Ronald Weinland

SE ACABÓ EL TIEMPO

En mis reflexiones acerca del poco tiempo que queda a este mundo, me vinieron a la memoria las palabras que Dios habló a Jeremías. Aunque su comisión fue la de prevenir a Judá sobre su caída y cautiverio, su trabajo también seguiría para cumplir el propósito de Dios en lo tocante a la preservación del trono de David.

Las profecías que Dios le inspiró abarcaron todo el despliegue de la historia de Israel y el juicio de Dios sobre ellos. Esta propia historia es de naturaleza profética, visto que las naciones de Israel nunca cambiaron, y siguieron cometiendo los pecados de siempre, una y otra vez.

El juicio de Dios sobre Su pueblo, como profetizado por Jeremías, está centrado principalmente en el tiempo del fin. Las consecuencias de dicho juicio son mucho más grandes y más graves que la mayoría de las personas pueda concebir. Como tantas veces ya hemos dicho, y debe ser repetido aquí, es solamente mediante tal sufrimiento que las naciones de Israel podrán ser humilladas y llevadas al arrepentimiento.

Aunque las naciones de Israel ya hayan sufrido mucho al tener que enfrentar muchas guerras y desastres naturales, eso nunca ha pasado en una escala tan grande como lo que ahora están a punto de experimentar. Mismo que su arrepentimiento no tenga durado mucho, muchas personas han sido humilladas por tales acontecimientos. Pero como Dios siempre ha dicho, ellos siempre han vuelto a caer. ¡La humildad no es algo que sobrevive mucho tiempo en el corazón del hombre!

Es impresionante poder entender lo que hará con que todo sea distinto para ellos de esta vez. Por que, aunque el hombre pueda ser llevado a la humildad, sólo el espíritu de Dios puede cambiarle verdaderamente. Estamos viviendo en un momento único en la historia humana, porque de esta vez, cuando el pueblo de Israel sea humillado, Dios derramará Su Espíritu sobre ellos, llamándoles a Si mismo y a Su hijo. Y después, este mismo proceso se llevará a cabo, pero en una escala mucho más grande, cuando Dios haga lo mismo con todas las demás naciones.

Todo eso es la “manera perfecta” de Dios para poner rápidamente a todas las naciones bajo un sólo gobierno mundial – Su gobierno. Este será el momento en que la verdadera curación de todas las naciones podrá comenzar a tener lugar, y cuando el mundo entero será finalmente libre del cautiverio. El “llamado” de Dios y el espíritu de Dios pronto llenarán la tierra.

La realidad de la tribulación

El resultado de la humillación de este mundo a través de la gran tribulación será algo mucho más bello y más glorioso de lo que uno pueda imaginar. Aunque eso no se logrará fácilmente. Las profecías, que fueron dadas por los profetas, predicen un tiempo terrible de juicio que pronto vendrá sobre este mundo. Dios afortunadamente, en Su gran misericordia, va a abreviar este tiempo de gran sufrimiento.

Como ya he mencionado en una entrada anterior, la Iglesia de Dios cree que estamos en el último día profético, en el que Dios va a ejecutar la sentencia de Su juicio sobre el mundo. Pero, ¿cuando es que todo esto va a ocurrir realmente? Estamos en guardia y tratamos de estar profundamente alerta espiritualmente, una actitud que la Iglesia de Dios siempre ha sido alentada a tener. Cada día que pasa uno debe tratar de acercarse más a Dios, porque es ahora que las más difíciles batallas espirituales serán libradas. Estas batallas ya han estado aumentando desde que entramos en este día profético. Satanás sabe que el tiempo que aún le queda es muy corto.

En términos prácticos, el tiempo ya se ha acabado para el pueblo de Israel. Sus gobiernos están sumidos en gran confusión, y no hay quien piense con cordura. Ellos son totalmente incapaces de hacer frente a los problemas de sus economías, y el resto del mundo se queda mirando cómo ellos se arruinan.

Exhortaciones a la Iglesia de Dios

La Iglesia de Dios prevé el rápido principio de la ruina de los pueblos de Israel, cuando finalmente suene la Segunda Trompeta. Los profetas, los apóstoles y todo el pueblo de Dios, en todos los tiempos, siempre han anhelado conocer más detalles acerca del momento en que los acontecimientos del tiempo del fin tendrán lugar. Y ahora que estamos tan cerca de ello y el tiempo que nos queda es tan corto, nuestro deseo de saber más sobre eso es aún más grande. Eso no es malo, desde que “actuemos” de acuerdo con el conocimiento que Dios nos ha dado sobre la rapidez con que este tiempo se aproxima.

En efecto, pronto vendrá el momento en que este mundo estará sumido en el caos. En los últimos años, muchos han planeado sus vidas, teniendo presente el momento de estos acontecimientos. Por ejemplo, nuestra preocupación al hacer planos de viaje enfatiza la importancia para nosotros del momento en que la Segunda Trompeta irá sonar. La mayoría de nosotros preferiría estar cerca de casa cuando esto suceda. Esta preocupación es ahora mayor que nunca en nuestro planeamiento, porque tratamos de estar lo mejor preparados que nos sea posible. Pero lo más importante en todo eso es tener en cuenta que nuestras vidas siempre están en las manos de Dios, no importa donde estemos y lo bien que planifiquemos todo. ¡No hay mejor lugar para estar! Todas nuestras oraciones deben reflejar este deseo y esta gratitud, por que la Segunda Trompeta puede sonar a cualquier momento.

Ciertamente, ahora más que nunca es el momento de estar en guardia. Y éstas no son sólo palabras, porque el tiempo que tenemos ante nosotros es realmente impostergable. Esta es realmente una exhortación urgente a todos “los que tienen oídos para oír.”

Así que, volvamos al punto de partida, cuando me acordé de las palabras de Dios a Jeremías. Cuando Jeremías habla de la guerra que vendrá sobre Israel, está escrito que esto vendrá “al mediodía” y que los “ayes” vendrán cuando las sombras de la tarde se extiendan hacia el final de este día.

Me llamó la atención el momento en que todo eso pasará y no podía dejar de pensar en la importancia de ser diligentes en todo el tiempo, hasta que el Reino de Dios sea establecido en la tierra. La próxima semana entraremos en el “mediodía” de este Día del Señor. A partir de ese momento, las sombras del día se extenderán hasta que este día se haya cumplido. Debemos estar siempre en guardia y listos espiritualmente y mucho más ahora, a medida que el tiempo se aproxima.

Tal como ha pasado con tantos otros profetas y algunos apóstoles que me han precedido, yo también estoy en prisión, pero pronto seré puesto en libertad, al igual que toda la humanidad. Y todo es según el propósito y el poder de Dios. Con este conocimiento en mente, me doy cuenta de que si la Segunda Trompeta no llegase a sonar hasta después del Pésaj, yo probablemente no podré celebrar el Pésaj de la manera como Cristo ha ordenado que lo hagamos. Sin embargo, yo no estoy preocupado sobre como voy a celebrar el Pésaj, pero principalmente como ustedes lo harán, una vez que la Segunda Trompeta puede sonar a cualquier momento.

Estas consideraciones son alarmantes y la verdad es que lo deben ser. Así que, usted debe tener la mente sobria y actuar más conscientemente y más celosamente, de acuerdo con el entendimiento que Dios le ha confiado.