa Dios con nosotros.’ Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y recibió a María por esposa. Pero no tuvo relaciones conyugales con ella hasta que dio a luz un hijo, a quien le puso por nombre JESÚS.” (Mateo 1:18-25).

El nombre que Dios dio a Su Hijo, el nombre que Dios, a través de un ángel, le dijo a José que le pusiera, no era “Jesús”. Se supone que el nombre Jesús es una transliteración del nombre original, que traducido al español es Josué. Fonéticamente el nombre “Jesús” en latín o en griego es lo más cercano al nombre “Josué” en arameo o hebraico. Pero ese nombre no es la traducción del nombre original. El nombre Jesús no tiene el mismo significado que el nombre Josué, el nombre fue dado a Cristo, de acuerdo con las instrucciones de Dios.

Es importante señalar que los escritores en griego y en latín no han intentado encontrar una transliteración, encontrar una palabra que sonara parecido al nombre Mesías, como lo han hecho con el nombre Josué. Ellos simplemente lo tradujeron como Cristo, que al igual que el nombre Mesías también significa “el ungido”. ¿Y por qué ellos no hicieron lo mismo con el nombre Josué?

El libro de Mateo fue escrito originalmente en arameo. Aunque hoy la mayoría de los eruditos religiosos afirman que los apóstoles escribieron solamente en el idioma griego. Es cierto que Pablo escribió a los gentiles en el idioma griego, pero los discípulos de Cristo hablaban arameo. Ese era su idioma. Muchos de los judíos de la época, que se encontraban en otras regiones que estaban bajo el dominio del Imperio Romano, hablaban y escribían en griego, pero en la época de Cristo en toda esa región el arameo era el idioma que hablaban los judíos.

Independientemente de los argumentos que utilizan los estudiosos de hoy, la instrucción que fue dada a José es muy clara. La instrucción era que él tenía que ponerle al niño el nombre que Dios le ha dado, cuyo significado es “aquel que salvará a su pueblo de sus pecados”. La transliteración del nombre original al nombre Jesús no tiene ese significado. Y su nombre puede ser traducido a todos los idiomas manteniendo el mismo significado, si ellos así lo quisiesen. El nombre Jesús no significa “el que salva”. Pero en español el nombre “Josué” es la clara traducción del nombre que tanto en arameo como en hebraico tiene el mismo significado. Este nombre significa “El SEÑOR es Salvación”.

El ángel que le habló a José citó algo que está escrito en el libro de Isaías, que dice: “Una virgen concebirá y dará a luz un hijo. Y le llamará Emanuel, que traducido es Dios con nosotros.”

El nombre Josué (Emanuel) significa claramente “Dios está con nosotros”, confiriendo a Cristo el poder para “salvar” a su pueblo, para salvarnos de nuestros pecados. Cristo fue el Verbo de Dios hecho carne, como está escrito en el libro de Juan. Se trata del Hijo de Dios, que es el Verbo de Dios, (el “logos”, la mente, el pensamiento revelador de Dios).

Y ahora, después de casi 2.000 años, Dios va a enviar a Su Hijo como el Mesías, el Cristo, que primero va a salvar a la humanidad de la auto aniquilación, y después va a establecer el Reino de Dios sobre todas las naciones. El último gran error que debe ser corregido en la Iglesia de Dios, para que ella esté totalmente preparada para la venida de Cristo, es su nombre. El nombre Jesús Cristo representa todo error que comenzó a ser enseñado después del año 325 d.C. por una iglesia que se llama a si misma cristiana. Ese nombre representa la enseñanza de esa iglesia, doctrinas como la trinidad, la pascua, el culto dominical, la navidad y muchas otras cosas que están equivocadas y que no están en la Palabra de Dios

La persona que posiblemente el próximo año estará nuevamente de pie sobre el Monte de los Olivos, después de casi 2.000 años, es Josué el Cristo – el verdadero Mesías enviado por Dios para salvar a la humanidad.